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Hace tres años en la colonia Viguri de la capital se vivía sin temor, dice un vecino vigilante de 84 años

Jacob Morales Antonio

Chilpancingo

Vecinos cansados de la apatía de las autoridades para atender la inseguridad que persiste en la colonia Margarita Viguri Viguri conformaron un grupo de vigilancia que con palos y machetes recorren desde el 5 de abril las calles y callejones de la zona.
El señor Eleuterio Villamar Carlos, uno de los primeros habitantes de la colonia fundada en la década de 1950 recordó que hace tres años aún podían caminar en las noches por las calles empedradas de la colonia sin temor a sufrir los embates de la delincuencia.
Con machete en mano y??pese a sus 84 años el señor encabeza el recorrido y camina a la par con los más jóvenes que integran el grupo de ciudadanos vigilantes, que surgió luego del aumento de los asaltos a casa habitación, a transeúntes, y el robo de vehículos.
La noche del lunes en un recorrido de tres horas al que se invitó a la prensa, unos 20 vecinos armados con palos y machetes caminaron unos tres kilómetros de calles y callejones y recorrieron la barranca Pesoapa para ahuyentar a los ladrones que en las últimas tres semanas han atracado tres casas y por lo menos han asaltado a 10 personas a plena luz del día.
El adulto mayor, decidido a combatir la delincuencia evocó que en la década de 1960 cuando él y su familia llegaron a vivir a esa colonia, no había luz, agua potable y menos calles pavimentadas, “todo era monte, pero entonces todo era tranquilo, yo viví mucho tiempo sin luz y nunca nos asaltaron”.
Aseguró que en aquellos años, niños, jóvenes y familias paseaban por las calles sin miedo en el día y la noche protegiéndose únicamente del peligro que podría presentar una caída por las condiciones de las calles de terracería y pequeñas veredas hoy convertidas en callejones.
“Ahora todos nos vamos a nuestras casas a las 9 o 10 de la noche porque hay balaceras, o nos pueden asaltar, y sin luz en las calles están oscuras ni sabemos que nos espera en la otra esquina”, dijo.
A pesar de la participación de algunos jóvenes entre los vecinos vigilantes, Villamar Carlos lamentó la falta de decisión y participación de quienes tienen la fuerza suficiente para caminar, correr y enfrentar a los maleantes.
El colono expresó que los recorridos comenzaron luego de la preocupación de los vecinos del intento de violación de una joven estudiante y la golpiza que recibió su novio al defenderla de dos asaltantes cuando se encontraban en los descansos que hay en la barranca Pesoapa.
Villamar Carlos expresó que noche tras noche mientras las autoridades no tomen el control de la seguridad en la colonia, él seguirá caminando para vigilar que el temor y el miedo no sigan invadiendo las casas de los habitantes de la colonia Margarita Viguri Viguri.

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