Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

  Saúl López Sollano 

?David Molina, una vida de lucha junto al pueblo

Está por terminar un año más de nuestro ciclo de vida en los tiempos actuales. Año, como medida del tiempo, inventada por los ancestros de todas las culturas del mundo, a la que interpretaban hoy con atavismos y premoniciones fatalistas, y mañana con buenos augurios, dependiendo de la posición de las estrellas, los soles y los planetas, simbología que supieron interpretar y que les 0dio desde su génesis cultural una cosmovisión.
Concepción del universo de la que carecemos hoy los actuales pobladores de la tierra, los de la era de la modernidad, de la llevada y traída globalización o más contundentemente, de la era del capitalismo en su máxima expresión con sus modernos gobiernos imperiales denominados también neoliberales.
Pero, no me propongo por ahora, discutir acerca de estos rimbombantes conceptos. Quiero hoy, que está por finalizar el 2002, en el marco de las celebraciones universales de navidad y año nuevo, compartir esta reflexión en torno a la vida de David Molina Francisco, amigo entrañable, compañero de luchas y utopías, víctima en la actualidad de la opresión de Estado.
Por decisión del gobierno de Guerrero y su pandilla de caciques que lo mal gobiernan, Molina se encuentra por cuarta vez en su vida privado de su libertad. Dos veces ha estado en calidad de preso por motivos políticos y dos más secuestrado.
El primer tormento sufrido en el mal llamado Centro de Readaptación Social de Acapulco (Que más bien es la mejor escuela del crimen organizado en todo el país), fue durante octubre de 1988 al calor de las luchas postelectorales del pueblo de Coyuca de Benítez, derivadas de la insurrección cívica encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas; y la que padece actualmente desde el 16 de agosto de 2001, con motivo de sus luchas por conseguir tierra y techo para los excluidos de ese derecho social, siendo uno de sus férreos detractores nada más y nada menos que Israel Nogueda Otero, aquel ex gobernador sustituto que se hizo célebre por haber sido destituido del cargo en 1975 acusado de lucrar con terrenos ejidales precisamente en Acapulco.
Fue víctima del primer secuestro siendo dirigente del PRD en Coyuca de Benítez, durante las elecciones municipales de 1989, producto de la ola represiva desatada por el extinto ex gobernador José Francisco Ruiz Massieu en contra de los ayuntamientos populares instalados por el PRD a raíz del fraude electoral. El segundo, en abril de 2000 como medida de amedrentamiento para desalentar su participación en la lucha social de la actualidad.
Pero la trayectoria de David Molina no es sólo en el terreno de la lucha social y política, también ha sobresalido en el aspecto académico. Cursó la licenciatura en derecho en la Escuela Superior de Ciencias Sociales de Acapulco; realizó estudios de maestría en Ciencias Sociales y es miembro activo del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de Guerrero (STAUAG), desde hace más de 20 años cuando ingresó como profesor universitario.
Precedido de una trayectoria de líder universitario desde sus años como estudiante preparatoriano, destacando como dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG); miembro y dirigente de organizaciones estudiantiles de los años 70, militante y dirigente político desde siempre al lado de los forjadores de organizaciones políticas como el MLR, MIRE, y ACNR (nuevos cívicos) que sentaron junto a otras vertientes políticas los cimientos de lo que hoy es el poderoso Partido de la Revolución Democrática (PRD). En la actualidad prominente miembro y dirigente del Movimiento Democrático del Sur (MDS), y líder indiscutible del movimiento social urbano-popular de Acapulco y Coyuca de Benítez.
David Molina no es un delincuente como lo quieren hacer aparecer los voceros gubernamentales, su historia de vida nos dice que es un reconocido catedrático universitario, un destacado dirigente político, que ha coadyuvado al nacimiento de nuevas organizaciones sociales que han fortalecido la lucha de la sociedad civil por conseguir mejores condiciones de vida a través de la protesta y la resistencia civil organizada.
Los delincuentes están del lado del gobierno que hoy lo mantiene injustamente en la cárcel. Allí están los patéticos casos de los verdaderos culpables de delitos que agravian a la sociedad entera como Rubén Figueroa Alcocer responsable de la matanza de Aguas Blancas quien se pasea por las calles impunemente, o el caso de Rubén Robles Catalán cómplice de Figueroa y presunto autor intelectual del asesinato del licenciado Norberto Flores Baños. Ya no se diga del mencionado ex gobernador Israel Nogueda Otero, quien no tiene autoridad moral para reclamar los terrenos en litigio con colonos por el rumbo de Pie de la Cuesta y que es el principal motivo por el que David Molina está en prisión, ya que él fue destituido como gobernador del estado por acusaciones relacionadas con apropiaciones indebidas de terrenos propiedad de la nación.
¿Quién garantiza en Guerrero la legitima propiedad? ¿No es acaso la misma clase política que hoy está en crisis por los atropellos que han cometido con el pueblo de Guerrero durante décadas?
Delincuentes organizados son Antonio Valdez Andrade y Fortino Rodríguez Cruz (Garibaldi), ambos protegidos por el PRI y el gobierno del estado, sobre quienes pesan sendas órdenes de aprehensión que nunca se han aplicado. Estos tipos invaden calles se roban la luz eléctrica, bloquean las calles y andan libres gozando del fuero que el gobierno del estado les concede. Mientras a la oposición se le aplica con rigurosidad la ley, a los militantes del partido oficial se les solapa y protege. ¿No es esto una clara violación del Estado de derecho por los mismos que lo representan?
El gobierno de René Juárez Cisneros no tiene razón alguna, política, jurídica o moral para mantener en prisión a David Molina Francisco. Difícil es que la problemática que enfrenta Israel Nogueda Otero y el gobierno del estado con el caso de la colonia Campo de Aviación se resuelva si Molina permanece en la cárcel. Ya bastantes maniobras han hecho aprovechando la ausencia de Molina para tratar de dividir a los colonos y desalojarlos y no lo han logrado. Tampoco han prosperado los amagos de desalojo con la fuerza pública. El único camino señores, deben entenderlo es una negociación justa y digna para las partes. Entre más tiempo pase Molina en la cárcel, la deuda  del gobierno y de Nogueda Otero con Molina se acrecienta. Su estancia en prisión no es gratis señores.

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