Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Florentino Cruz Ramírez

Diálogos por la paz en Colombia

(Entrevista con la representación de las FARC-EP en la mesa de La Habana)

Segunda y última

P. ¿En esta nueva ronda de conversaciones, tienen las FARC verdaderamente interés de llegar a acuerdos de paz?
R. La decisión de construir caminos diferentes a la guerra para terminar el conflicto social y armado es estrategia de las FARC-EP. Los procesos de paz anteriores no cristalizaron por la obtusa concepción del Estado y sus gobiernos de rendir en la mesa de diálogos a la insurgencia, cuando la realidad impone construir acuerdos de igual a igual porque no hay vencedores ni vencidos.
La decisión y voluntad política de la guerrilla se demuestra en los múltiples gestos realizados, por ejemplo los ceses de fuegos declarados, las propuestas mínimas hechas a La Mesa, síntesis de las presentadas por el pueblo y sus organizaciones, la composición de la Delegación, la dirigen tres integrantes del Secretariado Nacional del Estado Mayor Central, para citar algunos.
P. En una negociación se dice que todos ponen; con relación a su programa histórico, ¿qué tanta flexibilidad tienen las FARC para la negociación o están proponiendo su programa político como condicionante en estas negociaciones?
R. Esa es la razón por la cual hablamos de propuestas mínimas, incluso recibimos reclamos aireados de sectores de “izquierda” por ser tan blandos, pero el sentido es precisamente producir acercamientos entre las partes. Mantenemos en alto nuestro programa revolucionario.
“Nosotros somos revolucionarios que luchamos por un cambio de régimen. Pero queríamos y luchábamos por ese cambio usando la vía menos dolorosa para nuestro pueblo: la vía pacífica, la vía democrática de masas. Esa vía nos fue cerrada violentamente con el pretexto fascista oficial de combatir supuestas ‘repúblicas independientes’ y como somos revolucionarios que de una u otra manera jugaremos el papel histórico que nos corresponde, nos tocó buscar la otra vía: la vía revolucionaria armada para la lucha por el poder”, dice el Programa Agrario de los Guerrilleros y sigue vigente. En eso estamos.
Es una decisión histórica, el compromiso revolucionario no excluye la posibilidad de solución política para continuar la lucha en la legalidad, claro está con todas las garantías, sin ser declarados objetivo militar por pensar diferente, sin ser considerados parte del enemigo interno de la retrógrada doctrina de seguridad nacional, en democracia popular, que no es pleonasmo.
P. Comparado con el proceso del Cagúan, ¿cuáles serían las diferencias sustantivas?
R. A partir de entender que cada momento tiene sus particularidades, encontramos en la actualidad un movimiento popular que renace y resiste, se recupera del terrorismo de Estado y enarbola las banderas de sus derechos y reivindicaciones, en el centro de su lucha se ubica el anhelo por la paz con justicia social. Esa fuerza no solo puede generar condiciones para construir la alternativa, es definitiva para ello. Además el entorno internacional es bien diferente, soplan vientos de democracia en nuestra América, gobiernos que representan los intereses de sus pueblos se afianzan y proyectan una benéfica influencia.
Colombianas y colombianos en ostensible mayoría no aceptamos, tal como lo enseñara el inolvidable Comandante Jacobo Arenas,  que el destino de Colombia sea la guerra civil.
P. Un asunto sumamente delicado para el conflicto colombiano es el problema del narcotráfico; mucho se ha señalado que las FARC están vinculadas al cultivo, procesamiento y tráfico de estupefacientes; cuál es la realidad.
R. Quiero ser enfático, de acuerdo a nuestras políticas y lineamientos, documentos y decisiones que nos rigen, las unidades farianas no puede sembrar, procesar, comerciar, vender o consumir alucinógenos o sustancias psicotrópicas. Lo del bombo mediático hace parte de la guerra sucia, es pura propaganda.
Hemos desarrollado una fuerte lucha para permanecer al margen del narcotráfico, no olvidemos que los últimos 35 años este fenómeno permeó y contaminó a Colombia, se puede encontrar en las instituciones del Estado sin excepción, la industria, la banca, el comercio, la política, el deporte, el agro, la farándula, las fuerzas militares y de policía, la Iglesia y en general, el conjunto del tejido social.
La denominada guerra contra las drogas decretada por la Casa Blanca fracasó, la realidad lo demuestra, además es más un pretexto de injerencia.
De tiempo atrás hemos manifestado nuestro acuerdo con formas de regulación, legalización o despenalización como salida realista para liquidar definitivamente las enormes ganancias de este tráfico, manejar su creciente consumo como un problema de salud pública y desarrollar estrategias preventivas con la certeza de su superación definitiva, iniciativa que se promueve desde las épocas del premio nobel norteamericano Milton Friedman hasta hoy incluyendo a cuatro ex presidentes latinoamericanos y a gran cantidad de personalidades y organizaciones del mundo entero.
El narcotráfico no es un problema de las FARC-EP. Es un fenómeno nacional, latinoamericano y mundial al que se le debe hacer frente con una estrategia racional y convergente encabezada por los primeros responsables y también grandes víctimas de este cáncer: los países desarrollados.
