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Paran damnificados trabajos en la presa Cerrito Rico; no se siguen especificaciones de los especialistas, dicen

*No permitirán una obra de mala calidad porque en caso de una nueva contingencia podría reventar el vertedero, advierten

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

A las 8:30 de la mañana un centenar de damnificados aglutinados en la Coordinadora de Colonias y Comunidades Afectadas por el Río Huacapa pararon las obras realizadas en la presa Cerrito Rico, debido a que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no realizaba el proyecto como se les planteó el pasado jueves.
Los afectados detuvieron los trabajos de la presa y demostraron que no se está haciendo conforme a las recomendaciones de los especialistas y en caso de una nueva contingencia podría reventar el vertedero.
En el lugar los damnificados pidieron a los trabajadores de la obra que detuvieran su trabajo, con la finalidad de ayudarlos y resultar beneficiados, pero tardaron más de una hora en convencerlos, ya que tienen órdenes estrictas de continuar con el proyecto.
De forma simbólica los quejosos pintaron con pintura roja en las piedras del vertedero “clausurado”, tomaron las herramientas de trabajo y pararon las máquinas con la finalidad de presionar a los directivos de Conagua, para que los atendieran y resolvieran las peticiones acordadas desde el jueves.
De acuerdo con el dirigente de esta organización, Gumaro Guerrero dijo que especialistas de la UNAM, como el ingeniero José Luis Rodríguez, realizaron una valoración técnica de las reparaciones y encontraron que el vertedero podría ser destruido por la fuerza del agua y entonces se arrasaría con miles de viviendas y seguramente “los muertos se contarían por miles”.
Por ello los damnificados exigieron que se cumpla con las obras que ya se tenían acordadas, como son que en la grieta que se ha detectado en el vertedero se abra un espacio de un metro de lado a lado, en el interior se coloque una trabe de concreto armado, misma que se tendrá que colar de una sola pieza con el encamisado que se le está colocando.
Mientras que los trabajos que se hacen actualmente, sólo pretendían abrir unos 20 centímetros la grieta y entraría apenas unos 30 centímetros, el concreto, además de que no llevaría ninguna clase de estructura armada.
Otro punto en que se tiene una mala planeación, denunciaron, es en la colocación de zapatas, mismas que se están soportando a 70 centímetros de profundidad, cuando la recomendación de geólogos que revisaron la zona, especifican que la cimentación debe ir al menos a 2.5 metros de profundidad.
En este punto, los representantes de la constructora que realiza las reparaciones ofrecieron excavar 80 centímetros más para que se tuviera al final una profundidad de un metro y medio, situación que los damnificados aceptaron.
Además, plantearon la necesidad de que a la cortina del vertedero se le haga un corte diagonal para que cuando se tenga gran acumulación de agua el desfogue inicie de manera ascendente, es decir que empiece a trabajar antes para que el agua se desfogue lentamente y no de golpe como ocurrió en septiembre del año pasado.
Los quejosos llegaron a la presa poco antes de las nueve de la mañana y detuvieron el trabajo de dos retroexcavadoras, además de decenas de albañiles y peones que estaban armando lo que será el encamisado que está mal planeado.
Indicaron que de no tener una respuesta positiva se mantendrán en la zona porque definitivamente no aceptarán una obra de mala calidad que los tendrá viviendo en constante zozobra.
Los representantes de la empresa se comprometieron a realizar las obras tal y como lo pidieron los damnificados, además, siguiendo las especificaciones del experto, sólo les pidieron que estos acuerdos se ratifiquen en la reunión que tendrán con personal de la Conagua el próximo jueves, “les pedimos que ratifiquen todos estos acuerdos para que nosotros podamos seguir trabajando y ya nos entendemos lo que ustedes quieren y nosotros podemos hacer”.
Con ese acuerdo los damnificados permitieron que se reiniciaran los trabajos y antes de finalizar la reunión pidieron a los ingenieros que revisen los salarios que están pagando a sus empleados, pues mil pesos que gana un peón y mil 500 un oficial son salarios muy bajos, “nosotros pedimos que tengan salarios dignos para que dignas sean las obras que nos realicen, hay dinero, porque el gobierno federal lo ha enviado, entonces que eso se gaste en buenos salarios”.

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