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Proyectan artistas desde una perspectiva underground su propuesta estética

*El creador plástico Amargo Vega, el fotógrafo Luis Ayala y el escritor Andrés Monroy, mostraron sus trabajos por espacio de unas horas a decenas de personas que dieron fe del concepto de arte independiente que los motiva en la exposición Podrido

Óscar Ricardo Muñoz Cano

En un mundo donde, como dice la crítica Avelina Lésper, el arte contemporáneo sólo  te exige asimilarlo y no discutirlo, donde todo el tiempo quien se equivoca es el público, el artista y la obra es infalible y por ello ambos son bien recibidos por un Estado que le abre las puertas y los nombra voceros de masas a las que en realidad ni ve ni atiende, la aparición de eventos al margen de las instituciones culturales y de sus lineamientos son desde un frescor hasta un milagro.
Por eso, la sorpresa de la exposición artística Podrido, que bajo lemas como “¿De qué tienes miedo?”, “A veces en el arte, como en la vida, con los puros huevos basta” o “La Primera Regla de Podrido…es que nadie habla de Podrido” que circularon en redes sociales, se presentó de manera efímera la noche del viernes en el segundo piso de un edificio con apariencia de abandono sobre avenida Cuauhtémoc y al más puro estilo underground que contó incluso con la música de Nirvana de fondo.
Los responsables: el artista plástico Amargo Vega, el fotógrafo Luis Ayala y el escritor Andrés Monroy, quienes mostraron sus trabajos por espacio de unas horas a decenas de personas que dieron fe del concepto de arte independiente que los motiva.
“Podrido es un intento de hacer arte sin hacer cosas bonitas; no ocupas hablar bonito de las cosas, del país, de la ciudad, para que algo sea artístico”, indicó en entrevista Andrés Monroy, organizador de la exposición, y quien agregó que si bien este reciente impulso que se le está dando al arte en la entidad es bueno, “también genera que los artistas se vuelvan moderados para que no los vayan a vetar o dejar fuera del presupuesto; se hace algo bonito, con playas bonitas, que disfrute el turista pero no es por ahí, se puede ser independiente y expresar algo incluso también sin necesidad de exhibir lo peor de la ciudad, por ejemplo…”.
Además, “se debe demostrar que se pueden hacer cosas”, explicó Andrés Monroy, “hay que demostrar a toda la bandita joven que se pueden hacer cosas sin apoyos, cosas que requieren trabajo; si se malacostumbran a los apoyos que ahora hay, cuando salgan las autoridades de ahora se van a quedar en el Limbo…”.
En su caso como escritor, la temática fue la de relacionar las letras con otras disciplinas y ver cómo exponer su trabajo como escritor a la vista de la gente, situación que resolvió al armar una especie de collage en la pared con las hojas de su último libro, Correspondencia interna, dejando a la vista fragmentos suficientemente grandes para ser leídos.
A ello se sumó la colocación de manera estratégica de letreros con frases de escritores locales como Sofía Alvarado, David Yaurima o Charlie Punketo, que por su mensaje llamaron la atención.
Mientras tanto, y sobre el trabajo del fotógrafo Luis Ayala, éste consistió en varias imágenes en blanco y negro cuyo tema dominante fueron las mujeres.
Ayala, quien también tiene trabajo en exposición en las rejas solares del Centro Cultural Acapulco, explicó que las fotografías representan miedos y alegrías, “sobre todo vivencias de esas mujeres que ante el espectador le causaran algún impacto y hasta alguna reflexión”.
Por su parte, Amargo Vega y su serie de cuadros que van desde las imágenes oníricas hasta lo perverso pasando incluso por lo tierno de una mariposa, tienen como base acuarelas y plumas que sirven de soporte técnico para un trabajo directo, claro y en este caso rebuscado, contrastando con sus otros trazos más escuetos.
En ese sentido, el artista plástico que también tiene una exposición, ésta en Casa Borda de Taxco, explicó que “aquí hay todavía más emoción a lo que he mostrado, y me gusta mucho lo que veo pues no es apegado a las normas y todavía más libre de lo que puedo ser”.

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