Trasladan soldados y policías federales a 45 reos del penal en Chilpancingo a cárceles federales

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

Entre las 6:15 y las 7:00 de la mañana, policías federales y soldados del Ejército mexicano trasladaron a 45 presos de la cárcel de Chilpancingo a penales federales debido al hacinamiento en que viven y porque en el lugar “no hay condiciones para tenerlos”.
La señora María del Socorro Sánchez Juárez dijo que se llevó una sorpresa al llegar al penal y enterarse de que su marido, Donato Millán Barrera ya no estaba internado ahí.
Relató, afuera del reclusorio en donde le entregaron sus pertenencias, que su marido fue detenido hace cuatro años, ahora está procesado por el delito de tráfico de drogas pues lo detuvieron con una carga de droga. Prefirió no abundar en el tema.
Justo fue a avisarle que emprendería un viaje a Puerto Vallarta para visitar a sus hijos pues le dijeron que su hija enfermó “el médico le dijo que la tienen que operar por un granito que le salió en el pecho, dicen que tal vez sea un tumor pero todavía no se sabe”.
“Vine a decirle que me tenía que ir a cuidarla”, agregó
La mujer, al igual que su marido, no sabe leer ni escribir por lo que se hizo acompañar de otra señora para que le ayudara a realizar algún trámite en caso de que fuera necesario, pero le negaron la entrada al inmueble.
En cuanto al paradero de su marido, dijo que sólo le informaron que a las seis de la mañana fue trasladado por agentes de la Policía Federal y soldados del Ejército mexicano a una cárcel federal, pero no le precisaron a cuál.
En cambio, dijo que la enviaron al albergue tutelar “que fuera a ver a un Juan Manuel Solís, que él nos iba a dar información del lugar al que se los llevaron, nos dijeron que aquí no saben a dónde se los llevaron”.
De apariencia humilde y con dificultad para pronunciar el español, la mujer dijo que acostumbraba visitar a su marido cada 15 días, “a veces cada ocho días pero se me hace muy difícil porque no hay dinero para trasladarme. Por eso apenas empezó a venir el balonero, el que corta el balón para que él lo repartiera entre los presos y acá lo cocieran y de ahí sacar un poco más de dinero”.
Los trasladados son 45, según una lista que se pudo observar en manos de una custodia que verificaba los nombres cuando llegaba alguna visita.
De acuerdo a información de personal de la cárcel, en el transcurso del mes se podrían estar trasladando otros 105 reos a otros lugares para sacar de ahí a un total de 150.
La fuente aseguró que el traslado se encuentra sustentado en la ley pues por cuestiones de seguridad no se podía informar a los reos ni a los familiares de los traslados, pues podría haber grupos del crimen organizado interesados en rescatarlos  y atentar en contra del personal del lugar.
Agregó que la lista de los trasladados se podría hacer pública en el transcurso de esta semana.
Los custodios impidieron la entrada a reporteros, pero se pudo saber que las pertenencias de los 45 trasladados fueron apiladas en una de las áreas al interior de la cárcel y que había en el interior familiares inconformes con la noticia.