Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Recrea la OFA un ambiente de aquelarre al interpretar Una noche en la árida montaña de Mussorgski

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Apenas y dos tercios del Teatro Juan Ruiz de Alarcón dieron cuenta del esfuerzo de la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA) para interpretar las obertura de Las Vísperas sicilianas de Giuseppe?Verdi y la pieza Una noche en la árida montaña de Modest Mussorgski, que hiciera famosa Disney por la película Fantasía (1940) y que obtuviera dos premios Oscar; obras que, sumadas al resto del programa, uno de los más cortos de la temporada, resultaron de mucha dificultad.
Previamente, durante la charla entre el público con el director Eduardo Álvarez Ortega (y no Mata, como por error se escribió en la nota anterior), éste adelantó que se prepara ya el programa especial para el Día del niño con música de programas de televisión como Los Simpson, así como el poema sinfónico Werther, de la mano de la joven cantante Zayra Ruiz, y la Primera Sinfonía de Tchaikovsky, entre varias cosas.
Pasadas las 9 de la noche y luego de la orden de afinación en La, la OFA el grupo de violines tuvo en sus manos llevar a buen término la obra de Verdi que compuso ya en la cúspide de su fama y por encargo de la Ópera de París en el siglo XIX.
No obstante, sería Una noche en la árida montaña de Mussorgsky la que destacaría por sobre el resto del programa; melodía precisa, de trazos impresionistas y cambios muy marcados que dieron la posibilidad al público de recrear imágenes y atmósferas diversas y que van, en la obra original, de una asamblea de brujas, su charla y parloteo incesantes; el cortejo de Satán; la impía glorificación de Satán; y el aquelarre de las brujas con todo y campanas al final.
De la mano también del grupo de violines, pero a la vez permitiendo el lucimiento de varios de los otros instrumentos como las flautas o los oboes, la obra, que según algunas fuentes está basada en un cuento del escritor ruso Nicolai Gogol, fue aplaudida largamente por el público.
Luego del intermedio, y sin desmerecer, la OFA interpretó la Sinfonía número 4 del alemán Félix Mendelssohn, la cual está compuesta por cuatro movimientos (Allegro vivace, andante con moto, con moto moderato, y Saltarello: Presto).
Conocida como La italiana, por la inspiración musical en aquel país, y a pesar de sus ritmos rápidos y melódicos llegó a su fin de manera sorpresiva, generando una respuesta tardía del público que después de emocionarse con una melodía de obsequio, la Lezginka de Araman Khachaturian, aplaudió como debía de ser.
La orquesta Filarmónica de Acapulco regresará al teatro Juan Ruiz de Alarcón hasta dentro de dos semanas para continuar con la primera parte de la temporada de este año denominada Claves de sol.

468 ad