Playa Papagayo, la más visitada por los turistas el 25 de diciembre

* Hubo más acapulqueños que turistas

Karina Contreras * Cientos de familias visitaron el pasado miércoles las playas del puerto para festejar la navidad, de las cuales sobresalió por su afluencia la playa Papagayo.
Desde temprana hora, los acapulqueños y turistas ocuparon poco a poco las sombrillas disponibles en ese lugar. Allí se les podía ver con hieleras con cervezas y refrescos y charolas de recalentado, que iban desde relleno de pollo, de puerco, pavo, ensaladas; otros llevaban hamburguesas.
Pero también había quienes llevaban frijoles con arroz, chiles y queso, y señalaban que lo importante era convivir con la familia.  Uno de ellos, Ramiro, quien trabaja como chalán de albañil, comentó que llevaba a sus tres hijos y a “su vieja” a divertirse, “aunque sea pobremente”
Pero ni la situación ni la comida parecía perturbar a sus hijos, quienes jugaban en la arena y tomaban el sol vestidos sólo con pantaletas.
La mayor afluencia se registró en la playa Papagayo, frente al asta bandera.
Allí los niños se divertían volando aviones de unicel, con un costo de 20 pesos.
En esta playa no se vio a muchos turistas, pero sobresalían los visitantes locales con sus familias. Una de ellas incluso llevaba a su perico, otros el perro, mientras ponían música de los Tigres del Norte, o del artista del momento.
La vigilancia estuvo a la orden del día en las playas y a lo largo de la Costera, ya que además de varios agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) había infantes de Marina, así como un módulo de la Armada de México, con la denominada operación Salvavidas 02.
Los ambulantes también se hicieron presentes y ofrecían sus productos, como mangos con chile, chicharrones, palomitas, raspados, cocteles de fruta, plátanos fritos. Así como quesadillas, enchiladas, tacos, entre otras comidas que estaban expuestas a los rayos del sol y a los cabellos de las vendedoras.
También a las playas se introdujeron para vender playeras, collares, gorras, lentes, sin que la autoridad los retirara.
Muchas turistas pagaron desde 150 a 200 pesos para que les hicieran las trenzas.
Por otro lado, los deportes acuáticos no estuvieron muy solicitados, y es que los precios por subirse a la banana era de 30 pesos por persona; al bronco de 400; a la lancha para pesca, por una hora, de 600; en el paracaídas 150 y en la moto acuática 400, por lo que muchos prefirieron tomar el sol y dormir para recuperarse de la resaca que les dejó la Nochebuena.
Otros prefirieron jugar futbol, entre otros deportes.
Algo que se pudo observar durante el recorrido que realizó El Sur por esa playa, fue lo vacío que estaban los restaurantes del área de la Costera, aun con la promoción de los trabajadores para atraer clientes.