Disminuyó la violencia en El Treinta con la Policía Ciudadana, afirman jóvenes

*Jóvenes que participan en la escenificación de la Pasión de Cristo confían en que la gente que vive con fe es menos propensa a sufrir algún hecho de violencia

Karla Galarce Sosa

Jóvenes que participan en la representación de la Pasión de Cristo en El Treinta consideraron que la violencia en esa zona ha bajado después de que en el poblado vecino de Xaltianguis se fundó la Policía Ciudadana.
Coincidieron en que con su participación en la escenificación, que este año es la número 48, sus familias estarán protegidas pues confían en que la gente que vive con fe es menos propensa a sufrir algún hecho de violencia.
Salvador Adalid Silverio Valdés, de 22 años, que personificará a Centurión, el soldado romano que propina los latigazos durante la procesión después del juicio a Jesús, admitió que además de buscar ser parte de la tradición en El Treinta, también quiere personificar a víctimas, como los reos que acompañan a Jesucristo y “pagar las maldades” que ha cometido.
El joven profesor de Educación Física, quien se asume como una “persona violenta”, comentó que “durante los ensayos al fingir golpear a su compañero la sangre se calienta y se propinan los golpes con más crueldad”.
Salvador Adalid Silverio decidió participar porque es una tradición arraigada entre los habitantes, aunque a su familia no les gustó el papel.
“Son 39 latigazos y siento feo porque me imagino que es Jesús, pero se calienta la sangre cuando estoy pegándole”, comentó en entrevista durante el montaje de los escenarios donde se representarán los palacios, la cárcel y el área donde será el lavatorio de pies, fragmentos de la historia previa a la crucifuxión de Jesús de Nazaret.
Silverio Valdés comentó que aunque el poblado es un área tranquila porque “no pasa nada” y “está todo bajo control”, en las áreas suburbanas como las colonias Emiliano Zapata, Ciudad Renacimiento o La Vacacional “está feo”, que él y sus compañeros de representación fueron asaltados y amenazados con pistola en el corazón del puerto.
Contó cómo fueron asaltados por jóvenes que estaban armados en la avenida Cuauhtémoc. Volvían del Centro después de comprar las telas para los vestuarios hace una semana. Luis Felipe Torres Guatemala, de 31 años, personificará a Jesús y para él la escenificación puede ser considerada como una manda o un gusto.
“La personificación puede ser manda o gusto, yo lo hago por manda familiar, para estar bien, para estar seguros”, comentó a este medio durante los trabajos previos al ensayo general, que se realizó por la noche en el toril, donde cada año se desarrollan las escenas que concluyen en la procesión y crucifixión, el sábado de gloria.
Cargará una cruz de 100 kilogramos y este es el segundo año que representa el papel de Jesús, la primera vez fue en 2006.
“Me siento contento, pero ahora comienzo a sentir un cambio, ya no tan contento, sino pensando en los golpes que va a recibir Jesús, pero en mí”, confesó.
Le preocupa el cambio de los soldados, porque algunos golpean más fuerte que otros.
Cuando se le preguntó su opinión respecto a la violencia que se vive en la entidad, dijo que a él le ha tocado vivirla y se ha tenido que alejar de sus amigos, que antes salía de parranda y dejó de hacerlo.
Opinó que la conformación de la Policía Ciudadana de Xaltianguis ayudó mucho a ese poblado, sin embargo, al igual que Adalid, consideró que las cosas “están tranquilas” en El Treinta.
Torres Guatemala es padre de un niño de 2 años y espera, junto con su esposa Fabiola, a un segundo hijo que nacerá en junio. Es dueño de una reparadora de calzado y hace huaraches para mantener a su familia.
Dijo que camina de 4 a 5 kilómetros todos los días para poder llevar la cruz que cargará el próximo sábado por las calles hasta llegar al área donde será sacrificado Jesús.