Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Rectifica Renato Sales y dice que también la unidad antisecuestro de Guerrero es eficiente

Es “muy buena”, asegura el funcionario federal, y destaca que detuvo a 233 secuestradores en 2013 y lleva 70 este año

Daniel Velazquez

El coordinador nacional antisecuestros, Renato Sales Heredia, dijo en Acapulco que la unidad antisecuestro del estado es “muy buena” y que sus declaraciones de hace unos días, de que sólo había tres eficientes en el país, fue porque los reporteros de aquel lugar le pidieron que nombrara tres y ayer dijo que agregaba Guerrero a la lista.
Renato Sales participó en el foro “Seguridad Pública, Impartición de Justicia y Derechos Humanos” con la conferencia “Retos y Perspectivas de la actual estrategia del gobierno federal”, que organizo el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados en el salón Las Palmas del hotel Copacabana.
Al lugar acudieron unas 120 personas pero al final de la conferencia, en la ronda de preguntas y respuestas, el auditorio de redujo a la mitad.
El pasado 26 de  marzo Renato Sales dijo que sólo tres entidades del país, Chihuahua, Nuevo León y Puebla tienen unidades antisecuestro con una estructura eficiente.
En respuesta, el procurador de Justicia del estado, Iñaky Blanco Cabrera, refutó las declaraciones de Renato Sales y dijo que la Unidad Antisecuestro del estado es mejor que la de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Ayer, en breves declaraciones a reporteros al terminar su participación en la conferencia, Sales Heredia explicó que el origen de su declaración fue porque le “pidieron el ejemplo de tres, bueno ahora les doy el ejemplo de cuatro, la cuarta que es muy buena es la unidad especializada antisecuestro del estado de Guerrero”.
Agregó que Guerrero se incluye en la lista de las entidades que cuentan con una unidad antisecuestro muy buena, porque “ha acompañado de infraestructura suficiente, ha capacitado a su personal y la unidad especializada antisecuestro que se encuentra en Chilpancingo ha logrado detener a más de 233 secuestradores en 2013, contra 79 que se detuvieron en 2012 y en lo que va del año tiene cerca de 70 secuestradores detenidos”.
El funcionario sólo aceptó dos preguntas y se retiró rodeado por sus guardaespaldas, que en dos ocasiones trataron de impedir que se le hicieran preguntas.
En su participación en el foro, Renato Sales habló de las unidades especiales antisecuestro, las cuales dijo son necesarias para construir la confianza.
“Aquí mismo yo les puedo decir que en Chilpancingo, yo les puedo decir que la unidad especializada antisecuestro es una buena unidad especializada antisecuestro, pero hace falta una réplica en Acapulco y una réplica más en Iguala”, expresó.

El origen del secuestro está en las cárceles

Renato Sales dijo que “el principio” del delito de secuestro “se haya en el final de la cadena”, por eso es importante revisar cómo los delincuentes cumplen las condenas en las cárceles de mediana seguridad del país.
Expuso que para evitar que ingresen artículos prohibidos a las cárceles es necesario garantizar una comida digna a los reclusos, porque mediante la introducción de alimentos a las prisiones se filtran “cualquier tipo de instrumentos”.
Otra de las acciones es inhibir la señal de telefonía celular dentro de los penales, pero no deben operarse dentro de los penales porque “se vuelve otro negocio ilícito de los custodios”.
Agregó que por principio no debería haber teléfonos móviles en las cárceles, pero con la adquisición de inhibidores de señal celular se muestra que hay teléfonos donde no debe haberlos.
“Buena parte de las extorsiones del país salen de un penal en particular, ya sabemos cuál, y hemos hablado con el gobernador de este penal en especial y no se ha podido solucionar el problema”, dijo sin especificar el estado.
El coordinador nacional antisecuestros dijo que no se necesitan sanciones más severas para quien comete el delito de secuestro, sino la aplicación inmediata de las mismas, y que con la pena máxima de 70 años de prisión para quien cometa el delito de secuestro es suficiente y no necesita aumentarse la pena a 120 años como es la propuesta que está en la Cámara de Diputados.
Indicó que se trabaja en la Ley Federal de Telecomunicaciones para evitar que las compañías telefónicas nieguen información para poder actuar en caso de un secuestro.
“Lo más importante es la vida de la víctima, después capturamos a los secuestradores”, señaló.
Indicó que las entidades deben coordinarse para trabajar regionalmente porque de esa forma operan las bandas delictivas para atender de forma regional el delito del secuestro.

