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Ratifican el síndico de Olinalá, dos jovencitas y un carnicero sus acusaciones contra Nestora

*Ante la opinión pública aparece como víctima y “¿nosotros qué somos? Nosotros sufrimos delitos”, dice Armando Patrón

Karla Galarce Sosa

Dos jovencitas se sumaron a la lista de personas que se dicen víctimas de la comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García.
Dulce Rubí Burgos Pérez y Yesenia Castillo Meza se presentaron ante el Tribunal Judicial Federal y junto al síndico de Olinalá, Armando Patrón Jiménez y el carnicero Eugenio Sánchez González comparecieron para ratificar los delitos por los que acusan a Salgado García.
En conferencia de prensa convocada por el diputado panista y presidente de la Comisión de Justicia del Congreso local, Jorge Camacho Peñaloza, Armando Patrón Jiménez informó que presentaron un juicio de amparo contra la resolución del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Primer Circuito que revoca el auto de formal prisión a Nestora Salgado.
Dijo que también solicitaron medidas cautelares que protejan su integridad física ante la probabilidad de sufrir agresiones en represalia por haber denunciado a la comandanta de la Policía Comunitaria.
Informó que además presentaron una denuncia penal “por amenazas y lesiones ante el atentado sufrido por Pedro Gil Apreza Salmerón”, en presencia de representantes de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), por los delito de los que se dijeron víctimas.
Solicitaron la colaboración de los ministerios públicos para que se aporten pruebas y que hagan valer sus derechos como víctimas.
“Estamos acudiendo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la Secretaría de Gobernación, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y otras instancias para que conozcan de las arbitrariedades de las que fuimos objeto, hago un llamado en nombre de todas las personas que fuimos víctimas a nuestras autoridades, a los medios de comunicación y a la sociedad en general que no sobre victimice a la señora Nestora Salgado García, al señor Gonzalo Molina y a todos los demás integrantes de la Policía Comunitaria, porque ante la opinión pública todos ellos aparecen como víctimas y ¿nosotros qué somos? Nosotros sufrimos delitos cometidos por Nestora Salgado, quienes hoy están en penales de alta seguridad por la peligrosidad, lo que exigimos es justicia nada más, nada menos”, expuso en la conferencia en el restaurante La Granja, en la zona Diamante de Acapulco.
Patrón Jiménez leyó un texto de cinco cuartillas en el que dijo que no había sido de interés para las víctimas dar los pormenores de sus casos porque la experiencia no había sido grata.
“El haber vivido episodios que son imborrables al ser víctimas de secuestros, encierros ilegales, torturas y demás actos que han marcado a nuestros seres queridos y a nosotros mismos, todo ello por parte de gente armada que usurpó funciones de autoridades legalmente reconocidas en materia de seguridad pública y procuración de justicia, vemos con profunda preocupación en algunos medios de comunicación, una defensa jurídica que hace apología del delito, reivindica socialmente a una delincuente que está siendo juzgada por la justicia guerrerense y mexicana, y con actitudes y decisiones absurdas, pretende lavar la imagen de una señora que cometió delitos graves en nuestro agravio y que debe responder ante la ley”, reprochó Armando Patrón.
Dijo que Nestora Salgado carece de algún tipo de arraigo en la comunidad y aseguró que tampoco pertenece a alguna etnia indígena, además de ostentarse con doble ciudadanía.
“La gran mayoría de mis vecinos no somos indígenas ni nos regimos bajo el sistema de usos y costumbres, tan es así que fui electo democráticamente en un proceso de elección popular como síndico procurador. Sin embargo debo reconocer que en el municipio existen comunidades en las que sí se reconoce ese sistema de usos y costumbres”, expuso.
