Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Víctor Cardona Galindo

PÁGINAS DE ATOYAC

* El primer centenario de Rosendo Radilla Pacheco (Séptima y última parte)

Ante la denuncia de los vecinos, el martes 15 de marzo del 2001, peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) acompañados de visitadores de la CNDH realizaron excavaciones en la comunidad de Los Tres Pasos. Las diligencias fueron en el patio de la vivienda de Guadalupe Gervasio Barrientos tía de Lucio Cabañas, que durante la guerrilla fue utilizada por los soldados como cuartel.
Se escarbó un hoyo de 2 metros de diámetro por uno de profundidad de donde extrajeron 23 pedazos óseos y un trozo de tela que fueron trasladados a la Ciudad de México para ser analizados por peritos de la PGR y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Luego la Procuraduría en el boletín número 234/01 emitido el 18 de mayo del 2001, dijo que realizó un estudio en colaboración con el INAH y que los antropólogos físicos, Arturo Romano Pacheco y José Francisco Ortiz, después de haber estudiado macroscópicamente los 23 fragmentos recogidos determinaron que se trataba de residuos óseos de un equino.
Muchos luchadores sociales cuestionaron el resultado. Tita Radilla Martínez dudó que los restos fueran de caballo, porque en la sierra no acostumbran a enterrar a los animales y menos con ropa, por los pedazos de tela encontrados en el lugar de la excavación.
Días más tarde el miércoles 28 de marzo de 2001, visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) también realizaron excavaciones en la comunidad de Agua Zarca, en los terrenos de don Francisco Sánchez Domínguez, donde se han reportado indicios que el Ejército enterró civiles muertos después del enfrentamiento de La Pascua el 8 de septiembre de 1974, cuando rescataron al senador Rubén Figueroa que estaba en manos de la guerrilla.
Los visitadores Francisco Javier Dávila López, Armando Aragón Andrade y Luis Darío Islas Pérez, acompañados del personal de Protección Civil del Ayuntamiento de Atoyac, de la auxiliar del Ministerio Público del Fuero Común Lourdes Magaña Flores y del perito en criminalística Carlos Canseco Alberto fueron en busca de lo que la prensa llamó “el panteón olvidado”. En ese lugar los trabajadores de Protección Civil encabezados por Isidro Castillo escarbaron durante varias horas sin resultados positivos.
En ese tiempo la gente de Agua Zarca hablaba de muchos lugares donde se enterró a desconocidos después del enfrentamiento de La Pascua. Se decía que había restos en la orilla del arroyo y en el filo del cerro donde comienzan los árboles de encino. Los lugareños hablaban de que en el arroyo de Agua Zarca encontraron huesos y cabellos de personas, se hablaba de otro hallazgo en el arroyo de El Zarco y en un punto denominado El Manguito.
Por otro lado el gobierno federal desde los setentas ha venido contestando a familiares que 48 de los desaparecidos murieron en el enfrentamiento de La Pascua, entre los que están Ausencio Bello Ríos, Jacob Nájera e Inocencio Castro Arteaga, todos fueron detenidos durante los meses en que la guerrilla tuvo en sus manos a Figueroa.
Ausencio Bello Ríos, padre del poeta Jesús Bartolo Bello, fue detenido el 13 de agosto de 1974 en Zacualpan cuando trabajaba en una camioneta de transporte público. Los pasajeros que viajaban con él fueron testigos de que se lo llevó el Ejército a pesar de que él nunca fue guerrillero. “Sí, conocí a tu padre. Él tenía el nombre de la ausencia, el cabello negro, la edad trivial de los jóvenes. En sus ojos como cientos de pájaros, el destino. Caminaba firme y con mesura. La zancada era larga. Respiraba fuerte porque los olores eran nuevos cada mañana y escuchaba sin  parar porque todo él, era un ruido”, escribió Jesús Bartolo en su libro: No es el viento el que disfrazado viene.
