Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Florentino Cruz

Diálogos por la paz en Colombia

(Entrevista con la representación de las FARC-EP en la mesa de La Habana)

Primera de dos partes

Este 2014, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC -EP), cumplen 50 años de su fundación y de mantener una confrontación armada ininterrumpida (salvo cortos periodos de suspensión de hostilidades pactadas o unilateralmente decididas por la insurgencia), contra el régimen colombiano, de disputa por el poder político y por la instauración de un gobierno y un programa distinto al actualmente existente; enfrentamiento que, como todo proceso armado, tiene niveles mayores y menores en la confrontación directa, violenta, pero que ha sido acompañante permanente de la vida cotidiana de Colombia.
Cuando se desmembró el socialismo real y desapareció la Unión Soviética, las FARC han permanecido, aclarando asuntos a aquellos que sostenían que el conflicto revolucionario en Colombia se subsidiaba desde el extinto bloque socialista.
Cuando a nivel mundial se ha asumido, voluntaria o involuntariamente, el modelo de democracia occidental y del método de los votos; cuando se firmaron la paz en El Salvador y Guatemala; cuando hemos observado el proceso de salida del poder de los revolucionarios nicaragüenses y su posterior retorno al mismo, vía un proceso electoral, encontramos que en las montañas de Colombia las FARC siguen combatiendo y enarbolando sus banderas.
Cuando al interior del país, otros grupos revolucionarios de más reciente data, el M-19, el EPL, la guerrilla indígena Quintín Lame, entre otros, firmaban acuerdos de paz con los gobiernos en turno y pasaban a formar parte de las fuerzas políticas electorales legales, las FARC permanecen en armas reiterando sus postulados para la sociedad colombiana.
En los años recientes las FARC han perdido buena parte de su dirección histórica: falleció Jacobo Arenas (1990) histórico dirigente fundador de esa organización insurgente; ha muerto por causas naturales Pedro Antonio Marín (2008), el legendario Manuel Marulanda Vélez, Tiro Fijo, fundador, líder indiscutible y comandante en jefe de las FARC; han muerto asesinados Raúl Reyes (2008), Jorge Briceño (2010), Alfonso Cano (2011), todos ellos comandantes, miembros del Estado Mayor y del Secretariado de las FARC; pérdidas de incalculable valor al seno de la insurgencia y las FARC se mantienen en pie de guerra.
Motivado por razones de estudio y análisis, pero también por un compromiso con la posibilidad de la paz en Colombia, realizamos esta entrevista con la Delegación de Paz de de las FARC-EP, encargada de construir acuerdos en el marco de la Mesa de Conversaciones con el gobierno colombiano. Instalada públicamente en Oslo (octubre 2012), y que funciona en La Habana, Cuba desde noviembre del mismo año.
Se vive en Cuba un importante proceso de diálogos entre el gobierno y la insurgencia colombiana; que en este diciembre próximo pasado se cumplió un año de encuentros entre las delegaciones de ambos bandos y se han obtenido acuerdos en temas de importancia sensible y que sobre la Mesa permanecen una gran cantidad de propuestas para encontrar una salida política, sensata, aceptable, “una solución utópica” como ha dicho el comandante Fidel Castro, y terminar con este conflicto excepcionalmente prolongado.
Podemos simpatizar con las formas de lucha de las FARC o rechazarlas; pero eso de ninguna manera impide que se reconozca la existencia de un conflicto sumamente violento en ese país hermano y que se convoque a hombres y mujeres comprometidos con la idea de la paz y la justicia, a poner el más pequeño granito de arena para contribuir al logro de la paz en ese o en cualquier otro punto del planeta.
La entrevista se realiza con Marco León Calarcá, integrante acreditado de la Delegación de Paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, en la sede de la delegación y centro también de los encuentros de diálogo.
P. ¿Quisieran ustedes hacer un breve recuento histórico de la lucha revolucionaria en Colombia y la participación de las FARC en este proceso?
R. Es difícil lo breve, pues la lucha del pueblo colombiano y sus organizaciones se remonta a los años 30 del siglo pasado. Se entiende que hablamos del último proceso violento desatado por el establecimiento guiado por los planes imperiales. En el centro del problema está la tierra, las enormes desigualdades económicas, políticas, sociales y culturales y la injusticia generada. Las FARC surgen en 1964 como respuesta a la agresión oficial, no somos generadores de violencia, somos consecuencia.
Desde su origen, la organización guerrillera despliega la bandera de la solución política, de encontrar caminos diferentes a la guerra para solucionar el conflicto en todos sus aspectos. Este es un nuevo intento, el cuarto en la historia de la confrontación social y armada. La guerra no es un fin para la insurgencia colombiana, es un medio impuesto por las políticas del Estado y sus diferentes gobiernos siguiendo los lineamientos de la Casa Blanca.
En sus 50 años de existencia, se cumplen el 27 de mayo de 2014, las FARC-EP evolucionó, lo cual implica fortalecimiento, consolidación y desarrollo; de sus iniciales 48 integrantes (46 hombres y 2 mujeres) los Marquetalianos, nuestros fundadores, pasamos a 60 frentes y otras estructuras ubicados en toda la geografía nacional. Además de las Milicias y el Partido Comunista Clandestino y el amplio pero clandestino, Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, componentes del movimiento fariano, conducido por el Estado Mayor Central de las FARC-EP y su Secretariado.
P. La actual dirigencia, sin la presencia de Marulanda, Reyes, Briceño, Cano, entre otros dirigentes históricos de las FARC ¿se siente en condiciones, con la representatividad y legitimidad suficiente para realmente pensar en firmar acuerdos y desmovilizar una organización que en este año cumple 50?
R. Las FARC-EP somos una organización político-militar, marxista, leninista y bolivariana, nos rigen los estatutos, el reglamento de régimen disciplinario y las normas internas de comando. Funcionamos de acuerdo a los principios leninistas de organización.  A partir de estas consideraciones y de nuestra realidad, el Estado Mayor Central y su Secretariado comandado por el camarada Timoleón Jiménez es absolutamente legítimo y representa nuestra organización.
No se trata de desmovilizar la organización, Los diálogos son otro intento por cumplir con lineamientos estratégicos e históricos, como es la construcción de soluciones diferentes a la guerra. Esto no es nuevo, hace parte del legado recibido.

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