Ahora, previa actualización, presentamos la magistral propuesta, Plan Piloto para la sustitución de Cultivos en Cartagena del Chairá, escrita por el camarada Manuel Marulanda Vélez y ya discutida en épocas del Caguán, en la Audiencia Pública Internacional sobre cultivos ilícitos ante embajadores y representantes de diversos países y organismos multilaterales, plan detallado con el objetivo de generar condiciones de vida digna para campesinos y campesinas cultivadores de coca sobre la base del desarrollo económico, social y cultural en las regiones afectadas por los cultivos.
P. ¿Podrían explicarnos cuál es la actual situación de la guerra en Colombia? ¿Las FARC la están perdiendo?
R. La insurgencia guerrillera tiene presencia nacional, es activa militar y políticamente, su accionar cuenta con respaldo popular y sus propuestas en la Mesa de La Habana son compartidas, porque ahí se originan, por las organizaciones sociales y populares. En medio de la inmensa asimetría económica, tecnológica, no debemos olvidar el pleno respaldo y participación directa del Pentágono estadunidense, salimos airosos del Plan Colombia, el Patriota y el de Consolidación. Saquen sus conclusiones.
No se trata de detallar acciones militares, se trata de estudiar la realidad. Esta nos muestra un Proceso de Diálogos encaminado en construir acuerdos para terminar la guerra, con dos partes en pie de igualdad.
Sí señalamos la incoherencia del gobierno de Juan Manuel Santos al insistir en dialogar en medio de la guerra y no aceptar una tregua bilateral y definitiva que amainaría y evitaría sufrimientos y pérdidas humanas.
P. Se ha conocido en los últimos años, particularmente a raíz de la muerte de Raúl Reyes, de la utilización con mayor frecuencia y en mayor escala de la aviación contra las FARC. ¿Cómo esto modifica la situación de la guerra?
R. Son cambios en la táctica militar, por ejemplo el funcionamiento en pequeñas unidades, lo cual no implica que la fuerza no pueda articularse temporalmente y luego desarticularse.
P. Este proceso de diálogo, está siendo acompañado por Naciones Unidas y otros países.
R. Los gobiernos del mundo y los organismos multilaterales más representativos saludaron el inicio del proceso de paz, y se siente en la piel que los pobres de la tierra son igualmente solidarios con el noble propósito. El Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera definió la presencia de Cuba y Noruega como países garantes y Venezuela y Chile como acompañantes, la posibilidad de ampliar los países vinculados directamente a La Mesa está abierta, además la presencia internacional, países y organizaciones, es indispensable y se contempla para la etapa de la implementación y cuando se considere necesario.
P. En un esquema realista y posible de negociación y acuerdos, ¿cuáles serían los mínimos irrenunciables para las FARC?
R. La paz con justicia social, la democracia popular –no es pleonasmo–, la soberanía e independencia.
P. Hasta ahora, ¿cuáles han sido los acuerdos ya firmados?
R. Hemos construido acuerdos sobre los dos primeros puntos de la Agenda del Acuerdo General de La Habana, Política de desarrollo agrario integral y Participación política. Se han entregados informes, sin embargo estos no han sido completos pues se pretende extender la confidencialidad pactada sobre las discusiones a los acuerdos, es una situación que debemos resolver en los próximos días. Hay temas importantes que todavía debemos discutir para construir acuerdos.
P. ¿Cómo aprecian ustedes la disposición del actual gobierno de Colombia y cómo influye en el proceso de diálogo la cercanía del proceso electoral presidencial?
R. El impacto de las elecciones sobre el proceso de diálogo es negativo, el problema es la manipulación que se hace del tema de la paz, pues al ser este clamor y anhelo popular es central en todos los debates en la patria. Por ejemplo el presidente Santos utiliza indebidamente La Mesa en La Habana para su interés reeleccionista y la ultraderecha uribista la calumnia con absoluto descaro como táctica electoral.
P. ¿Es una estrategia el sigilo y la discreción, casi silencio, de los diálogos en la Habana, de los que poco o nada se sabe?
R. No es ni estrategia ni política, obedece a una realidad, a los poderosos no les interesa conocer la opinión de los pobres de la tierra y mucho menos tener en cuenta su opinión sobre el futuro de la patria.
La información, la comunicación son elementos de la dominación ideológica y su utilización negativa es arma de la guerra, de la confrontación. Es iluso pensar en equilibrios informativos cuando el bombo mediático pertenece al establecimiento, a los poseedores y por tanto defienden sus privilegios.
Desde esa realidad dirigimos nuestros esfuerzos para informar lo que ocurre en la Mesa y nuestras propuestas, nos ayuda mucho el crecimiento de los medios alternativos, para ese propósito.
En lo internacional la realidad sin ser tan cerrada es la misma, por eso la importancia asignada por nuestra Delegación a este tipo de entrevistas. Muchas gracias.
Invitamos a visitar la página de la Delegación de Paz de las FARC-EP en www.pazfarc-ep.org
Gracias.

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