El profesor Jacob Nájera Hernández fue detenido en su casa el 2 de septiembre de 1974, en San Jerónimo de Juárez, por agentes de la Policía Judicial encabezados por Isidro Galeana Abarca, comandante de esa corporación en Costa Grande. De esos hechos hay numerosos testigos. Mientras, Inocencio Castro Arteaga fue detenido el 20 de junio de 1974 en Tenexpa, por agentes federales, quienes le dijeron que por órdenes de Rubén Figueroa Alcocer lo llevarían a dar una declaración a Atoyac y jamás volvió. A pesar de los testimonios de sus detenciones el gobierno ha insistido que murieron en La Pascua.
Por su parte los familiares de Rosendo Radilla sometieron al gobierno mexicano a la presión internacional, por eso el 2 de febrero del 2008, se realizaron los primeros escaneos en los terrenos que hasta 1994 fueron del cuartel militar donde Rosendo Radilla Pacheco fue visto por última vez. El georadar detectó anomalías en el suelo mismas que fueron señaladas por los peritos para hacer posteriormente las excavaciones en busca de restos humanos.
Luego a las 9 de la mañana del 7 de julio de 2008 se presentaron en el ex cuartel, ahora Ciudad de los Servicios, 140 personas enviadas por la PGR, 45 agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), 20 peritos en antropología forense y 20 trabajadores de la empresa Excavamex. Los agentes del Ministerio Público Ricardo Trejo Serrano y José Antonio Dávila Camacho estuvieron al frente de los peritos y Alejandro Rey Bosset de los agentes judiciales, en la movilización gubernamental más importante que se haya hecho en busca de un desaparecido político.
Estuvo presente el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Juan Alarcón Hernández y visitadores de la CNDH. La antropóloga forense argentina Claudia Bisso con experiencia en la identificación de restos de desaparecidos en Sudáfrica, Sudán, Sierra Leona, Egipto, Angola, Los Balcanes, Argentina, El Salvador y Honduras, viajó 27 horas desde Sudáfrica para llegar a Atoyac donde representó a la familia Radilla durante las excavaciones y también contó con el apoyo de la abogada María Sirvent Bravo-Ahuja, de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).
En un comunicado de prensa, la CMDPDH el 11 de julio de 2008 informó: “En dos de las trincheras ubicadas en el campo de tiro se han encontrado restos de ropa, envases de vidrio, envases con aceite para limpiar armas, agujetas de zapatos, restos de zapatos y cajas de fósforos”. El sábado 12 de julio, al cerrarse trabajos de la primera semana de excavación, se dieron los resultados y en las primeras dos cepas que abrieron encontraron que la anomalía que había marcado el goeradar eran las raíces de una palmera. En otra encontraron una trusa de hombre, una blusa de mujer y vidrios. En una más un basurero con botellas y envases tetrapac, hasta ahí habían abierto16 cepas, con alrededor de 200 metros lineales escarbados.
Después el 19 de octubre del 2010, a las 8 de la mañana comenzaron las segundas excavaciones en el campo de tiro de lo que fue el 49 Batallón de Infantería.  Luego el 31 de octubre del 2011 la PGR inició las terceras diligencias que terminaron el sábado 12 de noviembre, estas dos sin resultados.
Cuando llevaban dos años paradas las investigaciones en el cuartel militar, el lunes 11 de marzo de 2013 comenzaron de nuevo los escaneos en diversas zonas del terreno que ahora ocupa el Ayuntamiento. Las cuartas excavaciones comenzaron el 20 de mayo y terminaron 1 de junio de 2013.
El primer día se llevó a cabo una reunión entre autoridades y familiares de desaparecidos de Atoyac, incluyendo a los Radilla, donde el agente del Ministerio Público explicó lo que se haría en estas diligencias. Los familiares reclamaron que no se tenían los mapas del cuartel de la época en que se cometieron las desapariciones y que aún no se contaba con una ficha antemortem de Rosendo Radilla.
En estas diligencias se contó con dos peritos por parte de la coadyuvancia, el peruano Franco Mora y la mexicana Roxana Enríquez. Durante el tiempo que duraron estas actividades se realizaron recorridos, con todos los familiares al final del día por los sitios de excavación para que los peritos explicaran lo realizado durante la jornada y respondieran a las dudas que tenía la gente. Hubo observadores, de las comisiones de derechos humanos, miembros de la Comisión de la Verdad de Guerrero, de las Brigadas Internacionales de Paz y medios de comunicación nacionales y extranjeros.