Los errores, las faltas y el trabajo pendiente

Entre las deficiencias que señaló para erradicar el secuestro dijo que el Estado mexicano no ha sido capaz de desarrollar sistemas de inteligencia compatibles, capaces de leerse entre sí, sino que cada entidad de seguridad y procuración de justicia tiene sus propios sistemas de recopilación de datos.
Agregó que esa es una de las causas del porqué no se conocen con exactitud las cifras de secuestros en el país, “porque no hay sistemas inteligibles que se vinculen suficientemente”.
Otra de las acciones a realizar es visibilizar el problema para hacerse cargo de él y resolverlo.
Recordó que a su paso por la Procuraduría de Justicia de Campeche creó un centro de atención de violencia contra la mujer y las cifras de delitos como abuso sexual aumentaron, lo que no significó un aumento en la incidencia delictiva sino un aumento en las denuncias que antes las víctimas no hacían.
Dijo que las cifras se cuadruplicaron pero en cuatro años los delitos disminuyeron.
Indicó que para disminuir el delito de secuestro es necesario que los ciudadanos denuncien y para ello es necesario recuperar la confianza mediante las unidades especiales antisecuestro, y es necesario arropar a las víctimas para que se sientan seguras.
Opinó que el gobierno no le debe temer a las cifras y promover la denuncia, pero es necesario crear confianza para que los ciudadanos denuncien, porque esa es la única manera de solucionar el problema de raíz.
“En el momento en que logremos unidades especializadas contra el secuestro confiables, operativas, ágiles vamos a empezar a disminuir, pero en la estrategia sabemos que mientras logramos capacitar estas unidades los secuestros continúan”, manifestó.
Otra de las deficiencias del sistema policial son los bajos salarios, pues en promedio dijo que reciben un salario de 6 mil pesos al mes, y se le pide que sea un héroe nacional, entonces se le debe pagar bien.
Propuso impulsar en universidades públicas y privadas la licenciatura en investigación criminal para que todos aquellos que tienen gusto por las series de televisión como Bones, CSI o La Ley y el Orden puedan desarrollar su vocación de policía investigador.
Dijo que es un error del Estado mexicano las pruebas de control de confianza.
Criticó las pruebas de control de confianza, como el polígrafo, la cual dijo es subjetiva, y planteó que se debe observar el entorno social y económico del policía para conocer si hay una desproporción entre su sueldo y lo que gasta, porque con un sueldo de 25 mil pesos no le alcanzaría para tener una camioneta Mercedes Benz y casa con alberca.
Señaló que el artículo 123 de la Constitución no respeta a los policías porque no les da seguridad para la permanencia en su trabajo, porque lo sujeta a la ley vigente, leyes que cambian constantemente y cada vez ponen otros requisitos para ser policías.
Mediante un ejemplo ironizó que en 1999 se estableció que para ser policía los aspirantes deberían medir un metro 70 centímetros de altura, y para 2003 el parámetro cambió a un metro 73 centímetros y en 2014 se pide que el mínimo de estatura sea un metro con 80 centímetros, y en ese contexto el policía que ingresó con otros requisitos está fuera de la ley y sujeto a ser dado de baja porque la ley dice que debe cumplir con los requisitos aplicables en la ley vigente, lo que no le da seguridad laboral y eso no permite formar una policía científica.

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