Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Comenzó en Acapulco Cien años de soledad

*El escritor colombiano Gabriel García Márquez falleció la tarde de ayer a los 87 años en su casa del DF

*Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1982

*Con Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa protagonizó el boom que impulsó en el mundo la literatura de América Latina

*Se conduelen por su muerte desde presidentes como Obama hasta las FARC

*El lunes, homenaje nacional en el Palacio de Bellas Artes

Muere Gabriel García Márquez en la ciudad de México a los 87 años

*Del deteriorado estado de salud del Nobel de Literatura se comenzó a saber el 31 de marzo cuando fue internado durante nueve días en el Instituto Nacional de Nutrición debido a un cuadro de deshidratación, infección pulmonar y de vías urinarias. Desde que fue dado de alta, el 9 de abril, su familia mantuvo en secreto tanto el padecimiento que sufría como la gravedad.

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

Gabriel García Márquez, uno de los hijos del telegrafista de Aracataca que llegó a ser la figura central del boom latinoamericano y a ganar el Premio Nobel de Literatura 1982, falleció en su casa de la ciudad de México a los 87 años de edad, convertido en uno de los más grandes escritores de la lengua española, comparable con Miguel de Cervantes Saavedra.
Apenas se dio la noticia del fallecimiento del colombiano, a las 14:55 horas llegó a la casa la conductora Fernanda Familiar llorando y, minutos después, el escritor colombiano Guillermo Angulo, un amigo de toda la vida, quien aún no conocía el anuncio del deceso.
“Voy llegando de Colombia. Nadie me ha dicho nada”, dijo antes de ingresar.
El estado de salud de Gabo, Gabito, GGM o “el hijo del telegrafista”, nacido el 6 de marzo de 1927, había permanecido en secreto desde el 31 de marzo, cuando fue internado durante nueve días en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán debido a un cuadro de deshidratación, infección pulmonar y de vías urinarias.
Fue dado de alta el 9 de abril y desde entonces su familia, su esposa Mercedes Barcha, a quien le dedicó todos sus libros, y sus hijos Rodrigo y Gonzalo, mantuvieron en secreto tanto el padecimiento como la gravedad que, se rumoró, se trataba de un resurgimiento de un cáncer linfático.
Ya desde 2012, cuando un hermano del autor reveló que desde 1999 presentaba síntomas del demencia senil, la atención estaba sobre la salud del autor de Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, La hojarasca, Doce cuentos peregrinos y El coronel no tiene quien le escriba, entre medio centenar de obras, la mayor parte convertidas en best sellers en todo el mundo.
La última aparición que García Márquez hizo fue el día de su cumpleaños 87, el 6 de marzo, cuando salió de su casa, en Jardines del Pedregal, a saludar a los periodistas.
García Márquez inició estudios de Derecho en Bogotá y trabajó en los diarios como El Universal, de Cartagena y El Espectador, de Bogotá, a partir de 1954. Al año siguiente publicó su primera novela La hojarasca, e inició también la publicación del Relato de un náufrago, un reportaje por entregas en El Espectador.
El Nobel colombiano había asimilado la influencia de autores como William Faulkner y Ernest Hemingway y a partir de entonces inició la creación de un universo personal que frecuentemente ha sido llamado “realismo mágico” a partir, incluso, de la sorpresa de lo cotidiano, como un coronel a quien su abuelo lo lleva a conocer el hielo.
A partir de 1960, junto con autores como el argentino Julio Cortázar, el mexicano Carlos Fuentes y el peruano Mario Vargas Llosa, conformó un movimiento literario llamado El Boom latinoamericano que proyectó a las letras del continente en Europa y Estados Unidos.
García Márquez, presidente honorario de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, instaló su residencia en México a partir de los 60, y en 1967 publicó aquí Cien años de soledad, su obra más conocida, ubicada en Macondo, lugar inspirado en Aracataca y poblado de personajes que han dado la vuelta al mundo: Úrsula Iguarán, Mauricio Babilonia, Aureliano Buendía, Remedios la Bella o José Arcadio Buendía.
En 1972 ganó el Premio Rómulo Gallegos y desde que ganó el Nobel, en 1982, determinó no aceptar ninguno más. Recibió el Nobel con un discurso titulado La soledad de América Latina.
“Agradezco –dijo– a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido”.
Después del Nobel publico todavía El amor en los tiempos del cólera, El general en su laberinto, Doce cuentos peregrinos, Del amor y otros demonios, sus memorias Vivir para contarla y Memoria de mis putas tristes, su última novela, en 2004.
En la primera parte de su autobiografía García Márquez, quien falleció rodeado por su familia, relata el día, a sus tres o cuatro años, en que su abuelo, el general Nicolás Márquez, figura decisiva para su formación de escritor, lo llevó a conocer el mar.
“Mi abuelo me había llevado de la mano a través de aquel yermo ardiente, caminando de prisa y sin decirme para qué, y de pronto nos encontramos frente a una vasta extensión de aguas verdes con eructos de espuma, donde flotaba todo un mundo de gallinas ahogadas.
“–Es el mar, –me dijo.
“Desencantado, le pregunté que había en la otra orilla, y él me contestó sin dudarlo: “Del otro lado no hay orilla”.

