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Justicia en feminicidios y desaparición de mujeres, demandan en Atoyac organizaciones sociales

Francisco Magaña

Atoyac

Con el lema “sin memoria no habrá justicia, ellas morirán cuando dejemos de luchar, honrémoslas”, las organizaciones sociales de Atoyac, presididas por la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Madres Solteras, Colectivo de Mujeres Campesinas, Red de Mujeres por el Derecho a la Salud y Raíz Zubia, conmemoraron el Día Internacional de la Mujer.
Durante la conmemoración se informó que el estado ocupa el cuarto lugar con más violencia hacia el género femenino, según la Red de Mujeres.
El acto, que consistió en ponencias, la transmisión del documental Montaña Invisible, del venezolano Ángel Linares, y una presentación musical de la cantautora oaxaqueña María Ferrina.
Se desarrolló en el centro social El Enano, donde la oradora del acto, la ex regidora y presidenta del Red de Mujeres por el Derecho a la Salud, Antonieta Castro Mondragon, dijo que “no hay mucho que festejar, pero sí destacar y reconocer el trabajo de muchas compañeras, que han dado hasta su vida y siguen luchando, porque las mujeres seamos tomadas en cuenta en igualdad de derechos con los hombres”.
Participaron como invitadas la abogada defensora de los derechos humanos de Tlachinollan, Neil Arias; la regidora y ex esposa del luchador social asesinado Arturo Cardona, Sofía Mendoza; la defensora de derechos humanos, Nadia Maciel Paulino; la hermana de la comandante Nestora Salgado García, Cleotilde, quien compartió un escrito que desde su cautiverio envió aquélla; Reina Alcocer Navarrete y Rosario Dionisio, del Comucam; Tita Radilla Martínez; la luchadora social Martha Sánchez y el cronista municipal Víctor Cardona Galindo, así como el director del Centro de Salud de Atoyac, Jesús Ríos Vargas, en representación de la Jurisdicción Sanitaria 5 de Costa Grande.
La dirigente de la OCSS, Norma Mesino Mesino, fue la primera en participar y con su ponencia destacó que el Día Internacional de la Mujer es para reconocer el trabajo por las causas justas, por alcanzar la paz, igualdad, justicia social y desarrollo del entorno en que viven.
Señaló que las diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas quedarán atrás en la unificación de esfuerzos por alcanzar la igualdad que les corresponde.
Dijo que “hay que recordar que este día no debe ser sólo un día de festejo, sino la continuación de la lucha y que las compañeras que simbolizan este importante acontecimiento han dado vida y su sangre, por lograr cambios en la sociedad, las 129 compañeras que murieron en 1957, que exigían igualdad de salarios y una jornada justa, hasta las que en la actualidad han caído en manos de la opresión o omisión del gobierno mexicano; lo decimos así, expresamente, porque no hay garantías para realizar nuestro trabajo comunitario ni social, además de que ningún caso de esos crímenes ha sido esclarecido por las autoridades correspondientes”.
Señaló que lo que alarma e indigna a la sociedad son los asesinatos selectivos de compañeras que han quedado en la impunidad, como el de su hermana Rocío Mesino, líder la OCSS, asesinada en Mexcaltepec el 19 de octubre de 2013, cuando atendía un comedor comunitario de trabajadores para restablecer el paso a la sierra de Pie de la Cuesta, que sigue incomunicada a la fecha.
Lamentó que a cuatro meses con 18 días siga sin ningún avance el caso, que está en total impunidad.
Aseguró que lo mismo pasa con el caso de la ecologista de Coyuca de Benítez, Juventina Mojica Bernáldez; el de Ana Lilia Gatica Rómulo, esposa del dirigente Luis Olivares Enrique, de la organización de Productores de la Costa Grande, y el de la activista Fabiola Osorio, de Guerrero Verde, “y no olvidemos el caso de Digna Ochoa, abogada defensora de ecologistas”.
Demandó la presencia de la ecologista de Petatlán, Eva Alarcón, desaparecida junto con su esposo Marcial Bautista, y la libertad inmediata de la comandante de la policía comunitaria Nestora Salgado, recluida en una prisión de máxima seguridad en Nayarit.
Mesino Mesino dijo que con todos esos casos queda claro que “el gobierno mexicano no respeta los derechos humanos de las mujeres y demuestra el peligro, y alto riesgo que nos enfrentamos día a día las luchadoras sociales, activistas de derechos humanos, periodistas, ecologistas y todas las mujeres que luchamos y denunciamos”.
Señaló que la sangre derramada de las asesinadas, las lágrimas de los familiares de las desaparecidas por hacer valer sus derechos.
Dijo que la farsa de justicia e igualdad sólo queda en discursos de los gobernantes, por lo que le toca a las mujeres tomar las riendas y el timón de lucha, porque lo que se ha logrado es por ellas mismas y ante el recuerdo de las heroínas, “no las llamamos a la guerra pero tampoco al conformismo, tampoco a soñar, las llamamos a despertar, porque el Estado le apuesta al olvido, para nosotros el olvido es otra forma de muerte, mucho más cruel y violenta; será el asesinato de nosotras mismas de las que supimos y después nos dimos la vuelta y de las que no supimos, porque cerramos los ojos”.
Hizo un llamado a los intelectuales, activistas de derechos humanos, profesionistas, amas de casas, periodistas, artistas y todos los que tienen memoria, a exigir justicia en el caso de su hermana Rocío Mesino y de sus compañeras que han caído, “honrémoslas y no las olvidemos, porque ellas morirán cuando nosotros dejemos de luchar”, concluyó.
Por su parte, el cronista municipal Víctor Cardona reseñó que la historia se ha escrito de manera machista, “sabemos qué hizo Juan Álvarez, pero no sabemos qué pasó con Josefina Benítez, ni las esposas de los otros luchadores de la Independencia, que vivieron ellas también”.
Abundó que la primera que organizó a las mujeres en Atoyac fue la madre de la profesora Hilda Flores, Elizabeth Flores, quien formó la Organización de Mujeres Cardenistas, por lo que fue la primera política en el municipio participando en la lucha cívica y comunista en el siglo pasado.
Criticó que años atrás, la mujer que entraba a la política o al trabajo de organizarse, la difamaban; como pasó con la profesora Hilda Flores, a quien no la bajaban de ser querida de Lucio Cabañas por el solo hecho de haberlo apoyado, “era muy mal visto hacer política en las mujeres, pero Atoyac ha sido distinto a otros municipios, porque aquí hay cantautoras, luchadoras sociales, políticas, escritoras, artistas y guerrilleras”.
Precisó que la primera regidora en el municipio fue Genara Serafín, y a la fecha van dos presidentas municipales y varias diputadas locales.

