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Por horas y bajo el sol esperan operadores de obras del Macrotúnel solución a la huelga

Karla Galarce Sosa

Los más de cien operadores de camiones que forman parte del Sindicato Nacional de Transportistas agrupados en la CROC, esperan bajo el sol durante 12 horas a que la huelga que estalló hace una semana se resuelva.
Manuel, de unos 30 años y padre de cuatro niños –de 10, 12, 15 y 17 años– comentó que no reciben ningún pago si no operan los vehículos, sólo alimentos para quedarse durante las guardias en diferentes puntos donde se desarrolla la construcción y donde postraron sus vehículos en espera del pago de los más de 4 millones de pesos que la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), del empresario Carlos Slim, le debe a su sindicato en Acapulco.
Desde hace una semana que se colocaron las banderas de huelga, Manuel sale de su casa a las 6:30 de la mañana para subir a un camión que lo lleva, junto con sus demás compañeros operadores, hasta uno de los cinco puntos donde estacionaron los camiones.
Una vez en el sitio de huelga recibe un plato con comida a las 7:30, un vaso con agua y salsa con tortillas.
A la 1:30 o 2 de la tarde recibe otra porción con comida y a las 7 de la noche una tercera ración como cena.
En ese lapso los trabajadores esperan alguna novedad sobre el conflicto que comenzó hace 32 días ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Bajo la sombra de un árbol o un toldo, el abrazador calor del día los agobia, unas veces suben a los vehículos para descansar de la larga espera del día, otras veces el agobio del calor los obliga a moverse del sitio y caminar unos pasos entre las polvaredas que levanta el viento de la tarde.
Las filas de vehículos de carga establecidos en diferentes puntos donde se desarrollaba la obra –en Llano largo, en la avenida Escénica, a un costado del fraccionamiento Joyas de Brisa Mar y en el entronque con la autopista de cuota Metlapil– parecen una fotografía.
En cada punto hay banderas de huelga empolvadas, vehículos con leyendas de la CROC y en apariencia abandonados, pequeños grupos de hombres que se resguardan del sol bajo toldos blancos, la sombra de los árboles o sentados en las banquetas o pilas de concreto.
La huelga que iniciaron los transportistas agrupados en la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROC) hoy cumple una semana y no se muestran visos de solución, a pesar de la intermediación del gobierno estatal y de una junta en la ciudad de México con empresarios de la empresa ICA, de la que no se han tenido más detalles. En ella participaron Humberto Salgado Gómez y representantes del Grupo Carso.
El secretario general de la CROC informó en días pasados que habían decidido levantar la huelga la primera vez con el compromiso ante el gobierno estatal de que la empresa pagaría los 4 millones de pesos, sin embargo la empresa incumplió los términos, por lo que colocaron las banderas por segunda ocasión en  menos de una semana.
En la reunión que se realizó en la ciudad de México, se esperaba la participación del secretario del Trabajo de Guerrero, Alberto López Rosas, quien declaró por separado que no asistió porque tuvo que quedarse en Acapulco para ayudar a resolver la huelga que estallaron los sindicalizados de la sección 113 de la CTM en el hotel Crowne Plaza el lunes por la tarde.
Ésta es la segunda huelga que los integrantes de la CROC realizan en menos de un mes porque la empresa –cuyo socio mayoritario es Carlos Slim– incumplió con el pago.

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