Desata reacciones en el mundo la muerte del autor de Cien años de Soledad

*Su biógrafo, Dasso Saldívar, dijo: ha muerto un hombre grande, pero afortunadamente no podemos decir que haya muerto el escritor

Agencia Proceso

Ciudad de México

Las reacciones en el mundo por la muerte del Premio Nobel de Literatura (1982) Gabriel García Márquez reflejaron la grandeza del colombiano, así como el respeto y admiración por su obra y su personalidad.
Apenas se conoció la noticia del fallecimiento del autor de Cien años de Soledad (1987) en su casa ubicada en el sur de la Ciudad de México, se desencadenaron todo tipo de reacciones en redes sociales y diarios electrónicos de diversos países.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, escribió en su cuenta de Twitter: “Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia”.
Apenas ayer el mandatario declaró a la colombiana Radio Caracol que el escritor se recuperaba de una “neumonía”, pero dijo que ya había sido “controlada”.
El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez afirmó en un tuit: “Maestro García Márquez, gracias siempre, millones de habitantes del Planeta se enamoraron de nuestra Patria en la fascinación de sus renglones”.
Andrés Pastrana, exmandatario del país de El Gabo, recordó que entre las “grandes obsesiones” del escritor siempre estaba la paz en Colombia y la educación. “Cada que uno hablaba con Gabo era un tema obligado, cómo podíamos los colombianos reconciliar al país, la paz y la educación eran sus grandes obsesiones”, según dijo para W Radio en aquel país.
En la cuenta de Twitter @FARC-EPaz, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) escribieron: “Pierde Colombia, pierde el mundo por el fallecimiento de Gabo. Sus obras salvaguardan su memoria. Acompañamos a su familia en este momento”.
El pronunciamiento fue hecho por la delegación de las FARC que participa en los diálogos de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos en La Habana, Cuba, para poner fin a cinco décadas de conflicto armado en Colombia.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, comentó en la misma red social que habrá “años de soledad” por la partida de García Márquez. Pero dijo que quedan sus obras “y amor por la Patria Grande, ¡hasta la victoria siempre Gabo querido!”.
Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, y amigo por muchos años del autor de El amor en los tiempos del cólera (1985), expresó desde Ayacucho, Perú: “Ha muerto un gran escritor, cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua. Sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier. Le envío mis condolencias a su familia”.
La escritora chilena Isabel Allende comentó que sentía una “pena inmensa” por la muerte de García Márquez, cuya obra, dijo “es inmortal”. En conferencia en el Instituto Cervantes de Nueva York, aseguró que “era un maestro para todos”, y que todos los autores latinoamericanos contemporáneos han “estado influidos por su obra”. Lo llamó “el gran pilar del boom de la literatura latinoamericana”.
Jaime Abello, director general de la Fundación Gabriel García Márquez para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), relató en la página oficial de la organización: “Gabo vivió una vida plena e incomparable. Lo recordaremos como un creador genial, un ser humano lleno de sabiduría, humor y ternura, un trabajador incansable, que supo mostrarnos que la mejor manera de aprovechar un trayecto vital es siguiendo la vocación personal, con la terquedad y disciplina que dan cimiento al talento y la pasión”.
El periódico Granma de Cuba anunció la noticia con el título La cultura latinoamericana de luto y destacó una entrevista que le hizo a su amigo y expresidente cubano titulada El Fidel Castro que yo conozco.

