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 Cancelan el concierto de Paquita la del Barrio en el Centro de Convenciones

* Saavedra Toache acusa de fraude ante el MP a los promotores

* Causa tumultos, insultos y golpes la suspensión de evento
Xavier Rosado * El concierto de la cantante popular Paquita la del Barrio fue cancelado el domingo por la noche en el salón Teotihuacán del Centro Cultural y de Convenciones de Acapulco, hecho que causó tumultos, gritos y hasta golpes al reclamar los asistentes el monto de sus boletos.
El director operativo del Centro Cultural y de Convenciones, Carlos Saavedra Toache informó que el concierto fue un fraude organizado por los promotores del evento, Roberto Pérez y Omar Cabañas.
Agregó que alrededor de las 20 horas, los promotores desaparecieron del lugar una vez que recogieron todas las entradas del espectáculo y que, a las 21:30 horas hizo la denuncia en el Ministerio Público de Costa Azul para organizar la persecución de los delincuentes.
Indicó que el Centro de Convenciones enfrentaría la responsabilidad de devolver el costo de los boletos a las más de 2 mil personas que acudieron a presenciar el concierto, aunque no precisó el monto total de dichas devoluciones.
La gente empezó a entrar al salón Teotihuacán a las 18 horas, debido a que los boletos marcaban que el espectáculo comenzaría a las 19 horas.
Ocuparon sus lugares designados según el costo del boleto que adquirieron, 150, 200 y 300 pesos, esta última el área de VIP, sin embargo, debido a que los asientos no estaban numerados y que no había divisiones apropiadas para cada sección, los de la sección de 150 pesos comenzaron a invadir la de 200 pesos y éstos, el área VIP.
A las 20 horas, el sitio estaba lleno y los abucheos a los organizadores empezaron a escucharse, un grupo musical cuyo nombre no fue anunciado, tocó unas seis piezas hasta las 20:30 horas, hasta que el público, comenzó a aplaudir y continuó clamando la presencia de Paquita.
El escenario resultaba demasiado austero para una presentación profesional, contaba solamente con una plataforma de un metro de alto, ocho metros de largo por cinco de ancho, un juego de cuatro bocinas y un tablero de controles.
A las nueve de la noche, Carlos Saavedra anunció a la concurrencia que el concierto se cancelaba y que las entradas serían devueltas en la entrada principal del salón, anuncio que causó que todos los asistentes se arremolinaran en las puertas para ser los primeros en cobrar, sin embargo, la situación se agravó debido a que los boletos de 150 y de 200 pesos, habían sido recogidos por el personal de la entrada sin regresar el talón comprobante, lo que causó la incertidumbre de los presentes.
A las 21:30 horas, las más de 2 mil personas se amontonaron en la salida, tratando de cobrar sus boletos, empujándose contra las puertas de vidrio con peligro de romperlas, ante esta situación no fueron suficientes los seis miembros de seguridad del Centro de Convenciones, por lo que tomaron la decisión de regresar al escenario y volver a sentar a los asistentes.
En este punto, se decidió que el personal administrativo del Centro de Convenciones pasaría a las sillas para devolver a la gente sentada el valor de su boleto, sin embargo, esto tampoco funcionó porque los asistentes pedían que se regresaran primero las entradas de 300 pesos, otros querían que se formaran, Saavedra quería que pasaran de 10 en 10, pero no se logró unificar criterios, por lo que se empezó a formar otra vez el tumulto en una de las salidas laterales del recinto, donde se colocó una mesa para devolver las entradas.
Aquí se empezó a pagar a la gente sin comprobante alguno, que solamente decía cuántos boletos y de qué precio habían comprado, sin embargo, ante la falta de organización, la gente comenzó a desesperarse, provocando que hubiera pleitos, insultos y hasta una pelea a golpes en la que tuvieron que intervenir los miembros de seguridad.
Por último, se logró la calma y los presentes regresaron a sus asientos para cobrar su dinero. Esta operación duró hasta las 12:30 horas.
Una señora asistente, tomó el micrófono para invitar a los demás a no volver a escuchar “ningún disco” de Paquita la del Barrio. También hubo algunas señoras que amenazaron con bloquear la Costera si no les devolvían su dinero.

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