Cumple tres días parada la mina en Carrizalillo; no hay negociaciones con Gold Corp, informan

Luego de dos días sin negociación y de tres sin operación de la mina de Los Filos de la empresa canadiense Cold Corp, los ejidatarios de Carrizalillo mantienen su plantón afuera de las instalaciones para impedir que se reanuden los trabajos, mientras no se firme un nuevo convenio de arrendamiento con la compañía.
Aunque la empresa, en un boletín difundido en su página de Internet informó de la suspensión de trabajos mientras se llega a una solución para renovar el acuerdo de ocupación que expiró este 31 de marzo, el presidente del comisariado ejidal, Roberto Guzmán aclaró que desde el martes que se retiraron de la mesa de negociación los representantes de la compañía no se han acercado a los manifestantes.
En consulta telefónica indicó que aún no hay arreglo y el planteamiento de los ejidatarios es el mismo en tanto no tengan la oportunidad de dialogar con los directivos, y están valorando enviar un escrito, que antes debe ser aprobado por la asamblea. Es decir, se mantendrán en su exigencia de que les paguen el precio de 4 onzas de oro por cada hectárea de arrendamiento por un año, en lugar de 3.5 onzas que ofrece la empresa por cinco años.
Informó que la empresa tiene proyectado que habrá reservas del mineral hasta el 2031, y en los últimos tres años la producción total anual ha sido de alrededor de 330 mil onzas, y pretenden incrementar la extracción hasta 380 y 400 onzas.
Aclaró que esta producción es de las minas a cielo abierto, en Los Filos y el Bermejal, pero no tienen información de la mina subterránea que también ha estado operando en sus tierras.
Subrayó que los ejidatarios están abiertos a la negociación para que continúe la operación de la minera, pero también se deben discutir aspectos pendientes de obra, salud y reforestación.
En los últimos años se han denunciado afectaciones a la salud por la contaminación del suelo, el agua y el aire debido a los metales pesados que se usan en la minería, pero aún no hay información precisa a pesar de que en las cláusulas del primer convenio firmado en 2007 se incluyó el monitoreo ambiental que debía ser supervisado por los ejidatarios y la minera. (Lourdes Chávez / Chilpancingo).