Señaló que la Policía Comunitaria nació con la finalidad de “someter” a la población no indígena y de cometer delitos y secuestros.
“Es extraño que ahora un juez federal sustente que no se persigue delito porque esa Policía Comunitaria forma parte de los usos y costumbres. Ojalá el juez no sufriera lo que a nosotros nos ocurrió
Armando Patrón dijo que en sus detenciones nunca se les presentó ni supieron quiénes los acusaban ni cuáles eran los delitos.
“Tampoco nos dieron la oportunidad de defendernos, de ofrecer pruebas o de presentar algún testigo, nos obligaban a hacer trabajos de cultivo y limpieza en terrenos propiedad de elementos de la Policía Comunitaria, bajo amenaza de que no nos darían de comer, golpeándonos e incluso manteniéndonos en celdas de castigo y en constantes amenazas de muerte”.
“Nosotros -continuó el síndico-, no debíamos haber permanecido en las supuestas casas de seguridad, en donde estuvimos cautivos en una acción a todas luces ilegal”.
Aseguró que se condicionó su libertad y la de muchos detenidos, al pago de una cantidad de dinero y otros, a la entrega de bienes como ganado o tierras.
“Fuimos citados a declarar ante el juez penal de la primera instancia por los hechos de secuestro cometidos en nuestro agravio aún con el temor de que nos ocurra alguna agresión como ya ocurrió contra Pedro Gil Apreza y que creemos que fue agredido en represalia, ya que él también decía que se presentaría a declarar en calidad de víctima y de sostener la acusación en contra de la señora Nestora Salgado García”, dijo.
Como antecedente de ese secuestro, abundó, Antonia Salmerón Cruz, madre de Pedro se presentó a denunciar ante el Ministerio Público el secuestro de su hijo de 24 años, a quien “la señora Nestora Salgado le exigió 30 cabezas de ganado vacuno y lechero a cambio de liberar a su hijo”.
De oficio carnicero, Eugenio Sánchez González contó que policías comunitarios lo detuvieron en Olinalá y que lo llevaron a la Casa de Justicia de El Paraíso el 18 de junio del año pasado, fue detenido en Olinalá y permaneció dos meses y cuatro días en ese lugar. Narró que lo tuvieron “a pan y agua”, pidieron dinero a su familia y nunca le dijeron el motivo de la detención. Contó que estuvo a punto de perder la audición en el oído izquierdo debido a las golpizas que le propinaron los días que estuvo encerrado. Aseguró que la detención fue por orden de Nestora Salgado y posteriormente lo acusaron de abigeo.
Con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, Dulce Rubí Burgos Pérez dijo que hace apenas cuatro meses cumplió 18 años, el 30 de diciembre.
“Yo sólo me dedicaba a mis estudios, qué podía hacer, me estuvo trasladando de lugar en lugar para que no me encontraran mis papás y yo pedía que me dejaran comunicarme con ellos pero no me dejaban (…) estuve enferma los tres meses, tuve desmayos, no sabía qué hacer, fue horrible, le pidieron 5 mil pesos a mi mamá, nosotros somos de bajos recursos, ese dinero es mucho para nosotros y no sabíamos ni cómo hacerle para que fueran a verme allá, su familia es muy vengativa, si la sacan ella nos puede ir a matar”, expresó.
La joven dijo que fue detenida el 9 de junio y estuvo presa durante tres meses junto a su compañera Yesenia Castillo Meza, quien también tiene 18 años.
Narró que fueron detenidas cuando volvían de una fiesta en el centro de Ometepec, por la tarde.
Ambas coincidieron en que el primer comandante regional de la Policía Comunitaria, Jesús Coronel Díaz abusó de ellas porque las tocaba e incluso, los días que debían bañarse buscaba que estuvieran más policías presentes cuando ellas se aseaban.
Ellas estuvieron en Espino Blanco, San Luis Acatlán, El Paraíso, San Felipe, Tehuitepec, La Concordia y el Coacuyul, afirmaron.
Los cuatro se dijeron temerosos ante la probable liberación de la comandanta Nestora Salgado.

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