Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Defienden mujeres el tradicional vestido de acateca de embates de la modernidad

*Aceptan que esos trajes regionales que tanta fama le han dado al estado ya no se venden ni se usan como antes, sin embargo defienden el oficio y lo enseñan a sus hijas

Luis Daniel Nava

Chilapa

Aun con las bajas ventas y el desuso que las nuevas generaciones le han dado al famoso y tradicional vestido de acateca, vecinas de esa comunidad continúan tejiendo a mano sus coloridos bordados y quieren que sus hijas sigan en ese oficio artesanal.
Bordando a base de puntadas, con hilo de seda los lirios de una falda, la señora María Nejapa Margarito, de 55 años de edad, acepta que esos trajes regionales que tanta fama le han dado al estado ya no se venden ni se usan como antes; no obstante no quiere dejar este oficio que le dejó su madre y que ya le ha enseñado a sus dos hijas.
Originaria de la comunidad de Acatlán, doña María Nejapa acude, como muchas de sus paisanas, todos los domingos de tianguis a Chilapa a vender sus trajes que elabora durante la semana.
El traje se compone de una enagua amplia color azul oscuro y un huipil blanco, ambos bordados a mano de coloridas figuras que representan la flora y la fauna de la región.
Lirios, rosas, águilas, jaguares, conejos, tigres y leones, son algunas de las figuras que se plasman.
Para elaborar un traje de adulto se invierten de dos a tres semanas, mientras que para los trajes para niña se lleva una semana, dice la artesana.
Cuenta que desde los 10 años comenzó a elaborar los trajes porque su mamá lo hacía. Antes, asegura, en su casa elaboraban la tela base de la falda, ahora la compran y sólo teje las figuras.
Comenta que años atrás la venta de los trajes de acateca le sirvió a ella y a su mamá para mantener a su familia. Ahora, dice, la gente ya casi no los quiere comprar y si se interesa en él lo quieren barato.
Los precios de los trajes van de los 400 pesos a los 800.
También lamenta que las nuevas generaciones se resisten a ponerse el traje de acateca debido a que prefieren la ropa moderna y que las mujeres más tradicionales sólo lo utilizan en las fiestas del 2 de mayo, 24 de junio y 12 de diciembre.
Debido a lo delicado del traje y el bordado, las mujeres de manera tradicional no lo lavan y su uso es de 4 a 6 años; mientras que los visitantes optan por lavarlo en tintorería, agrega.
Aunque el oficio de bordar los trajes de acateca ya no es redituable porque las jovencitas prefieren estudiar una carrera universitaria, sostiene doña María, ella ya le ha enseñado a bordar a sus dos hijas. A Fabiola de 19 y a Anabel de 25 años, quien a su vez dice que le enseñará a bordar a su pequeña hija.
El traje de acateca es más utilizado por las mujeres de Zitlala, aunque su uso es muy representativo en las fiestas pagano-religiosas de esta región.

468 ad