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Termina Viacrucis del migrante en vías del tren en Tabasco

Carlos Marí / Agencia Reforma

 

Tenosique

 

Luego de dos días de caminata culminó el Viacrucis del Migrante con una crucifixión simbólica en las vías del tren.

“Señor perdónalos porque no saben lo que hacen”, expresó Roney Mazariego, un hondureño que protagonizó a Jesucristo y quien fue amarrado a una cruz sobre un vagón.

La súplica del perdón es por los malos tratos de elementos militares y de autoridades policiacas, como del crimen organizado, dijo fray Tomás González, coordinador de la casa del migrante La 72 y quien es uno de los principales defensores de sus derechos humanos.

Los centroamericanos, acompañados por religiosos y activistas, apenas ingresaron ayer a territorio mexicano por el poblado La Palma, localizado al  margen del río Usumacinta, donde arribaron en un par de lanchas procedentes de El Petén, Guatemala.

Al retomar la caminata este viernes, los alrededor de 80 migrantes escenificaron las estaciones del Viacrucis, pero con un contexto de la problemática de atropellos que sufren a partir de la frontera sur rumbo al vecino país del norte.

Una de esas estaciones fue frente a la 38 Zona Militar, donde al igual que en el retén de soldados que está instalado en las afueras de La Palma, los activistas del Movimiento Migrante Mesoamericano dirigieron un discurso en contra de las detenciones arbitrarias que sufren a manos de los uniformados.

Sin embargo, también hicieron oración por ellos.

En su recta final rumbo a la estación de ferrocarril de esta cabecera municipal, los centroamericanos se percataron que en dirección opuesta avanzaba el Viacrucis de la Parroquia de San Román.

Entonces, fray González dio la orden para detener la representación de los indocumentados, en señal de respeto al tradicional de los católicos.

Una religiosa, como el párroco que iba a la cabeza de los feligreses, decidieron convocar a manifestar solidaridad con los migrantes, orar por ellos, y además respaldar la misión del fraile.

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