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Pide Abel Barrera que se investigue el asalto que sufrió; el gobierno deja actuar a delincuentes, señala

Él y el abogado Santiago Aguirre cuentan con medidas cautelares pero no se han cumplido, reclama. El robo con violencia que tres asaltantes cometieron en la carretera cerca de Chilapa contra dos integrantes de Tlachinollan “es un caso más de atraco, y de impunidad y de inacción que hay de parte de las autoridades”, afirma

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, confirmó ayer que la noche del miércoles fue asaltado violentamente junto al abogado de ese organismo, Santiago Aguirre, por tres delincuentes que los amarraron, los sacaron del camino y les quitaron la camioneta en que se transportaban, así como sus pertenencias e identificaciones.
Exigió que las autoridades investiguen este asalto que no es un hecho aislado, sino uno más de los constantes crímenes que se cometen en la carretera cerca de Chilapa, desde asaltos, robos, secuestros y desapariciones de que son víctimas ciudadanos que transitan por ese tramo, principalmente después de las 6 de la tarde. Dijo que las autoridades del gobierno conocen este problema y no han actuado para garantizar la  seguridad, y han dejado a los delincuentes que actúen sin ningún castigo.
Vía telefónica informó que esa noche se trasladaban a Chilpancingo a reuniones con organizaciones sociales y organismos de derechos humanos, al día siguiente acudirían a la delegación de Diconsa para tratar el desabasto de maíz en la región de La Montaña y viajarían a la ciudad de México para reunirse también con agrupaciones civiles.
Tanto Abel Barrera como Santiago Aguirre cuentan con medidas cautelares que les dictó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh) desde hace tres años, sin embargo no se han cumplido, y tienen que desempeñar su trabajo en una situación de riesgo, dijo Barrera Hernández.
Reconoció que no se trató de un ataque directo por su trabajo como defensores de derechos humanos, sino que fue un caso de delincuencia común que sufren a diario todos los ciudadanos.
“Este ataque lo caracterizamos como parte de esta situación de seguridad que enfrenta cualquier ciudadano del estado, en donde estamos muy expuestos a sufrir atracos de parte de grupos de la delincuencia, que no sabemos si es común u organizada pero que están operando en el estado”, dijo.
Informó que esa noche fueron interceptados aproximadamente en el kilómetro 75 de la carretera Chilpancingo-Tlapa, adelante de Chilapa, entre las 8:40 y 8:50 de la noche, cuando viajaban de Tlapa a Chilpancingo en una camioneta Nissan doble cabina, modelo 2014 de Tlachinollan que apenas había adquirido el organismo para sus actividades.
“Nos alcanzó una camioneta Nissan de redilas en la que viajaban tres personas, al emparejarse con nosotros en la carretera nos amagaron con pistolas, apuntándonos nos dijeron que nos paráramos porque si no nos iban a matar, ante eso bajamos la velocidad, nos orillamos y ellos nos cerraron el paso”, narró Abel.
Agregó que después, dos de ellos bajaron apuntándoles con sus armas cortas, “a mí por un lado y a Santiago por el otro. Nos sometieron y nos obligaron a tirarnos al pavimento, mientras que uno de ellos se subió a nuestra camioneta y se la llevó, entendemos que la finalidad era llevarse el vehículo”.
Informó que después se quedaron con los otros dos asaltantes, uno de ellos menor de edad, “nos sometieron, nos amarraron y nos subieron a su camioneta tirados en la plataforma, uno de ellos subió a la cabina para manejar y el otro nos iba cuidando apuntándonos con el arma para que no nos fuéramos a escapar”,.
Narró que los delincuentes se desviaron por un camino cerca del cerro de las antenas, conocido como Poza Larga. Se desviaron como a medio kilómetro y los bajaron, después los amenazaron que no fueran a denunciar porque los iban a matar.
Barrera Hernández dijo que los delincuentes les quitaron el dinero que llevaban, todas sus pertenencias, teléfonos celulares y lap top, así como sus identificaciones, después se fueron en su camioneta a Chilapa, por ese rumbo también se había ido el otro delincuente que se llevó la camioneta de Tlachinollan.
Dijo que lograron desatarse y se encaminaron a la carretera en donde pidieron aventón a los automovilistas pero nadie quería levantarlos hasta que pasó una camioneta de la Policía Estatal que los trasladó a Chilapa, en donde pidieron ayuda al Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón.
Mientras tanto, los policías que les dieron auxilio reportaron el caso a sus superiores y recibieron instrucciones de que les pidieran los datos y los llevaran a la Agencia del Ministerio Público a presentar la denuncia.
Agregó que al menos no se complicó mucho su salida del lugar, “porque temíamos que hubiera más delincuentes vigilándonos”.
Berrera Hernández añadió que él habló con el asesor del gobernador Ángel Aguirre Rivero, Ernesto Aguirre, “con quien hemos tenido comunicación sobre la implementación de las medidas cautelares que desde hace años supuestamente tenemos, para pedirle la ayuda gubernamental”.
El director de Tlachinollan manifestó que este modus operandi es el mismo desde hace años de los delincuentes en este lugar que operan con toda impunidad en contra de los automovilistas que pasan por esa zona después de las 6 de la tarde.
“Simplemente podemos decir que el nuestro es un caso más de atraco y de impunidad y de inacción que hay de parte de las autoridades porque en verdad no han querido actuar con contundencia para poder contener esta violencia, esta inseguridad y estas formas con las que se atenta fácilmente en contra de nuestra integridad y en contra de nuestro patrimonio”, se quejó.
El defensor de derechos humanos agregó que los ciudadanos no pueden seguir inermes ante este tipo de acciones.
Manifestó que para los defensores de derechos humanos, casos de violencia como el que sufrieron “representan una restricción a nuestro trabajo como defensores pues tenemos que  replegar nuestras acciones, los tiempos para trasladarnos se ven restringidos porque nos vemos obligados a cambiar de horarios porque no hay seguridad, no hay garantías para hacer el trabajo con certeza de que vamos a circular con tranquilidad”.
Al día siguiente del asalto a los dos integrantes de Tlachinollan, desde las 7 de la mañana  se vio sobrevolar en Chilapa un helicóptero y se vieron acciones policiacas en las entradas de esa ciudad, sin embargo Abel Barrera dijo que no tiene seguridad de que estas operaciones fueran motivadas  por el caso de violencia que sufrieron, pues en el operativo participaron agentes federales, “y nuestro caso fue del fueron común”.
Más bien dijo que el operativo policiaco se realizó como consecuencia de otros delitos del orden federal como los constantes secuestros que han ocurrido en esa población en los últimos meses.
“Realmente el motivo del operativo es por los desaparecidos que hay en esta ciudad, creo que hay hasta personas del propio Ayuntamiento, por eso no puedo decir que sea como consecuencia de nuestra denuncia”, terminó

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