Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Víctor Cardona Galindo

PÁGINAS DE ATOYAC

Los Cívicos (Octava y última parte)

Los Cívicos sostuvieron la candidatura de Bertoldo Cabañas Ocampo para la presidencia municipal y se enfrentó a Luis Ríos Tavera. El priísta comenzó su campaña política el 14 de noviembre de 1962, con la visita a El Humo, Ciruelar y Alcholoa, poblaciones cercanas a la cabecera, mientras el Comité Municipal Electoral, integrado por Felicitos Godoy Cabañas y Elizabeth Flores Reynada, le negaban el registro.
Fue el presidente del comité muni­cipal del PRI Tomás Fierro de León quien se presentó al Palacio Municipal a registrar ante el Comité Electoral la planilla de Luis Ríos Tavera, pero el presidente Felicitos Godoy Cabañas no lo registró porque no cumplía con los requisitos que marcaba la ley electoral de ese tiempo. “Fierro de León abandonó el Palacio Municipal temeroso de ser linchado por un grupo de placeras”, comenta Wilfrido.
“Lo que pasó –dice Felicitos Godoy– es que la planilla que presentó Tomás Fierro estaba en blanco, no tenía la firma ni los sellos del comité del PRI”. Al otro día llegó el agente del Ministerio Público de Tecpan de Galeana, Alberto Pérez Solís, acompañados de pistoleros para levantar un acta del porqué se le había negado el registro al candidato del PRI. Godoy Cabañas expuso sus razones y eso quedó asentado en el acta. “No cumplía los requisitos que marcaba la ley”. Recuerda Felicitos Godoy que posteriormente le llegó un telegrama del secretario de Gobierno donde lo hacía responsable del hecho que su partido (el PRI) se haya puesto en movimiento.
Dos días después, el 18, al medio día la Asociación Cívica Guerrerense (ACG) encabezada por el dirigente local Rogelio Juárez Godoy, organizó una manifestación que partió de su casa en la calle Nicolás Bravo. El contingente recorrió las principales avenidas con música de chile frito, jalando un perro callejero flaco con el nombre de Luis Ríos Tavera, así como un gallo tapado que simbolizaba el candidato Cívico, se detuvieron en el Zócalo y mediante un alto parlante se llevó a cabo un mitin, donde fungieron como oradores Rogelio Juárez Godoy, Sabino Olivar Domínguez, de Acapulco y José Ángel Navarrete de Petatlán quien dijo que Abarca traía la misma consigna de Caballero Aburto y temían que volviera la época de represión y muerte. Le siguieron Rogelio Juárez Godoy, Felicitos Godoy Cabañas y Bertoldo Cabañas Ocampo quien habló sobre su pro­grama de gobierno.
El domingo 2 de diciembre de 1962 se realizaron las elecciones estatales, en un acto no muy claro se nombró un Comité Municipal Electoral paralelo encabezado por Jesús Bello Soberanis, Heriberto Reyes Gudiño y Demetrio Castro Girón. El comité original integrado por Felicitos Godoy y Elizabeth Flores había distribuido la papelería de todas las casillas de las comunidades, porque nunca llegó notificación alguna que los hayan destituido.
A las 8 de la mañana de ese 2 de diciembre los priistas se robaron la papelería de las oficinas del Comité Municipal Electoral del Palacio Municipal y cambiaron los comités de las cuatro casillas de la cabecera municipal, distribuyeron la papelería robada y de esa manera se llevaron a cabo las elecciones en las que triunfaron los candidatos del PRI: Raymundo Abarca Alarcón, para gobernador; Raúl Fernández Galeana, para diputado por el cuarto distrito y Luis Ríos Tavera para presidente municipal.
Felicitos Godoy Cabañas y Elizabeth Flores Reynada defendieron sus  nombramientos como miembros del Comité Municipal Electoral. Ellos habían recibido toda la papelería, la había distribuido a las comunidades de la sierra y despachaban los asuntos de las elecciones en el Palacio Municipal que estaba resguardado por mucha gente simpatizante de Los Cívicos. A las 12 del día se presentó el coronel Manuel Olvera Fragoso y para abrirse camino entre la gente se valió de una granada que llevaba en las manos, diciéndoles “aquí vamos a volar todos”. De esa manera entró al palacio con el delegado de Gobernación Héctor Castillo Monroy, enviado especial para vigilar el proceso electoral, quien al llegar a la oficina del comité electoral quiso jalonear a Felicitos Godoy pero Luis Cabañas lo paró en seco, así que el mencionado delegado se limitó a darle una palmada en el hombro y le dijo “estas muy jovencito, tu no sabes nada de política y mejor vete a tu casa”.
