Prohíbe la PGJE a una familia indígena reconstruir su casa después de un incendio

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

Los indígenas nahuas, Francisco Zapoteco Morales y Alberta Javier Tecomatitlán tienen prohibido entrar a su casa porque está considerada como “zona de crimen” por el Ministerio Público del estado (MP), por eso tienen que dormir en casa de una vecina y no pueden continuar con la reparación de su vivienda.
La pareja perdió a una hija de dos años el domingo pasado, porque murió incinerada debido a un incendio que consumió su casa de la colonia Barranca de las Calaveras, hasta dejarla en cenizas. Perdieron sus muebles, perdieron sus ahorros y perdieron el techo que les dio alojo desde hace 15 años cuando llegaron a la capital desde una comunidad de Chilapa.
El esposo aseguró que las pérdidas materiales fueron lo de menos, pero extrañan a su niña y piden, religiosamente, poder encontrar paz “y que el alma de mi hija también esté en paz, que nos perdone”.
En una entrevista frente a los escombros de lo que fue su hogar, Francisco Zapoteco señala los espacios en que se encontraba la cocina, la recámara y la sala. Todo en un espacio de unos cinco metros de largo por tres de ancho.
Para sobrevivir, la pareja comparte la labor, ambos son vendedores ambulantes en el mercado central de Chilpancingo, desde donde se llega a su casa con una caminata de 20 minutos por lo empedrado y empinado del camino.
Detrás de donde estaba la vivienda se puede observar un larguísimo muro construido de costales rellenos de tierra, que son los que sostienen una parte del cerro y a una veintena de casas que están edificadas sobre éste.
La pareja tiene apilados algunos maderos y láminas para reconstruir la vivienda, pero nada pueden hacer, pues se les informó que detrás del listón amarillo que colocó personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) nadie debe pasar porque es una “zona del crimen” que debe ser inspeccionada por personal especializado que al parecer, está de vacaciones.
Ayer a la familia la visitó el alcalde interino, Tulio Pérez Calvo, quien se comprometió a darles una cama, un colchón, una cocina y despensas para que puedan sobrellevar la situación. También se supo que intentó llevar personal de Protección Civil municipal para que limpiaran el lugar y levantaran la casa de inmediato, pero lo tienen prohibido por la PGJE.
El padre de familia afectado agradece a todos los apoyos materiales, pues dice que sus vecinos se han solidarizado, pues le han llevado despensas y ahora tienen alojamiento.