Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

PERISCOPIO

No politizar. Independien-temente de las siglas que los dividen, los políticos tienen afinidades absolutas en temas trascendentales como el de la justicia. No nos referimos a la justicia en general, sino a la justicia para ellos. Siempre que el nombre de alguno sale a relucir en alguna pesquisa por mal uso del presupuesto que ejercen –como el caso de los Ayunta-mientos señalados por la Audi-toría General del Estado–; por ejercicio indebido del servicio público –como es el caso de quienes autorizaron permisos para construir en zonas inundables de Acapulco–; o por violaciones graves a los derechos humanos –como el caso de los funcionarios que ordenaron o participaron en la represión a los normalistas de Ayotzinapa en que murieron dos de ellos–, siempre, sin excepción, demandan que “no se politicen” las investigaciones. Lo que quieren con esa frase hecha es presionar para que no se llegue al fondo, lanzar el mensaje de que hay que negociar la ley, amenazar al juzgador y, finalmente, impedir que se les castigue de cualquier forma. Ya dependerá de la correlación de fuerzas si ese político consigue su propósito, pero nadie deja nunca de hacer la lucha pues saben que solo un porcentaje ínfimo es castigado con la cárcel o con la inhabilitación o con el resarcimiento de daños por cometer delitos en el ejercicio de su cargo. Y ultimadamente, dicen, si todos ven la manera de sacar provecho personal de su función pública o están dispuestos a usar a los policías y los soldados contra el pueblo, ¿por qué me van a castigar solamente a mí? Es decir, que si los van a castigar no es porque sus juzgadores sean más honrados en el manejo del dinero público o más tolerantes con la protesta social, sino porque se politiza la justicia. Y, en ese sentido, tienen razón. No hay nada más difícil en México que aplicar la ley a un funcionario público, no importa el tamaño de las atrocidades que haya cometido.
Sí politizar. Cuando se trata de aplicar la ley a inconformes con el gobierno, allí sí se pueden politizar las investigaciones. Allí la clase política no reclama, con muy contadas excepciones. Con saña se persigue a la expresión de la CRAC?asentada en Tixtla, que es la misma vertiente que la de Olinalá. Gonzalo Molina y su hermana Aurora, preso el primero en Oaxaca y la segunda en Acapulco, son “terroristas” según el gobierno del estado. Y se difunde mucho en las redes y en los noticieros de televisión el video del enfrentamiento con la policía municipal de agosto pasado, en el que se basan las acusaciones, pero en él se oye repetida una voz que ordena a sus compañeros “no disparen”. Es la de Gonzalo Molina, el “terrorista”.
Pregunta a Morena (1). El frente con el Movimiento Ciudadano es para enfrentar juntos problemas de relevancia estatal, pero de ninguna manera para cuestiones electorales, dijo a El Sur el dirigente de Morena en Guerrero, César Núñez Ramos. En las elecciones de 2015 el partido de Andrés Manuel López Obrador no hará alianzas, ni siquiera de facto, y no solamente porque así se lo impone la ley, sino porque quiere diferenciarse del resto de los partidos de izquierda, sobre todo del PRD. También eso dijo Núñez Ramos en la nota publicada ayer en estas páginas.
¿Queda descartada entonces la posibilidad de lanzar para la gubernatura al alcalde de Aca-pulco Luis Walton, destapado apenas hace mes y medio por López Obrador? Porque Walton no va a renunciar a su partido para ser el candidato de Morena. En todo caso busca representar a una coalición de los partidos progresistas. Así lo dejan ver sus declaraciones en el sentido de que si no se unen éstos para las elecciones de 2015, el escenario “será muy complicado” para los candidatos, eventualmente él mismo pues en un acto en la zona rural el domingo a vecinos que exclamaron “queremos que sea gobernador”, Walton claridoso y con sentido del humor respondió: “Yo también”.
Pregunta a Morena (2).  César Núñez dijo que, además, Morena no se propone una participación simbólica en las elecciones de 2015, o una dirigida a obtener solamente los votos suficientes para conseguir su registro como partido político nacional. No, nada de eso. Morena busca lanzar a “candidatos ganadores”. O sea, a candidatos que alguna vez ya ganaron, si no ¿cómo sabe Núñez que son “ganadores”? O sea, ¿se está refiriendo a Félix Salgado Macedonio para la gubernatura y a Zeferino Torreblanca para la alcaldía de Acapulco?

468 ad