En estas excavaciones se hizo uso de un trascabo en el helipuerto que es el área central del ex cuartel militar debido a la dureza del suelo. Por las tardes, las madres, hermanas e hijas de desaparecidos se reunían y rezaban un rosario para pedir por la paz de los familiares de Afadem que han ido muriendo con la esperanza de encontrar a sus seres queridos.
El 22 de mayo de 2013,  en el tercer día de excavaciones, los familiares acordaron ponerle Plaza de la Memoria al Zócalo de la ciudad. Ese día, la explanada de lo que fue el helipuerto del cuartel fue prácticamente descartada, ya que los peritos demostraron que las anomalías encontradas por el georadar obedecen a cambios naturales en el terreno, mas no a alteraciones hechas por humanos.
En el cuarto día de excavaciones, atrás de los baños se descubrió que la anomalía detectada por el georadar se trataba de un registro de agua y una tubería de drenaje en mal estado, ahí también los peritos descubrieron una moneda del año 1994, lo cual indica que los cambios del terreno son posteriores a la desaparición de Rosendo Radilla. También se encontraron huesos, los peritos oficiales y de la cuadyuvancia concluyeron que eran de animal pero de todas maneras se recogieron para su análisis. En el quinto día de excavaciones, se encontró que otra de las anomalías detectadas por el georadar es una acumulación de rocas y raíces de árboles.
El 25 de mayo 2013 se presentó el libro: Desaparición forzada y terrorismo de Estado en México. Memorias de represión de Atoyac, Guerrero, durante la década de los setenta, una de las coautoras es la difunta Andrea Radilla Martínez y terminando la presentación, académicos, activistas y familiares de desaparecidos, acompañados de defensores de derechos humanos y estudiantes universitarios recorrieron parte de la ciudad para renombrar las calles. La explanada del Ayuntamiento fue bautizada como Plaza Mártires de los setentas, la calle Ejército Nacional ahora lleva el nombre de Florentino Loza Patiño y la plaza central de Atoyac, donde está el monumento a Lucio Cabañas, ahora se llama Plaza de la Memoria.
Al ampliarse la zona de excavación, el 28 de mayo, se encontró una moneda de 1979 a 26 centímetros de profundidad, y casi al terminar de escarbar en lo que llamaron la zona uno encontraron, casi en la superficie, dos huesos pequeños que parecían pedazos de costilla de algún animal.
El 30 de mayo de 2013 por primera vez en México se recaban los datos para una ficha antemortem, herramienta que se utiliza para obtener información sobre las características de un desaparecido en el momento previo a su detención. Se excavó una trinchera en una zona cercana al canal frente a las oficinas de la Presidencia, donde varios testimonios mencionan la existencia de una zanja donde se arrojaban cuerpos. A pesar de que se encontraron indicios de anomalías en el terreno se abandonó la diligencia porque el tiempo se les acabó a los funcionarios de la PGR.
El Estado mexicano ha hecho esfuerzos débiles para reparar el daño y ha entregado parte de la reparación a 60 casos de los 275 que acreditó la CNDH en el 2001. Llevan ya tres años reparando y lo han hecho con apenas el 10 por ciento. Se argumenta que no hay recursos para el pago porque no lo han aprobado.
La CNDH recibió 532 quejas de desaparición forzada de éstas únicamente acreditó 275, falta acreditar el resto, para lo cual también se tienen que tomar en cuenta las 800 denuncias que recibió la Fiscalía Especial, porque todas las víctimas deben recibir una indemnización económica.
Parte de la reparación también es en el rubro de la salud, mental y física. Para ello Gobernación ha hecho un convenio con la Secretaría de Salud federal para que otorgue la atención médica, para eso se están repartiendo tarjetas de salud.
La Afadem lleva la representación en 120 casos y se les entregará este beneficio a todos los familiares directos de la víctima, por eso actualmente no se ha podido saber cuántas tarjetas se repartirán. Tita Radilla vicepresidenta de Afadem llama la atención, que en lo principal, que es la investigación, no hay avance.

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