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Reporta en Iztapalapa saldo blanco tras la representación del Viacrucis

Cristina Hernández y Adriana Alatorre / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

Después de una semana de actividades por la 169 representación de la Pasión y Muerte de Cristo en Iztapalapa, la Delegación reportó saldo blanco.

Pese a que se hicieron más de 2 mil atenciones médicas por parte de la Delegación y la Secretaría de Salud del DF, la Delegación informó que fueron atenciones menores no lamentables, como laceraciones en los pies.

“Logramos que hubiera saldo blanco, no tenemos un solo herido, no tenemos un asunto que lamentar, hubo en algún momento alguna situación, como cada año, forcejeos para poder entrar en algún lugar en donde no estaba permitido; sin embargo, hubo garantía en que Seguridad Pública hizo un buen trabajo, trató bien a la población, no tuvimos hechos que lamentar”, expresó Clara Brugada, Jefa delegacional de Iztapalapa.

Brugada también agregó que este año también aumentó el número de visitantes en la Semana Santa en Iztapalapa.

Desde el Domingo de Ramos hasta el Viernes de Crucifixión hubo una afluencia de 2 millones 454 mil personas a comparación del año pasado en el que se registraron 2 millones 100 mil visitantes.

Gerardo Granados, presidente del Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa, reportó que durante la representación del recién declarado Patrimonio Intangible de la Ciudad, no hubo detenidos.

Por otra parte, la jefa Delegacional agradeció a los participantes y organizadores por la representación.

En tanto, Luego de ocho años de haber interrumpido la representación del Viacrucis en Semana Santa, la Catedral Metropolitana inició nuevamente esta tradición.

Frente a la fachada principal del recinto del siglo 18 se improvisó un escenario donde la Compañía de Teatro Clásico Félix Novohispano con 30 actores en escena y varios fieles, dieron vida al Calvario que vivió Jesús de Nazaret el Viernes Santo, desde su juicio ante Poncio Pilatos hasta su crucifixión.

La representación inició a las 10 de la mañana, bajo un calor intenso, con las palabras de Monseñor Manuel Arellano, deán de la Catedral, quien, ataviado con una túnica negra, llamó a la reflexión.

Inmediatamente las trompetas de la banda de guerra dieron inicio a la representación de la obra adaptada por José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, en la que participaron varios centuriones romanos.

El evento congregó al menos a 500 personas, quienes, cubriéndose del sol, y con varias cámaras de teléfonos en mano, participaron en el inicio del Viacrucis.

Para el escenario de las cuatro caídas se aprovecharon los vértices de la plancha del Zócalo.

Flanqueadas las entradas por al menos 40 elementos de seguridad, la marcha regresó al escenario donde la obra concluyó al filo del mediodía con la crucifixión y la entrada del cuerpo cargado en hombros y envuelto en una sábana de terciopelo rojo hacia el interior del inmueble.

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