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La autodefensa de Apaxtla está infiltrada por un grupo criminal, acusa el perredista Marino Miranda

Lourdes Chávez
Chilpancingo

Luego de reconocer el trabajo de seguridad que realiza la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en la Costa Chica, el diputado federal perredista Marino Miranda Salgado denunció que en la zona Norte hay una guerra entre bandas y que las autodefensas que se organizaron en Apaxtla están infiltradas por el grupo delictivo Guerrero Unidos, que opera en Iguala.
En una reunión en la sala José Francisco Ruiz Massieu del Congreso local, para discutir las reglas para la constitución de la comisión de la armonía y la paz, que el gobernador Ángel Aguirre Rivero anunció para el próximo 25 de febrero, Miranda Salgado admitió que los gobiernos federal y estatal perdieron el control de la seguridad y permitieron que en Guerrero y Michoacán operara con impunidad la delincuencia organizada.
Señaló que en su distrito, el 02, existe una guerra entre La Familia Michoacana y Guerreros Unidos, y que ocurren enfrentamientos entre bandas y el Ejército, lo que ha obligado a muchas familias a abandonar sus pueblos, “estamos viviendo una situación complicada”.
Añadió que en el municipio de Apaxta se integró un grupo de autodefensa, “pero sabemos que es una táctica del otro grupo que opera en Iguala, está infiltrado y se pone más complejo esto, (porque) el gobierno no tiene un plan claro”.
Para verificarlo, señaló que los soldados no entran a las rancherías porque no hay plan definido contra la delincuencia, “a veces pensamos que hay una mente perversa con poder manejando esta situación, para utilizar el fenómeno de la inseguridad para mantener sometido e intimidado al pueblo”.
Insistió en que los ciudadanos de la región no se han organizado, “a excepción de Apaxtla, que está infiltrado, y que actúan igual o peor que delincuentes,  cuando agarran a uno casi lo están matando”, dijo.
El diputado local Valentín Rafaela Solís presidió la reunión de los diputados federales con representantes de la UPOEG, y aclaró que estaban invitados más representantes de la legislatura estatal, pero ningún otro se presentó a la cita.
El diputado federal Carlos de Jesús Alejandro anunció que van a hacer un llamado enérgico a la federación para que reanude el diálogo con la  UPOEG, que rompió de forma unilateral el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, hace seis meses.
Esto, luego del bloqueo en la comunidad de Tecoanapa, donde retuvieron por dos días a más de un centenar de soldados.
El dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, señaló que el diálogo con el gobierno federal se rompió porque los acusaron de estar en contra del Ejército, pero insistió en que no están en contra de las instituciones, pero sí señalaron a un capital de alto rango, a quien sólo identificaron como Browne, de estar ligado con la delincuencia organizada.
Luego, en entrevista, señaló que varias autoridades comunitarias presentaron la denuncia contra este mando militar en la Procuraduría General de la República, pero nunca los llamaron para ratificar la demanda, y menos para conocer el avance de las investigaciones.
En el encuentro con los diputados, Plácido Valerio reiteró que la Comisión de la Armonía debe estar integrada por el gobierno del estado, el Tribunal Superior de Justicia, el Congreso local, el de la Unión, y la federación para encontrar soluciones integrales a problemas sociales, magisteriales y de seguridad.
Subrayó que el Sistema de Seguridad y Justicia de la UPOEG no es un movimiento armamentista, y es necesario encontrar salidas pacíficas y construir una nueva relación del gobierno con la sociedad.
Consideró que los diputados que se negaron a participar en esta reunión, ahora no quieren aparecer junto a la UPOEG porque la consideran un problema, pero estimó que cuando lleguen los tiempos electorales van a querer hablar con el pueblo.
El dirigente de la UPOEG aclaró que retomaron la iniciativa de la Comisión de Armonía y la Paz que el año pasado presentó el gobernador Ángel Aguirre Rivero, como un mecanismo para dar salida a problemas sociales y de seguridad, tras el surgimiento de los grupos de autodefensas.
Consideró que a través de esta comisión se pueden canalizar los conflictos magisteriales, sociales y de seguridad, si se involucran los tres órdenes de gobierno. Aunque a la fecha sólo el gobierno estatal ha mostrado disposición y tres diputados federales.
Para concluir la sesión, el diputado Carlos de Jesús Alejandro propuso que para que la Comisión de la Armonía no quede reducida a una oficialía de partes para ingresar solicitudes al gobierno federal, le tienen que otorgar funciones, facultades y un presupuesto.
Presentó una serie de artículos que entregó a los representantes de la UPOEG para que los analicen y los presenten a los diputados locales, para conformar una comisión que realmente resuelva problemas.
Consideró que una vez que se revise y se concilie con ellos, podría crearse una comisión a partir de un decreto, para que tenga institucionalidad y no termine en un anuncio.
Consideró que el problema de la comisión de armonía de 2013 fue que no le asignaron presupuesto, y tampoco se programó un calendario de reuniones con objetivos claros.
Además, señaló que deberían invitar a representantes de los cuatro pueblos originarios y de los pueblos afroamericanos.
Antes de concluir la reunión, se unió a la mesa la diputada Rosario Merlín García, quien señaló que conoce a la organización desde su nacimiento, las crisis al interior y la forma en que el gobierno ha querido someterlos.
Añadió que los diputados federales, si bien no todos estuvieron en el encuentro, tienen la postura de apoyar la iniciativa para abrir el diálogo con el gobierno federal y coadyuvar en la constitución de la comisión de la armonía.

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