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Lamenta investigadora de la UAG ausencia de ésta en la discusión por la despenalización del aborto

Karla Galarce Sosa

La Directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres Hannah Arendt, del Instituto de Estudios Políticos Avanzados, Ignacio Manuel Altamirano de la Universidad Autónoma de Guerrero (IIEPA-IMA UAG), Rosa Icela Ojeda Rivera, criticó la ausencia de la máxima casa de estudios en la discusión por la despenalización del aborto en la entidad, tema en el que consideró fundamental la participación de instituciones públicas y privadas, así como de la sociedad civil.
La investigadora participó en la mesa de análisis Derechos Sexuales y Reproductivos que convocó la Universidad Loyola del Pacífico y en la que participaron también la integrante de la organización defensora de los derechos humanos Raíz Zubia, Susana Oviedo Bautista; y la docente de esa institución privada, Ila Kuri Hernández.
La mesa se desarrolló en el aula de usos múltiples de esa institución.
Las participantes coincidieron en que la educación sexual, debe ser efectiva y realizarse de manera paralela a la despenalización del aborto, debido a que Guerrero registra una alta tasa de embarazos en adolescentes y jóvenes menores de 23 años.
La investigadora de la UAG, Rosa Icela Ojeda Rivera, citó algunos de los tratados internacionales que históricamente fueron otorgando el derecho a las mujeres de participar en la vida pública de los diferentes gobiernos en distintas épocas y continentes.
Señaló que la despenalización del aborto, aumentará la posibilidad de la construcción de la ciudadanía de las mujeres porque habrá confianza en la toma decisiones.
Destacó que en la Convención de los Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, se concluyó que “las mujeres son humanas y por lo tanto debían estar representadas políticamente”.
Resaltó que históricamente, existe un modelo de ciudadanía formado a partir de la figura masculina, en el que únicamente se reconocía como ciudadanos a los hombres de piel blanca, heterosexuales, propietarios, adultos y sanos; calificativos que resumió como componentes de un modelo “altamente excluyente”.
Señaló que faltan acciones afirmativas y el aval de los partidos en el poder para lograr en los órganos de representación la presencia de las mujeres como una masa crítica y no como una cuota a cumplir.
Dijo que el comité de la Cedaw (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer o CETFDCM -también conocida por sus sigla en inglés), hizo una observación al estado mexicano y dijo que no podía haber dos reglamentaciones distintas, porque en el DF existe una legislación donde el aborto ya no era penalizado y otros donde sí.
“Mandató a homologar su propuesta”, enfatizó y acotó que se requiere de una amplia participación de la sociedad y, principalmente de las instituciones académicas, por la población juvenil que confluye en sus aulas.
Criticó la ausencia de la UAG en el debate originado por la necesaria despenalización del aborto. Felicitó a la universidad Loyola porque lejos de generar prejuicios sobre la necesidad del establecimiento del debate, lo promueve.
“Las mujeres no hemos podido construir el derecho como humanas por prejuicios (…) el aborto no es una reivindicación porque es terriblemente traumática, por muy avanzadas que estén las técnicas médico quirúrgicas”, señaló Ojeda Rivera.
Insistió en que México, como país tendrá que agregar la interrupción legal del embarazo dentro de las doce semanas de la concepción. Pero también debe garantizar la interrupción del? embarazo en espacios limpios, con seguridad y bajo circunstancias de respeto a los derechos humanos.
Por otro lado, la docente de la universidad Loyola, Ila Kuri Hernández consideró que deben ser excluidos prejuicios e influencia religiosas en el establecimiento de políticas públicas, así como en temas científicos y jurídicos.
Mientras que de la comunidad Raíz Zubia, Susana Oviedo Bautista, mencionó durante su participación el caso de Cándida, una mujer sordomuda, nahua a quien el sector salud no le practicó un aborto porque desconocía del procedimiento después de que fue violada.
Hizo referencia a las tres causales que permiten la práctica del aborto.
Exhortó a las autoridades a insistir en la educación sexual desde los primeros grados de educación básica, para que sea una materia impartida por docentes con una mente amplia y flexible.
Como comunidad Raíz Zubia, aclaró: “no promovemos el aborto, y buscamos que se cumpla con las normas establecidas”.
Hizo referencia al monitoreo que el organismo hizo en 2010 en centros de salud, y que arrojó un nulo apoyo para los adolescentes en el uso de los métodos anticonceptivos, donde les exigían compañía de tutores e incluso, a los mayores de edad, su credencial de elector, por lo que se violaba su derecho a la recepción de información.
Pidió a las autoridades que haya programas públicos abiertos, campañas de formación e información y que se valore el papel de la mujer y los roles en la sociedad actual. Pidió también la rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos a las instituciones.
Entre las tareas que impulsa el organismo, mencionó que se requiere promover la exigencia de rendición de cuentas y difundir los resultados que se obtengan.
“Proponemos que se despenalice el embarazo hasta las doce semanas porque las mujeres mueren durante ese lapso”, señaló.
En la sesión de preguntas y respuestas, Rosa Icela Ojeda dijo que el actual gobierno estatal cuenta con una oportunidad de sentar precedentes para permitir que las mujeres elijan libremente la vida que quieren.
Aunque lamentó que se carezca de una sociedad civil organizada, participativa, por lo que pronosticó una construcción lenta de ciudadanía en la entidad, además, que en Guerrero se tienen “huecos en el estado de derecho” y es asediada por el crimen organizado, factores que consideró motivos de atraso en el avance hacia la equidad en la toma de decisiones y participación.
Y a la pregunta de si Guerrero está preparado para ser gobernado por una mujer, señaló que “para gobernar, una mujer requerirá el aval de la oligarquía partidaria”, además que “es al interior de los partidos el punto de partida para la apertura de las mujeres en el ámbito político”.
¿Cuál será el impacto de la despenalización del aborto en una sociedad como la de Guerrero?, preguntó otro de los alumnos participantes en la mesa, y la activista Susana Oviedo respondió que se contaría con la posibilidad de que no habría más muertes por las prácticas de abortos mal realizados.

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