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Presentan en Bellas Artes concierto inspirado en supuesta profecía maya

Un año después de su estreno en Alemania, El concierto para el fin de los tiempos, musicalizado por la Orquesta Sinfónica de Dresde, se presentó en México, el país donde floreció la cultura maya que en 2012 llevó a pensar a muchos que el ocaso de la humanidad estaba cerca, según una supuesta profecía.
El Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, el recinto cultural más importante del país, fue la noche del viernes sede de la presentación, que incluye piezas de los compositores mexicanos Silvestre Revueltas (1899-1940) y Enrico Chapela (1974), además del polaco Henrik Górecki (1933-2010).
El estreno tuvo lugar en Dresde el 21 de diciembre de 2012, fecha en que culminaba un baktun (ciclo maya de 394 años), según el Códice Dresdensis, un documento prehispánico alojado en la Biblioteca Estatal de Sajonia, que se dice es un calendario o un libro de adivinación basado en el sorprendente conocimiento astronómico de los mayas.
Pero esa fecha fue interpretada en múltiples rincones del orbe como el fin del mundo. Por eso, Markus Rindt, director de la Sinfónica de Dresde, y Enrico Chapela idearon en 2008 presentar este concierto por algunas ciudades prehispánicas de México, algo que no se dio, como tampoco la extinción de la humanidad.
Cuatro años después, en un intercambio entre músicos de México, Guatemala y Alemania, El concierto para el fin de los tiempos pudo concretarse en la Biblioteca Estatal de Sajonia para honrar al pueblo maya, que habitó el sureste de México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras.
La presentación en la capital mexicana, que incluye los mismos participantes y se llamó Orquesta Sinfónica de Dresde: Códice Dresdensis, forma parte del Festival México Centro Histórico y es resultado de un cúmulo de apoyos, entre ellos de la Unión Europea e instituciones mexicanas y alemanas.
Así, enmarcados por el telón de cristales iridiscentes de la sala principal del Palacio de Bellas Artes, músicos germanos y mexicanos deleitaron a un público que los ovacionó tras su interpretación bajo la batuta de José Areán, director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Mientras, el director de la Sinfónica de Dresde y principal autor de este concierto observaba sentado desde un palco el desarrollo de la propuesta, que conjuntó réplicas de instrumentos precolombinos, música de cámara y el sonido del heavy-metal de las composiciones de Chapela, que también asistió al evento.
Uno de los momentos claves de la noche fue cuando la cantante maya Sara Curruchich alzó su voz para acompañar las notas de la obra Albaktún. Curruchich, nacida en Guatemala, no viajó a Alemania, aunque sí participó en el concierto en una transmisión en vivo desde México.
En México el programa musical estuvo conformado por piezas como Homenaje a Federico García Lorca, Sensemayá y Pequeño réquiem para una polca. (DPA / Ciudad de México).

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