Reflexionan sobre las perspectivas económicas de la cultura

Óscar Cid de León / Agencia Reforma

Ciudad de México

Las reflexiones del valor de la cultura dentro de la economía no dan tregua.
Ayer se presentó, dentro de la 35 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, el libro Economía y cultura que, bajo el sello de la UAM y la UNAM, vuelve los ojos a un tema que aún no ha sido explorado lo suficiente.
Sus autores, Marissa Reyes y Jorge Linares, reunieron allí una serie de reflexiones de académicos y creadores expertos en el ámbito, como David Domínguez, Rebeca Romo, Natalia Pérez, Santiago Niño, Hugo Álvarez Ravelo, quienes, entre muchos otros, participaron en el Foro Economía y Cultura organizado en 2011 por los autores.
Los textos son diversos, y van desde el que pondera el valor del diseño dentro la economía hasta el que abunda en las nuevas vías de consumo cultural, como son, principalmente, los soportes tecnológicos.
En la general, destaca el estudio de las diversas ofertas y demandas de un mercado tan plural.
Para Linares, las intersecciones entre economía y cultura requieren de muchos tipos de mediciones e indicadores, mismos que, distintas vertientes y campos, asoman en gran medida en un libro como Economía y cultura.
En la presentación del volumen participó Ernesto Piedras, quizá el economista mexicano más destacado dentro de la materia, autor del libro ¿Cuánto vale la cultura?, quien destacó que se continúen los estudios alrededor del tema.
“Llevamos ya más de una década de tradición muy sería, muy sostenida, cada vez más amplia de generación de discusiones, de informaciones primarias, de análisis sobre estos campos. Hasta aquí, soy muy feliz. Lo que me preocupa es que salimos de estos espacios y parecemos no estar usando las ideas generadas”, dijo.
Durante la presentación del volumen no se llegaría a conclusiones de ningún tipo, como tampoco el propio libro, que en sus páginas finales advierte: “Nos quedamos con más preguntas que afirmaciones”.
Pero en ello consiste también su valor, a decir de Piedras, pues deja abiertas más ventanas de investigación.
Ya hay incluso más economistas estudiando el tema, destacó por su parte Marissa Reyes, y eso es cosa de celebrarse.
“Éste es un material muy necesario y muy provocador”, añadiría Piedras: “Pero es también un libro poco acabado, y no lo digo yo sino lo dicen los coordinadores. Poco acabado en el sentido de que abre un montón de ventanas de investigación… Tenemos que seguir empujando para que estos materiales pasen a ser manoseados, usados, reflexionados”, aseveró.