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Exculpa el contralor a la esposa de Angel Águirre y señala a funcionarios de la directora para abajo

*Antonio Arredondo Aburto minimiza el hallazgo de las despensas que no fueron entregadas por el DIF a damnificados. Lo echado a perder “fueron sólo 175 cajas de cereal y 75 frascos de mayonesa”, dice. Hizo ayer una inspección con un notario, pero la bodega ya estaba limpia y la ayuda en otra parte

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

El contralor general del estado, Antonio Arredondo Aburto, acompañado de un notario público realizó ayer una visita de inspección al almacén del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF), mismo que encontró casi limpio cuatro días después de que fuera denunciado en los medios de comunicación que en esa bodega se guardaban despensas que no fueron entregadas a los damnificados.
En una visita relámpago, los funcionarios recorrieron el patio del almacén, donde antes había arroz tirado en el piso, y ahora se encuentra sin polvo ni rastro de las cajas rotas.
El funcionario indicó que se hizo un inventario de lo que se encontró y ningún producto de los que actualmente están en este sitio es perecedero, sin embargo reconoció que el propio DIF Guerrero les ha informado sobre productos que se encontraron con fechas de caducidad vencidas, “pero no son los cientos o miles de toneladas como se dijo en los periódicos, fueron sólo 175 cajas de cereal y 75 frascos de mayonesa”.
Aseguró que el daño es “mínimo”, e indicó que a quien sea responsable de haber dejado ahí los productos se le tendrá que sancionar conforme a derecho, pero se hará en la medida de la afectación.
Refirió que las sanciones pueden ser desde una amonestación hasta una sanción económica con reparación del daño, o hasta la inhabilitación, pero ello se determinará hasta que se haga una times
Arredondo Aburto minimizó incluso la cantidad de productos que se almacenaban antes de la reorganización, señalando que en total serían unas 15 o 20 toneladas de productos, pero no las cientos o miles que se dijo en los medios de comunicación.
Mostró un inventario que presentó en una hoja simple impresa en computadora, en la que se indica que había en ese almacén cinco toneladas de arroz y cinco mil despensas armadas, lo que si se calcula en un peso de 6 kilos por cada una (contienen un kilo de arroz, uno de frijol, otro de harina, de azúcar, además de productos enlatados), dan otras 30 toneladas; asimismo se enlistaron dos mil 100 bolsas de leche en polvo, y 20 botes de leche clavel, 360 kilos de croquetas para perro y dos mil 160 litros de agua purificada.
Reiteró al menos en cinco ocasiones que la Contraloría estatal habrá de hacer una investigación precisa y sancionar a quien resulte responsable.
Adelantó que es un hecho claro que la esposa del gobernador, Laura de Rocío Herrera, no puede ser involucrada en una irregularidad pues su cargo es honorario y no percibe un salario y como responsable de la operatividad del sistema DIF se tiene una directora que sí tendrá que comparecer para emitir sus argumentos.
Además dijo que hay un encargado de bodegas, un director de distribución y muchas otras personas a las que se les tendrá que investigar su probable responsabilidad en este caso.
A pesar de que minimizó los hechos el contralor señaló que una lata de leche que se hubiera caducado ya es algo grave porque en muchos lugares aún se requiere el apoyo.
Finalmente se le preguntó por qué hay despensas que tenían como destino los damnificados, cuando la instrucción del presidente de la República fue que todo el apoyo se manejara mediante las fuerzas armadas (Ejército y Marina), a fin de evitar clientelismo.
“Eso es lo que vamos a investigar y en su momento habremos de preguntárselo a quienes estaban como responsables de la bodega”, dijo.
El pasado martes 11 de febrero se dio a conocer la existencia de la bodega y se documentó con fotografías el espacio donde se almacenaban miles de productos regados en el suelo, comidos de rata y llenos de basura.
Este viernes que acudió el contralor, el sitio estaba limpio; se han retirado todos los productos alimenticios y principalmente se eliminaron todos los letreros que indicaban que estos productos son ayuda humanitaria enviada por la contingencia de septiembre pasado.
Los productos fueron trasladados a la parte posterior del albergue, después de haber sido embalados adecuadamente en tarimas, pero aun así permanecen bajo el sol.

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