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Golpean y amenazan policías municipales al hijo de un policía comunitario en Tixtla

*Presentan queja ante la Codehum por intento de intimidación

Lourdes Chávez

Tixtla

Policías municipales de Tixtla golpearon y amenazaron a un menor de 15 años, hijo de un policía comunitario, para amedrentar al movimiento de seguridad comunitaria, pero los activistas aseguraron que no lo van a lograr, y presentaron una queja ante la Comisión de Defensa de  Derechos Humanos (Codehum).
La víctima y el padre del adolescente, Abel Gonzalez Bernal, denunciaron que el lunes alrededor de las 6 de la tarde, policías municipales que iban en la patrulla 012 lo persiguieron cuando iba manejando sobre la carretera federal de Chilapa-Tixtla, luego de dejar un viaje de agua en una camioneta, luego les cerraron el paso, lo bajaron con violencia, lo golpeando con la punta y la culata de rifles AK-47 y lo llevaron a barandillas, donde se preparaban para un interrogatorio bajo tortura.
Gonzalez Bernal consideró que con esta agresión quieren “meternos miedo, intimidarnos, pero al contrario vamos a seguir con mas fuerza”, y responsabilizó del ataque al alcalde, Gustavo Alcaráz Abarca.
La esposa del promotor de la CRAC Gonzalo Molina Gonzalez (en prisión peventiva en una cárcel federal en Oaxaca), Ausencia Honorato Vázquez, insistió en que el pueblo está cansado de que la policía municipal los intimide y los agreda, pero ya no van a permitir más abusos.
Señaló que los policías municipales andan acompañando a los ministeriales a los domicilios de sus compañeros, preguntan por ellos y toman fotografías de sus viviendas.
El joven, indicó que ayuda a su papá a distribuir agua, y a las 4 de la tarde, vio en el crucero de la carretera de cuota a Chilpancingo a los policías de la patrulla 012. Como que iba solo, le pidió a su cuñado que lo acompañara, y los dos fueron atacados por los municipales.
Indicó que la patrulla los seguía muy cerca en la camioneta, y cuando rebasó a un automóvil que iba muy despacio, lo siguieron sin marcar el alto, y más adelante les cerraron el paso. Con insultos se dirigieron a ellos, y le dieron un manotazo en el pecho, enseguida abrieron la puerta del conductor y lo bajaron con jalones de los cabellos.
“Me bajaron de las greñas, dijeron que dejen de chingar, que dónde tenía las armas, que donde cargaba la pistola que yo tenía, me maltrataba, yo le dije que no tenía nada,  y me presionaba la cara contra la madera de la camioneta de redilas”, relató.
Detalló que le doblaron la mano hacia la espalda, lo esposaron y el segundo comandante de la policía municipal, que no identificaron por su nombre, lo golpeó en la pierna con la punta del AK-47. Luego, llegaron las patrullas, 04, 05, 06 y 011, y los aventaron en una camioneta uno sobre el otro, y continuaron golpeándolos a patadas y con sus armas.
En barandillas, indicó que comenzaron a interrogarlo sobre sus padres y su domicilio, pero como no quería hablar, dijeron que ya los conocían. Continuaron los insultos, mientras otro policía alto se ponía unos guantes y una capucha. Se preparaban para golpearlo.
Entre las amenazas, decían “que nosotros seguíamos con chingaderas, que si ya le vamos a parar con esto o todavía no le vamos a parar”. Aseguraban que traían algo en el rotoplas, algo peligroso, pero les dijo que buscaran que no tenía nada que esconder.

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