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Acampa en playa Carabalí una familia de 53 poblanos; Acapulco es seguro, dicen

Salvador Serna

 

La familia Mejía Flores, originaria de Puebla, se vino de vacaciones de “a mochilazo” al puerto de Acapulco, con el único objetivo de ahorrarse el pago del impuesto estatal al hospedaje, divertirse y convivir lo mas cercano posible con la naturaleza.

“Hicimos nuestro propio hotel Camarena. Somos 53 integrantes de la familia Mejía Flores. Como puedes ver, traemos 23 casas de campañas diferentes. Nos la estamos pasando a todo dar aquí en el golfito de Acapulco” dijo el patriarca Pablo Flores en playa Carabalí.

Los poblanos llegaron ayer por la mañana, el domingo se irán. Argumentaron que lo mejor de todo el viaje es el considerable ahorro que se logra por vivir y dormir gratuitamente en el hotel Camarena.

“El no pagar una habitación normal, de entre 500 a mil pesos, nos permite comprar mucha comida, papel higiénico, medicinas y sobre todo mucha cerveza y tequila. ¿Así quien no se la va a pasar bien? Y es que somos muchos de la familia, mas otros recogidos, por no llamarles colados” asegura Rafael Flores.

Eulalia Mejía una de las abuelitas, comentó que en total son nueve hijos, 27 nietos y 11 bisnietos, “y faltan las nueras y las cuñadas. No todos están aquí en la playa. Andan en La Quebrada, el parque de las fuentes danzarinas donde se moja la gente y en el centro comprando ropa”.

“En la noche los encuentra a todos a la hora de la merienda y después ya no, porque algunos se van a bailar” dijo Sofía Flores, una de las tías, encargada de preparar el atún con mayonesa, verduras y galleta saladas.

Los integrantes más pequeños se encontraban chapoteando en la orilla de la playa, supervisados por sus madres, quienes arengaban a no meterse tan adentro del mar.

Los poblanos aseguraron no tener miedo de ser sorprendidos y asaltados en la noche, ya que “siempre montamos guardias de dos horas, las personas mayores, y nos ponemos cerca de las tiendas de campaña donde están las niñas y los niños, quienes están en medio de nosotros, es decir los protegemos en círculo. No es la primera vez que venimos y siempre ha habido santa paz. En ese aspecto, las playas de Acapulco son nobles y seguras, además sobran policías por todos lados” finalizo Pablo Flores.

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