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Familiares de los detenidos defienden su inocencia y piden su liberación

Familiares de los seis jóvenes presuntamente vinculados con el atentado que sufrió el empresario Pioquinto Damián Huato, y que fueron detenidos la noche del sábado por agentes de la Policía Investigadora Ministerial, demandaron que sean liberados debido a que “sólo son trabajadores de un auto lavado”.
A unos minutos de que diera inicio una conferencia de prensa del procurador Iñaki Blanco Cabrera, un grupo de familiares de los jóvenes, principalmente mujeres, denunciaron a los reporteros que los policías habían llegado a un auto lavado ubicado sobre el encauzamiento del río Huacapa, en el que supuestamente habían sido dejadas dos camionetas que habrían sido utilizadas durante el atentado que sufrió el también ex diputado fdederal y en el que fue asesinada su nuera Laura Rosas Brito.
Las señoras, madres, parejas y hermanas de los seis jóvenes detenidos aseguraron que sus familiares son inocentes y que algunos de ellos llevan más de un año trabajando en el establecimiento.
A pregunta expresa sostuvieron que los jóvenes fueron detenidos el sábado alrededor de las 6 de la tarde, y que el establecimiento se llama “Autolavado Guerrero”.
Las mujeres denunciaron que los jóvenes fueron engañados por los ministeriales, quienes les dijeron que sólo iban a declarar sobre las camionetas que fueron dejadas en el centro de lavado automotriz.
Hasta el mediodía de ayer los familiares no sabían la situación legal de los jóvenes, cuyas identidades no quisieron ser reveladas por las mujeres.
No obstante, el procurador en su conferencia de prensa de ayer manifestó que se encontraron elementos para solicitar a un juez el arraigo en contra de los jóvenes, y que éste lo concedió en menos de 48 horas.
Blanco Cabrera señaló ayer que una de las evidencias que fue tomada como elemento para arraigar a los jóvenes fue que en una de las camionetas fue encontrado un casquillo percutido que pudo haber sido utilizado durante el ataque en contra de Damián Huato.
Las mujeres que reclamaron la libertad de sus familiares denunciaron que las autoridades no habían llamado al dueño del establecimiento que fue identificado como “Leandro”. (Fernando Hernández / Chil-pancingo).

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