Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

 Por el turismo popular hoteles de 3 y 5 estrellas viven su boom de temporada

* Reactiva la economía del pequeño comercio

Aurelio Peláez * Vacaciones en Acapulco o el tour de los autobuses turísticos por la Cuauhtémoc, Centro y sitios aledaños al área Tradicional. Interminable fila de autos estacionados frente a los hoteles de 3 y 5 estrellas, que conocen de un pequeño boom en la temporada, merced al frío de la zona centro y norte del país.
Del autobús, salta en plena mañana camino a la playa la tropa de niños y niñas en busca del mar. Bajan aún con chamarras y colchas y las lagañas del sueño de la noche de tránsito desde Morelos, ciudad de México o aún otros estados como Puebla, Hidalgo o Querétaro.
En los hoteles del Centro, el blanco de llegada de estos autobuses, está también un ambiente cercano a sus lugares de origen y al sitio turístico que visitan. Ahí se está cerca de los restaurantes de pescados y mariscos, pero también una media docena de expendios de tortas y restaurantes de comida económica.
Por ahí, desde hace una semana, se ven las filas de familias de vacacionistas en tránsito hacia los restaurantes o las playas. Sus lugares preferidos son los clásicos, referencias como las playas Caleta, Caletilla, Hornos.
Van con traje de baño recién comprado en Acapulco, visor y snorkel, la toalla con infaltables motivos playeros. Van con su música no a otra parte sino a las playas, que de golpe se muestran llenas y en donde apenas si hay alguna sombrilla por alquilar. Van por la noche a los salones de baile y a los discos, que convierten en extensiones de algún salón de la ciudad de México.
Y aunque los líderes de restauranteros y negocios, los empresarios que dirigen las cámaras de comercio, se quejen de que el de los autobuses fletados, el de los camiones en donde viaja toda la familia, sea un turismo popular, de poco gasto, luego se ve cómo se reactiva la actividad de restaurantes y tiendas de ropa para playa, los supermercados de marca, desde el Oxxo a los que se anuncian en periódicos y televisión, y hasta la tiendita de la esquina, de donde salen generosamente los sixs de cerveza directo a la hielera de los turistas, y las Sabritas y demás frituras para la botana.
Ya poco se ve el turista del anafre en la playa, también es cierto. Ya también se ven turistas que regresan por tercera o cuarta vez y que han aprendido ciertas reglas de convivencia con los anfitriones, que se comportan en plan de visitantes y no de conquistadores de algún pueblo de pescadores y meseros que mueven la pancita.

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