Cautivan con su música Adrián Justus y la OFA al público en el Juan Ruiz de Alarcón

Interpretan Concierto para violín número 1 de Niccoló Paganini como parte del segundo concierto de la temporada Notas de sol

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Virtuoso natural. Así definió el director de la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA),  Eduardo Álvarez Mata, al violinista mexicano Adrián Justus, quien refrendó el dicho el viernes por la noche al lograr que su interpretación del Concierto para violín número 1 de Niccoló Paganini lo forzara a recibir los aplausos del público hasta en cuatro ocasiones.
Con un Teatro Juan Ruiz de Alarcón cercano al lleno y luego de que la OFA interpretara la obertura de La cenicienta del músico italiano Gioachino Rossini para iniciar el segundo concierto de la temporada Notas de sol, Justus, quien ha cursado estudios en México y el extranjero, se dio vuelo para interpretar los tres movimientos del concierto, pese a que tuvo algunos problemas con su arco.
La obra, escrita por Niccolò Paganini, uno de los genios musicales del mundo, está compuesta con elementos que tomó de la ópera rossiniana (Rossini fue su gran amigo), donde incluso la orquesta queda en ocasiones en un discreto segundo plano cada vez que suena el violín solista.
En la charla previa al concierto, el maestro Álvarez advertía de la dificultad de la obra interpretada por el violinista, a quien presumió como su alumno hace muchos años, señalando que ésta contiene innovaciones y artilugios técnicos no vistos en el momento de su estreno, allá por el siglo XIX, por lo que merece aún el respeto de muchos músicos a la hora de querer interpretarla.
Del allegro maestoso al adagio y hasta el allegro spirituoso, Justus cada que deslizaba el arco sobre el violín y pisaba las cuerdas contra el diapasón, logró trasmitir el dramatismo de la pieza que aumentaba a medida en que se acercaba el final, donde   exhibió su capacidad como intérprete pues las notas llegaron de manera enérgica y animada hasta el punto de tocarse varias a la vez, situación prevista en la obra, y que conmovió a los asistentes que de pie aplaudieron al final varias veces en las que el violinista se vio forzado a aparecer para regalar una interpretación más, en este caso la Partita en Mi mayor de Johann Sebastian Bach.
En ese momento y un poco más relajado tras el esfuerzo, el violinista que ha tocado en escenarios como el Carnegie Hall de Nueva York, volvió a envolver el mástil del violín con sus dedos para dar otra muestra de virtuosismo y llevándose de nuevo el reconocimiento de la gente e incluso, de los miembros de la Filarmónica.
Luego del intermedio, la OFA dio cuenta de la Sinfonía Fantástica de Héctor Berlioz, una de las sinfonías de la llamada música descriptiva pues en ella el autor narra cómo un joven enamorado que ha tomado?un elixir cae en un largo?sueño y tiene una serie de visiones y pesadillas, entre ellas que ha asesinado a su amada y que ha sido condenado a muerte.
En medio de visiones de un aquelarre demoniaco y su amada, y entre las campanas de la muerte que se oyen, el joven despierta angustiado del sueño.
De cinco movimientos, Sinfonía Fantástica, también recibió el favor de la gente que aplaudió por largo rato a la OFA que para la próxima semana, reveló su director, prepara un concierto especial para el Día del amor y la amistad, donde incluirá piezas de Rossini, Bizet y del West side history (Amor sin barreras) de Leonard Bernstein.