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Quitan el Cecop y policías comunitarios cercas que limitaban el predio de la gravillera Kimbar

*Los opositores a La Parota también recorrieron las instalaciones, donde descubrieron colchonetas e insumos que, dijeron, eran los que se repartieron durante la contingencia

Mariana Labastida

Integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (Cecop) y policías comunitarios quitaron las cercas de la playa del río Papagayo que delimitaban el terreno de la empresa gravillera Kimbar, tierras que se adjudicaron a la comunidad.
Además retiraron las cercas que limitaban el paso por caminos reales que conducen a un ojo de agua que, indicaron, lo encerró el dueño de la gravillera, Humberto Marín Molina, para que no pasaran los animales a tomar agua más que los suyos.
Los opositores a la presa abrieron las puertas de la casa que está en las instalaciones de la gravillera donde encontraron colchonetas, pañales y papel higiénico que, dijeron, era de lo que se repartió en la contingencia, asimismo sacaron electrodomésticos, ropa y consumibles como jabón y combustible.
Guardados allí también encontraron tres vehículos, una camioneta Mazda, un convertible Cruiser y una camioneta Pick up, y documentos donde se indica el pago de 500 pesos al “comandante Solano de la ministerial”.
El vocero del Cecop, Marco Antonio Suástegui Muñoz, explicó que se quitaron las cercas para que los caminos quedaran libres y, junto con los policías comunitarios, se acordó que si alguno de los vecinos de los terrenos tiene problemas con Humberto Marín que acudan a la comandancia para que los comunitarios respondan.
El 27 de enero, mismo día en que se instaló el plantón en La Concepción, integrantes del Cecop desalojaron a los trabajadores de la gravillera Kimbar para evitar que siguieran sacando material pétreo del río Papagayo, luego de que el empresario no se presentó a las asambleas a las que fue convocado para explicar cómo se laboraba y mostrar los permisos.
A las 9 de la mañana, el vocero instruyó a los policías comunitarios que se encontraban en la comandancia de La Concepción a que se distribuyeran y llegaran por diferentes frentes al terreno que ocupa la gravillera Kimbar, en la comunidad de Parotillas, y que detrás de ellos irían  el resto de los integrantes del Cecop.
Al llegar al lugar, los policías se dispersaron por el terreno para asegurar el área y evitar que fueran emboscados como el viernes pasado; ya a la entrada de la gravillera, el vocero, con un grupo de personas, se dirigió al río luego de dar un recorrido por las instalaciones, y otro grupo se quedó viendo qué había en el interior de la construcción que se ubica en la entrada. Otros opositores revisaron el inmueble cerca de las máquinas para triturar grava.
A simple vista se vieron en el edificio principal unas 20 colchonetas apiladas y bolsas de pañales para adulto, papel higiénico, entre otros, todos cubiertos por el polvo debido al abandono del lugar, así como una camioneta Pick up roja y máquinas.
En la segunda construcción estaba guardada una camioneta Mazda CX-9 azul marino, con placas HEU 7854, y un PT Cruiser arena convertible, con placas HEM 2129, ambas de Guerrero y en el mismo lugar había costalillas vacías.
El vocero del Cecop caminó con otro grupo de hombres a la orilla del río y cinco de ellos se quitaron la ropa para cruzar y empezar a quitar la cerca que habían colocado el dueño de la gravillera hasta la orilla del cauce; así lo hicieron con otras dos cercas más que delimitaban el terreno y que impedían el paso por la playa, la cual, dijeron los opositores, es de uso común y no es propiedad de nadie.
Mientras otro grupo se quedó en las instalaciones de la gravillera, la cual estaba asegurada ya para la comunidad, y otros más se dirigieron, junto con policías comunitarios, por el camino el río Chilapa, como conocen al rachuelo que sale de un ojo de agua, el cual estaba encerrado por una cerca, por lo que los opositores quitaron los palos y el alambre para dejar libre lo que, dijeron, son caminos reales por donde siempre han caminado y que Humberto Marín había cercado para que sólo sus animales tuvieran acceso al agua pero no los del resto de los pobladores.
También se quitaron las cercas de otros dos ojos de agua que conocen como del Tepetate, “con el aseguramiento de la tolva pasa a propiedad de los comuneros del Cecop y ahora los caminos están libres para los animales y se quitaron las cercas del tramo de Carrizo- Parotillas-La Piedra Blanca para que la playa del río quede libre”, explicó Suástegui Muñoz.
Señaló que por años los pobladores han subido a los ojos de agua que se cercaron a pastear con sus animales porque el agua sigue brotando todavía en época de sequía.
Ahí expuso a los policías comunitarios que habló con vecinos de los terrenos supuestamente de Humberto Marín, quienes dijeron que temían al empresario gravillero, y el vocero les ofreció que si tenían problemas que acudieran con los comunitarios para que ellos los atendieran, y anunció que se formaron dos grupos más de policías en Apanhuac y Barrio Nuevo de los Muertos y que el viernes se conformarán otros dos.
Al regresar de quitar las cercas en los pozos de agua, los opositores a La Parota informaron al vocero que habían encontrado despensas en la construcción dentro de la gravillera, donde también había documentos en los que se informaba de los pagos al comandante Solano, de la ministerial.
Ahí empezaron a sacar las colchonetas que estaban guardadas para subirlas a una camioneta y llevarlas a la comandancia. Lo que se dispersó fueron los paquetes de pañales, papel higiénico, jabón en polvo, jabón líquido y gasolina que algunos pobladores agarraron.
En la parte alta de la construcción se encuentra una vivienda cerrada al parecer con una puerta hermética que los opositores tiraron y de ahí extrajeron dos plantallas planas, un horno de microhondas, ventiladores, herramienta, camisas y otras prendas que se encontraban en el lugar.
Dicha acción no fue buen vista por los pobladores de mayor edad, quienes recordaron que durante sus años de lucha el Cecop siempre había “hecho las cosas bien y eso parece que es robar”, consideró uno de ellos.
La casa estaba abandonada y abajo de las escaleras se observaron dos sillas de montar. En otro cuarto un escritorio con documentos que revisaron los opositores. Las instalaciones de la gravillera quedaron aseguradas porque “ya son parte de los comuneros del Cecop”, y las cosas fueron llevadas a la comandancia que es la casa muestra de la CFE en La Concepción.
Durante el recorrido en la gravillera en dos ocasiones sobrevoló el área un helicóptero de la Marina y llegó a La Concepción una patrulla de la Policía Federal a la que los opositores le impidieron el paso y siguió su camino hacia Agua Caliente.
A la liberación de la zona de playa y aseguramiento de la gravillera acompañó a los opositores el presidente del Asociación Civil Todos por Acapulco, Gustavo Téliz Hernández, quien es enlace de las autoridades con el Cecop para restablecer el diálogo, así como con los empresarios gravilleros.

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