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Mediará entre el alcalde y los opositores a la presa si ambos se lo piden, responde Garfias

Aurora Harrison

El arzobispo Carlos Garfias Merlos dijo que está dispuesto a intervenir para que haya diálogo entre el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui, y el alcalde Luis Walton Aburto para la construcción de la paz, siempre y cuando ambas partes lo soliciten.
En la procesión de las palmas que se realizó en el Zócalo, como parte de las acciones por el Domingo de Ramos, Garfias Merlos llamó a los ciudadanos y a las autoridades a buscar respuestas que sanen las diferentes maneras de dolor de los seres humanos por la violencia, el desempleo y la pobreza de personas que emigran a otros lados.
En la conferencia de prensa dominical recordó que hace tres años, miembros del Cecop pidieron a la Arquidiócesis de Acapulco su intermediación para el diálogo con el gobierno del estado, y que se dio respuesta para ayudar a resolver el conflicto que data de hace una década y ha mantenido la relación para que haya solución y tranquilidad en Cacahuatepec.
“Los contactos que tenemos con las autoridades y con las organizaciones sociales lo hemos hecho como observadores y facilitadores del diálogo, brindando servicio y ayudando a superar rompimientos y construir puentes de comunicación”, dijo.
Sobre si intervendrá para que haya diálogo entre el alcalde y el Cecop, declaró: “estoy dispuesto a participar si me lo piden las partes… en lo que me corresponde permaneceré dispuesto, insisto, en el afán de colaborar y participar en la construcción de la paz”.
Agregó que un proceso semejante de intermediación se hace entre la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) con el gobierno del estado, ya que el interés fundamental es que haya paz.
De la agresión que sufrió un turista peruano durante un asalto, el arzobispo indicó que “el que fuera un hecho de violencia es importante reportarlo y conocer qué sucedió, yo creo que se tiene que hacer la investigación correspondiente”.
Del desabasto de agua en la zona turística y colonias, señaló que es lamentable que haya coincidido con el inicio de la temporada vacacional, que tiene que insistirse en que se mejore un servicio tan prioritario para la vida cotidiana.
“El tema de los servicios no es solamente en relación a la presencia de los turistas sino a la presencia de los ciudadanos, en la medida de lo posible las autoridades hacen por proveer los servicios”, declaró el arzobispo.
Antes, Garfias Merlos realizó la Procesión de Las Palmas en el Zócalo, y pidió a los ciudadanos que “vayamos caminando en esta procesión solemne de las palmas y decidamos encontrar una renovación de la fe y adhesión al compromiso de seguir a Cristo, construir la paz, hoy que la necesitamos en medio de tanta violencia”.
Detalló que con la bendición de las palmas inicia la celebración del gran misterio de fe, al conmemorar la muerte y resurrección de Jesucristo, “con esto la pasión y muerte es una expresión de dolor para encontrarle sentido y forjar una resistencia que supere tentaciones propias de esas experiencias humanas, que mortifican a nuestros pueblos”.
“Está el dolor desmedido causado a miles de víctimas de la violencia que sigue vivo y no atendido, el dolor crónico de la pobreza extrema de muchos paisanos, que se vincula con el desempleo la emigración, el agotamiento de un modelo económico que excluye”, dijo.
Afirmó que durante esta Semana Santa “es propicio reconocer tanto dolor acumulado y buscar formas de sanar, cada quien desde el lugar donde está, y tanto autoridades como sociedad civil todos podemos y debemos hacer algo, no podemos tener una actitud de insensibilidad o indiferencia ni podemos seguir con respuestas que sólo mitigan, hay que buscar respuestas que sanen”.
El arzobispo invitó a los feligreses a “realizar un acto de fe en Cristo que padece y muere, y que es llevado a la cruz de manera inocente; digamos nosotros desde lo más profundo que creemos en Jesús, que da sentido a nuestra vida porque encontramos consuelo para nuestras necesidades, consuelo para la violencia e inseguridad”.

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