El Gabo recordado en otras fronteras

Fuera de América Latina también hubo reacciones ante la muerte del autor de El coronel no tiene quien le escriba (1961), La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada (1972) y El general en su laberinto (1989), entre otras novelas, cuentos y crónicas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó en su cuenta de Twitter que el mundo perdió a uno de sus más grandes escritores visionarios “y uno de mis favoritos desde que era joven”. Incluso, contó que cuando viajó a México se reunió con él y que le obsequió un ejemplar de Cien años de soledad con dedicatoria “que atesoro en la actualidad”.
The New York Times lo llamó “el exuberante maestro del realismo mágico”, mientras que The Washington Post lo destacó como el “autor e icono cultural” de esta corriente de la literatura latinoamericana.
El sitio web oficial del Premio Nobel reprodujo en español y en inglés el discurso –escrito y en audio– que el colombiano pronunció el 8 de diciembre de 1982, al recibir la máxima presea en el mundo de la literatura en Suecia. “Yo sueño que ahora las estirpes condenadas a Cien Años de Soledad, tengan una segunda oportunidad sobre la Tierra”, dijo entonces.
Su biógrafo, Dasso Saldívar, dijo: “Ha muerto un hombre grande, pero afortunadamente no podemos decir que haya muerto el escritor Gabriel García Márquez”. Agregó que “los días venideros seguirán confirmando esta verdad universal: que el hijo de Aracataca es uno de los fabuladores, uno de los narradores y uno de los escritores más grandes de todos los tiempos”.
El periódico español El País, tituló la nota como Muere Gabriel García Márquez, un genio de la literatura universal y ofreció un especial multimedia sobre su vida y su obra.
Los diarios franceses Le Monde y Le Figaro destacaron la muerte de “el patriarca” y lo recordaron como uno de los más grandes escritores de la lengua española en el siglo XX.
El británico The Guardian lo llamó “el titán literario”.

Prepara homenaje Conaculta; su cuerpo será incinerado, informan

Julieta Riveroll / Agencia Reforma

Ciudad de México

La familia de Gabriel García Márquez pide ahora descansar.
En su nombre, Jaime Abello, director de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, y María Cristina García Cepeda, directora del INBA, confirmaron que el escritor recibirá un homenaje el 21 de abril en el Palacio de Bellas Artes a partir de las 16 horas.
Allí el público podrá celebrar su legado, dijo García Cepeda.
“Por lo pronto vamos todos a descansar y a reposar”, comunicó Abello.
Sobre las causas de su muerte, se reservó todo anuncio: “Los médicos lo dirán posteriormente, supongo”.
El mensaje fue breve e insistente.
“Los invitamos a que el lunes nos acompañen. La idea ahora es reposar, descansar y recuperar un poco de tranquilidad. Ya Gabo tenía 87 años, falleció y lo vamos a homenajear el próximo lunes”.
Estaban a las puertas de la casa del escritor, en Jardines del Pedregal, adonde se esperaba la llegada de la carroza para velar al escritor.
Sin embargo, en la funeraria García López de Pedregal, adonde fue trasladado el cuerpo hace unas horas, se informó que no saldría carroza alguna, lo cual levantó especulación, pues quedó en el aire la posibilidad de que el escritor ya hubiera sido cremado.
No obstante, García Cepeda dijo que iba a ser incinerado. No se aceptaron preguntas para precisar informaciones.
A la casa han llegado escritores como Jorge F. Hernández, Ángeles Mastretta y Héctor Aguilar Camín, quien recordó que la muerte de Gabo no era cualquier cosa: “Es como si se hubiera muerto Dickens o Balzac. Es una cosa muy seria García Márquez”.
A las puertas de la funeraria J. García López han llegado arreglos florales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y de María Cristina García Cepeda, su titular; del Auditorio Nacional, del Conaculta, y de Miguel Alemán Velasco, que sobresale por sus rosas amarillas.
Omar López, quien nació el mismo año que García Márquez ganó el Nobel, en 1982, leyó el cuento “La mujer que llegaba a las seis” para rendirle un homenaje al escritor.

Expresa Peña pesar por muerte de Gabo

El presidente Enrique Peña Nieto expresó su pesar por el fallecimiento de Gabriel García Márquez, quien, dijo, marcó la cultura.
Luego de solidarizarse con la familia del escritor, el mandatario afirmó que el colombiano hizo universal el realismo mágico latinoamericano.
“A nombre de México, expreso mi pesar por el fallecimiento de uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos: Gabriel García Márquez”, tuiteó Peña.
“Con su obra, García Márquez hizo universal el realismo mágico latinoamericano, marcando la cultura de nuestro tiempo”.
Miembros del gabinete también emitieron mensajes en los que recordaron al Premio Nobel.
“‘El día que me sienta mal no me pongo en manos de nadie. Me boto yo mismo en el cajón de la basura’”, escribió Jesús Ramírez Strabos, coordinador de vinculación de la Presidencia de la República. (Staff / Agencia Reforma / Ciudad de México).

468 ad