Tras plagiarlos, un grupo armado ejecuta a cuatro policías regios

Staff / Agencia Reforma

Monterrey

Después de ser plagiados por un grupo de hombres armados en la colonia Madero, cuatro policías municipales de Monterrey que se encontraban fuera de servicio fueron ejecutados esta madrugada en la colonia Cementos.

Tres de los oficiales quedaron sin vida en el cruce de las calles Nardo y Julián Villarreal, en tanto que el cuarto agente fue trasladado por los paramédicos de la Cruz Roja al Hospital Universitario, donde falleció minutos después.

Los policías fueron identificados como Roberto Lara Cruz, Juan José Inés Alamilla Martínez, Rigoberto Martínez Martínez y Javier Eduardo Vázquez González.

Trascendió que un quinto elemento policiaco también habría sido privado de su libertad junto a los occisos, pero hasta el momento no se ha confirmado tal versión.

Cerca de las 0:20 de la mañana de ayer fue reportada la ejecución múltiple, tras la cual se inició una intensa movilización de agentes ministeriales y estatales.

Uno de los policías asesinados quedó tirado sobre la calle Nardo y dos más quedaron en el acceso a unas bodegas, donde prácticamente los fusilaron.

El elemento que había sobrevivido, según una fuente allegada a las investigaciones, reveló que habían sido privados de su libertad por un grupo de hombres armados cuando convivían en una casa de la calle Nueva Rosita.

La Policía Ministerial tenía como datos proporcionados por vecinos que los pistoleros llegaron a la vivienda en un auto Crown Victoria y en un Beetle amarillo.

Irrumpieron en la casa y se llevaron a los cuatro policías y presuntamente a un quinto elemento hasta ahora desaparecido.

Aparentemente dispararon al aire para amedrentar a vecinos y a los propios oficiales, quienes no tuvieron tiempo de reaccionar y defenderse.

En los mismos vehículos se los llevaron hasta la calle Nardo, donde los bajaron a la fuerza y los acribillaron a quemarropa.

Se estableció que en lugar fueron hallados decenas de casquillos calibre .223 utilizados para arma AR-15.

Todos los policías vestían ropa civil, pero los dos que quedaron en el acceso a las oficinas llevaban puesto el pantalón del uniforme de la corporación policiaca.