Dice Wilfrido que “Elizabeth Flores Reynada, sostuvo una acalorada discusión con dicho delegado en las ofi­cinas del comité municipal del PRI, a donde había llegado. Lo mismo sucedió en el Palacio Municipal con la juez menor Hilda Flores Solís, ya que el representante de Gobernación llamó la atención al presidente municipal por haber usado el sello para oficializar la papelería de Los Cívicos”.
Finalmente el comité electoral priísta únicamente recogió la votación de las cuatro casillas de la cabecera municipal. Toda la papelería que llegó de la sierra venía en blanco, las actas venían sin llenar, la gente no votó en repudio a la situación que se vivía. Sin embargo con la votación de únicamente cuatro casillas legitimaron a Ríos Tavera y a los demás candidatos priistas.
La ACG comenzó las protestas, el 5 de diciembre después de las 9 de la noche se desarrolló un mitin donde intervinieron como oradores Rogelio Juárez Godoy y Lamberto Martínez, José Hernández y Justino García, miembros de la juventud revolucionaria. Todos protestaron por el fraude electoral cometido el 2 de diciembre a favor del PRI. Ese día fuerzas federales del 32º Batallón patrullaron la ciudad para guardar el orden. “No hubo incidente que lamentar los manifestantes se retiraron a sus casas a las 10:30 horas de la noche, solamente la detención de dos tave­ristas que hizo la Policía Urbana por el hecho de haber gritado que viviera el PRI”, asentó Fierro Armenta como muestra de que Los Cívicos usaban el poco poder que tenían también para reprimir a sus enemigos.
El 6 de diciembre de 1962 a las 9 de la mañana se contaron los votos en el despacho de Rosendo Serna Ramírez donde se acumularon 2 mil 187 votos a favor de los candidatos del PRI. Ahí mismo Jesús Bello Soberanis por el comité electoral y  Benjamín Manzanares por la junta computadora hicieron entrega de las credenciales a los regidores propietarios y suplentes que fungirán como au­toridades municipales durante el trienio 1963-1965.
En San Jerónimo de Juárez, a las 11 horas 30 minutos del 8 de diciembre, mientras se celebraba un mitin de la ACG, para protestar por el fraude electoral, soldados del 32º Batallón de Infantería detuvieron alrededor de 50 ciudadanos y a los líderes Cívicos Rogelio Juárez Godoy, Fernando Sánchez Barrera, Armando Sandoval, Joaquín Isla, Teodoro Bello, Clemente Benavides, Sabino Rodríguez, y Donaciano Pino.  A la mayoría se encarceló en los separos del Ayuntamiento de ese lugar y fueron liberados el mismo día, pero los líderes fueron llevados por militares al Puerto de Acapulco. La población temía que los fueran a fusilar y para evitarlo hicieron un plantón en el Zócalo para demandar su libertad, lo que lograron el 15 por la tarde.
Luego la tarde del 13 de diciembre fueron aprehendidos por agen­tes de la Policía Federal Luis Cabañas Ocampo, Esteban y Ramón Sarabia y llevados al puerto de Acapulco. Los hermanos Sarabia fueron dejados libres inmediatamente, mientras Cabañas Ocampo fue conducido a la ciudad de México. Wilfrido al hacer una hipótesis de la detención escribió: “corre la versión de que los hermanos Sarabia revelaron a los agentes al calor de las copas en un centro de la Zona Roja, que se iban a levantar en armas con su jefe Luis. Sin embargo otros creen que se deba a los últimos mítines de protesta que han organizado en contra del PRI, y el régimen actual, la Asociación Cívica Guerrerense en esta ciudad y demás pueblos de la Costa Grande”.
Desde el 29 de diciembre a las 12 de la noche fuerzas fede­rales del 32º, Batallón de Infantería al mando del coronel Manuel Olvera Fragoso y del teniente Benito Martínez Sosa, tomaron el Palacio Municipal con el pretexto de resguardar el orden para la próxima toma de posesión de Ríos Tavera y su cabildo. La comuna cívica encabezada por Medardo Reyes Gudiño se ne­gó a entregar el gobierno a los priistas y se preparaba para entregarle a Bertoldo Cabañas, por eso el Ejército patrullaba la ciudad y tenía instaladas avanzadas en el camino a la sierra porque se esperaba una repuesta contundente de Los Cívicos. También los Cabañas tenían mucho arraigo en la sierra.
