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Jorge Ibargüengoitia fue el profeta de la descomposición de México, afirma Juan Villoro

Carlos Rubio / Agencia Reforma

Madrid

El escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia goza de un prestigio que ha ido creciendo de manera extraordinaria, aseguró Juan Villoro, en una conferencia que pronunció en la librería La Central de Callao, organizada por el Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM en España.
Acompañado por Pablo Raphael de la Madrid, director del Instituto de México en España, Villoro expuso que si bien poco a poco se ha ido conociendo a Ibargüengoitia, éste tardó en tener fortuna entre los críticos.
“Se consideraba que el pitorreo de Ibargüengoitia era demasiado irreverente y que no solo se burlaba de los abusos de la Revolución mexicana, sino de la revolución misma”, destacó el escritor mexicano.
El problema, para Villoro, es que en aquel momento de los años 60 había una concepción bastante solemne de nuestra historia.
El autor de El testigo consideró muy importante que cuando Ibargüengoitia recibió el premio Casa de las Américas en Cuba, en el jurado estaba el escritor italiano Ítalo Calvino.
“Calvino había escrito Nuestros antepasados, una trilogía en donde justamente él le quitaba caspa y naftalina a la historia y revive a personajes como si fueran nuestros contemporáneos, y es un poco lo que hizo Ibargüengoitia agregándole un sentido del humor y una sátira muy fuerte”, indicó.
No obstante, Villoro destacó que con el tiempo se ha entendido que el humor de Ibargüengoitia no era solo divertido.
“Sino que era un atributo de la inteligencia, una manera de pensar distinto”, agregó.
Villoro observó que la literatura del boom en los años 60, que planteaba la novela como una gran catedral con complejidades formales enormes, se ha ido decantando con el tiempo cada vez más hacia formas de engañosa simplicidad como las de Ibargüengoitia.
“En ellas la trama es muy directa, todo se comprende, la prosa es sumamente diáfana y sin embargo hay misterios que tienen que ver con los muchos dobleces de nuestra forma de ser”, dijo.
Interrogado por Reforma sobre lo que diría Ibargüengoitia sobre nuestra situación actual en el país, Villoro mencionó que era un profeta del desastre.
“Escribió un libro de crónicas reunido por Guillermo Sheridan titulado Instrucciones para vivir en México, y yo creo que la mayoría de los problemas que él apuntaba ahí hoy se han exacerbado mucho”, explicó.
Para Villoro, Ibargüengoitia fue el gran profeta de las cosas que podían descomponerse en México.
“Yo creo que su literatura es la gran ventanilla de quejas de nuestra realidad; es allí donde nosotros podemos encontrar desahogo para los muchos problemas que tenemos”, agregó.
Ibargüengoitia, apuntó Villoro, se sorprendería de ver un país todavía peor de lo que él imaginaba.
“Pero al mismo tiempo demostraría que incluso en esa situación se puede vivir bien, porque una de las características de Ibargüengoi-tia es que critica la realidad, pero con el humor la hace más llevadera”, apuntó.
Villoro destacó que Ibargüen-goitia ha tenido la fortuna en los últimos años de que se ha leído mucho en España y se han hecho varias ediciones de sus novelas.

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