La irrupción de policías y militares a Tixtla violó convenios y leyes internacionales, dice el Centro Morelos

El Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón condenó enérgicamente la incursión de la Policía Federal y Ministerial y de soldados del Ejército a viviendas del barrio de El Fortín, donde la Policía Comunitaria de Tixtla tiene su base de operación, además de la detención de una de sus integrantes, “porque violenta derechos fundamentales”.
Mediante un comunicado advirtió que el Estado no puede implementar este tipo de acciones arbitrarias, “que lejos de resolver los problemas sociales los agrava a tal punto de que se generen indicios de un estallido social en el estado de Guerrero”.
El miércoles vecinos y estudiantes de la normal de Ayotzinapa, en una manifestación de repudio lanzaron piedras a los uniformados y ellos  dispararon gases lacrimógenos.
Afirmaron que las corporaciones policiacas que estuvieron acompañadas por soldados violentaron el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Declaración de las Naciones Unidas de los Pueblos Indígenas, el artículo segundo de la Constitución Mexicana y la Ley 701 vigente para el estado de Guerrero.
Precisaron que la Ley 701 establece expresamente el legítimo derecho de los pueblos indígenas para hacer actividades de prevención, justicia y actividades de readaptación de los transgresores de acuerdo a sus usos y costumbres.
De la agresión, señalaron que aproximadamente 500 elementos de las Fuerzas Especiales de la Policía Federal, Estatal y Ministerial y soldados del Ejército irrumpieron en el Barrio de El Fortín con el argumento de recuperar avehículos retenidos por la Policía Comunitaria.
Luego catearon casas, de donde sacaron a algunos hombres que fueron defendidos por sus familias, mientras que de la Colonia El Zapote se llevaron a una hermana de Gonzalo Molina González.
“Ante esta alarmante situación los vecinos del Barrio El Fortín se organizaron y decidieron, en coordinación con miembros de la Policía Comunitaria y más tarde con el apoyo de alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, hacerle frente al operativo policiaco, en el cual también participaron los policías municipales, pidiéndoles que se retiraran del mencionado Barrio”.
De las 6 a las 7 de la mañana la situación se puso tensa, y durante 15 minutos los policías lanzaron gases lacrimógenos y los vecinos, estudiantes y policías comunitarios respondieron con piedras y con palos. (Lourdes Chávez / Chilpancingo).