Ya a las 9 de la noche del 31 un grupo reducido de Cívi­cos se reunió frente al Palacio Municipal, para dar posesión a Bertoldo Cabañas, pero las fuerzas del 32º Batallón ya estaban posesionadas del inmueble y patrullaban la ciudad. El alcalde Medardo Reyes Gudiño después de sacar sus documentos de la presidencia se incorporó a Los Cívicos que estaban en protesta por el fraude electoral  y a las 12 de la noche los dirigentes se reunieron en la casa de Elizabeth Flores Reynada.
El primero de enero de 1963 a las 11 y media de la mañana tomó posesión el presidente municipal Luis Ríos Tavera acompañado por sus regidores y de Antonio Morales Alarcón, subprocurador Justicia en del estado quien asistió en representación del gobernador Arturo Martínez Adame.
A partir de aquí se fortalecía una clase política muy cercana a la escuela Juan Álvarez y a la parroquia local. “Durante el trayecto de la habitación de Ríos Tavera, cita en Av. Gral. Juan Álvarez 12 norte al Palacio, las fuerzas del 32º Batallón tenían redoblada la vigilancia para evitar cualquier acto agresivo”, dice Wilfrido.
Ese día los líderes Cívicos: Medardo Reyes Gudiño, Pedro Arzeta, Bertoldo y Luis Cabañas se remontaron a la sierra para para escapar de las represalias que podrían venirse con el regreso de los priistas al poder municipal.
“Después de las numerosas felicitaciones que recibió de sus amigos del lugar como de los pueblos de la Costa Grande y del puerto de Acapulco y de las delegaciones de las comunidades del municipio y pueblo en general que asistieron al acto, se sirvió un suntuoso banquete en el edificio de la Esc. Juan Álvarez, terminando de esta manera el acto de referencia dentro del orden y la concordia”, escribió el cronista de Atoyac.
La nueva comuna municipal presidida por Luis Ríos Tavera, se presentó al Palacio Municipal el 2 de enero a las 10 de la mañana para iniciar sus actividades, acompañado de Alberto Pérez Solís, agente auxiliar del Ministerio Público. Como las autoridades Cívicas se llevaron llaves de las oficinas, el agente tuvo que ordenar la apertura y dar fe de los objetos perdidos consistentes en dos máquinas de escribir y archi­vos de la tesorería. En la Monografía de Atoyac se lee que encontraron en uno de los archive­ros una bandera con el emblema de la hoz y el martillo.
En el año de 1962 jóvenes alumnos de la escuela secundaria crearon la Organización de la Juventud Revolucionaria Atoyaquense (OJRA), su presidente fue Lamberto Martínez Santiago y estaba integrada por los estudiantes José Hernández Meza, Justino García Téllez, Romelio Téllez Blanco, Bonifacio Pino Pino, Pedro Arzeta y Romana y Andrea Radilla Martínez, Natalia Rondan Pacheco, Elba Flores, Alicia Castro, Lucía Esteves, había también jóvenes que no estudiaban como Concepción Eugenio Hernández, Chon Nario y Brígido Santiago Reyes.
Para las reuniones rentaban la casa de Justina Mateo Radilla en la esquina de Independencia y Corregidora. Chon Nario elaboró unas bancas y un estante para su biblioteca. “En ese tiempo leímos las revistas Siempre, la URSS, libros como el Manifiesto Comunista de Carlos Marx, obras de Mao Tse Tung. Oíamos también radio Habana y fuimos admiradores de la revolución cubana… Algunos miembros de esta organización hacíamos visitas al profesor Lucio Cabañas en la comunidad de Mexcaltepec donde daba clases en la escuela”, dice José Hernández Meza quien recuerda que con él iban Justino García, Romelio y Bonifacio Pino.
Lucio los invitaba a comer diciéndoles: “Ahorita vamos a comernos unos frijolitos sancochados con una memelas bien calientes acompañados con salsa macha de chiles verdes”. Ya para septiembre de 1963, Lucio Cabañas había llegado a impartir clases a la primaria de la comunidad de Mexcaltepec.

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