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El mundo de hoy es violento, dice el arzobispo durante el lavatorio de pies en la Catedral

Karina Contreras

Con la catedral de Nuestra Señora de La Soledad, en el Zócalo, llena, el arzobispo Carlos Garfias Merlos llevó a cabo la ceremonia del lavatorio de pies a los discípulos, recreando lo que hizo Jesús antes de ser crucificado, y dijo a los fieles que el mensaje de esa eucaristía era el amor a nuestros hermanos.
A las 6 de la tarde inició la misa de lavatorio de pies a 12 integrantes de la comunidad católica, que iban vestidos con túnicas de vivos colores y huaraches, por parte del arzobispo, que luego de secarlos los besó como lo hiciera Jesús a sus apóstoles.
Los discípulos fueron colocado en unos bancos arriba de una mesa forrada de rojo donde el prelado lavó a cada uno los pies.
Antes, en su mensaje, Carlos Garfias explicó que esa eucaristía de lavar los pies era el servicio, el amor, la atención a quienes más lo necesitan.
Habló de la preocupación por aquel que se encuentra en circunstancias especiales y preguntó ¿cómo podremos nosotros recibir esta herencia que Cristo nos ofrece si no es precisamente tomar conciencia de qué hemos recibido en la eucaristía?. Dijo que el mundo hoy es violento, es inseguro, lleno de recelo, de agresiones, lleno de problemas sociales.
Indicó que ante ello la iglesia ha hecho “un esfuerzo especial para atender y acompañar a las víctimas, por escuchar, por darles un acompañamiento espiritual, un acompañamiento psicosocial, pastoral, y si es posible un acompañamiento jurídico”, pero que es necesario que se multipliquen esos centros de escucha en las parroquias.
El arzobispo agregó que quieren que todos se conviertan en hermanos, en una persona capaz de escuchar al hermano que tiene necesidad y que todos sean capaces de dar comprensión y respeto.
Carlos Grafias dijo que se necesita reconstruir el respeto en la familia, atender y estar cerca de los jóvenes para orientarlos. Luego de la lavatoria de pies se inició una oración ante el santísimo sacramento.

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