Fuera de peligro el turista peruano atacado a navajazos

Carlos Moreno A. / Karla Galarce Sosa

El turista peruano agredido a navajazos y abandonado en la carretera a Barra Vieja el viernes presentó su declaración ministerial en el hospital, donde reveló que fue despojado de su documentación y de dinero en efectivo, según fuentes extraoficiales.
Por su parte, el director del hospital Donato G. Alarcón, Juan Carlos Hernández Luna, informó que el visitante peruano Hernán Gamarro Alvarado se encuentra estable y en proceso de recuperación, pero fuentes del nosocomio indicaron que ya fue trasladado al hospital de la VIII Región Naval.
De acuerdo con fuentes ministeriales, Hernán Gamarro Alvarado presentó su declaración ministerial en el hospital ante un agente del Ministerio Público del Turista, luego de ser intervenido a consecuencia de las siete heridas de arma blanca que le propinaron.
Extraoficialmente trascendió que Gamarro Alvarado declaró que caminaba por la banqueta sobre la Costera cuando tres hombres que iban a bordo de un taxi azul con blanco se le emparejaron, descendieron dos hombres para asaltarlo, pero al resistirse lo atacaron con una navaja y lo metieron al vehículo.
Según estas fuentes anónimas, en su declaración el turista peruano dijo que lo despojaron de su cartera donde traía dinero en efectivo y documentos personales y lo siguieron picando con la navaja para después tirarlo sobre la carretera que da a Barra Vieja, en la colonia Paraíso del ejido de Lomas de Chapultepec.
Se intentó obtener una versión oficial de la titular del Ministerio Público para Atención al Turista de la Procuraduría del Estado (PGJE), Elena Enríquez, pero no se encontraba en sus oficinas, y más tarde vía telefónica tampoco se encontró. De igual manera ningún agente del MP proporcionó información “por tener línea” de negar datos a los medios de comunicación.
Hernán Gamarro llegó al puerto de Acapulco el 25 de febrero proveniente de Mérida, donde vacacionaba. El director del hospital Donato aseguró que está evolucionando favorablemente y “no hay ninguna complicación”.