Justicia en feminicidios y…
Indicó que la primera guerrillera fue Aidé Ramales Patricio, de la comunidad de El Porvenir, detenida en Chilpancingo, de la cual consta en los archivos que a pesar de las torturas “nunca se rajó, ni dio nombres de los que anduvieron en la guerrilla; después de que fue detenida, ya pasada la muerte de Lucio Cabañas”.
Señaló como otra mujer destacada en el municipio a Rocío Mesino, de quien dijo fue cruelmente asesinada por su trabajo de gestora, política, defensora de los derechos humanos y luchadora social, la cual destacó que nunca se rajó, a pesar de que vivió en constante peligro.
La representante de Tlachinollan, Neil Arias, informó que lamenta la violencia institucional que se vive en el estado, y ejemplificó con el caso de Rocío Mesino y Alma Delia Gatica Rómulo, casos que documentaron, donde no hay justicia ni responsable que haya sido juzgado, lo que preocupa la violencia que se vive en el estado hacia las defensora de los derechos humanos.
Dijo que la Red Nacional de Derechos Humanos de México se une a la exigencia de justicia y libertad, y por que se garantice el trabajo de las defensoras de derechos humanos en el país.
Precisó que las 135 defensoras que integran la Red en 86 organizaciones de 20 estados, les dicen que no están solas y estarán atentas en Guerrero.
A su vez, la luchadora social Martha Sánchez destacó su admiración a la activista de los derechos humanos Tita Radilla, por su trabajo, que ha logrado importantes avances en materia de justicia en el país con el caso de su padre Rosendo Radilla.
Reconoció la lucha y trabajo que emprendió Rocío Mesino, quien aspiró a gobernar el municipio, donde hubiera un trato justo y diferente, “por esos todos somos Rocío”.
Asimismo Tita Radilla destacó que sin la mujer muchas de las cosas no serían posibles, “pero sigue siendo invisibilizada, porque no todas tienen el derecho de sentirse seres humanos, y con iguales derechos que el hombre, y es gracias a la lucha de la mujer que hay cambios”.
Demando que cese la persecución a los defensores de los derechos humanos y que se respete la ley, ya que las mujeres están expuestas a indefensión y expuestas al peligro, dijo.
Asimismo, Cleotilde Salgado García, hermana de la comandante Nestora Salgado leyó el documento que ésta envió desde la cárcel en Tepic, Nayarit y de la que se dio cuenta en la edición de este sábado de El Sur.

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