Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

María Luisa Garfias

El estado laico y la vida de las mujeres debe ser la prioridad

El 16 de Junio del 2013, en un acto público con mujeres en Chilpancingo, el gobernador Ángel Aguirre Rivero se pronunció a favor del derecho a decidir de las mujeres y se comprometió a enviar al congreso local, la iniciativa para despenalizar la interrupción del embarazo.
El día 6 de este mes, el portal del gobierno del Estado difundió una reunión en el que las y los secretarios de despacho de Salud, Educación, de la Mujer, de Gobierno, de la procuraduría y el mismo gobernador, se habían reunido para analizar el tema de la despenalización del aborto y preparar la iniciativa para tal fin y enviarla a la LX Legislatura.
Este hecho sentaría un precedente histórico, porque nos estaría hablando de un gobernante que está priorizando el estado laico que nos rige y con él la ley que protege los derechos y la vida de las mujeres y no sus convicciones personales.
De cumplirse este compromiso del gobernador, le tocará a las y los diputados de este Congreso local definirse de lado de quién están, si de la vida de las mujeres ya nacidas con derechos plenos o del lado de la muerte de ellas, ya que cada día 14 mujeres interrumpen su embarazo en la clandestinidad poniendo en riesgo su salud y su vida por negarles el Estado el derecho a decidir libremente su maternidad.
Los datos proporcionados por la misma Secretaría de Salud de Guerrero y otras instituciones federales, así como de organizaciones no gubernamentales, señalan que tan sólo en las salas de urgencia de la SSA, llegan aproximadamente 2 mil 600 mujeres con procesos de aborto, usando para ello instrumentos que les causan invalidez, el mismo Conapo ha difundido que en nuestra entidad son cerca de 5 mil abortos al año; las secuelas ante esta situación ha sido que Guerrero ocupe el primer lugar en muertes de mujeres por aborto.
La propuesta que las mujeres de organizaciones de derechos humanos hemos hecho desde hace ya varios años, ha sido que se despenalice la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas, porque está demostrado que es en esta etapa cuando mayoritariamente las mujeres se practican un aborto; pero además, científicamente está demostrado que aún el sistema nervioso central no está desarrollado.
En Guerrero, quienes se oponen a que las mujeres ejerzan su derecho a la libertad de decidir, muestran el poco interés por la vida de miles de mujeres guerrerenses, que independientemente de su religión o  de su nivel académico, ante un embrazo que no desean, abortan.
Acapulco ocupa el primer lugar en abortos, le sigue la zona Centro, la zona Norte y por último la Montaña. De estas mujeres, un 26 por ciento son menores de edad.
¿Acaso creen que mantener el aborto penalizado disminuirá la conducta? se equivocan. Las mujeres que han tomado su decisión lo harán, independientemente de lo que establezca la ley, y lo harán clandestinamente, con ganchos de tejer o ganchos de ropa, o bien enriqueciendo a quienes se aprovechan de esta situación de penalidad.
Entonces qué mejor que la ley las proteja y les brinde las condiciones para que quien desee interrumpir su embarazo lo realice con el menos riesgo posible a su salud y a su vida. Hay quienes argumentan que no existe el presupuesto ni los recursos humanos para atender a las mujeres en los servicios de salud, y esto tampoco es verdad, sí existe la estructura para ello y también el presupuesto, porque los abortos son con medicamentos y no quirúrgicos.
El Distrito federal ha dado muestra de que desde 2007 en que se despenaliza la interrupción del embarazo, el aborto con medicamentos ha sido todo un éxito, cero muertes de mujeres, que es el objetivo principal.
Entonces qué esperamos en Guerrero ¿más abortos clandestinos y con ello más muertes de mujeres?

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