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Clamor por la paz en los viacrucis; ayer, cinco muertos más

Participantes del Viacrucis por La Paz y Reconciliación, organizado por la Parroquia de San Nicolás de Bari, se toparon en su trayecto por la avenida Ruiz Cortines con soldados del Ejército Mexicano que realizaban un recorrido de vigilancia por la zona * Foto: Carlos Alberto Carbajal

Anarsis Pacheco Pólito

 

Chilpancingo

 

El cielo estaba nublado y un viento frío inundaba la plazuela mientras Jesús realizaba la eucaristía ante 700 personas que se reunieron el jueves por la noche en el barrio de la Santa Cruz en la capital del estado.

Como parte de la recreación escénica de la pasión de Cristo el jueves se reunieron los vecinos del barrio de la Santa Cruz para celebrar la eucaristía en donde como primer punto el actor que interpretaba a Jesús describía cada uno de los alimentos que vestían la mesa de la última cena.

Para la celebración de la última cena los católicos presenciaron el lavatorio de los pies, ceremonia que significa el espíritu de servicio y humildad que el cristianismo predica

Los doce feligreses que representaron a los apóstoles vestidos para la ocasión, recibieron el lavatorio de parte del cura, mientras desde el kiosco de la plaza una voz femenina hacía la crónica los acontecimientos y explicaba el significado de cada uno de los sucesos que el público atento seguía con atención y respeto.

Así, mientras el apóstol Pedro, uno de los mayores seguidores de Cristo se resistía a que su maestro le lavara los pies, en voz alta para que lo oyeran todos Jesús dijo que debería participar como los demás para tener parte de su reino, con lo cual el viejo apóstol accedió.

Después del término de la misa realizada en la plazuela, inicio la procesión que fue encabezada por el Santísimo, ubicado sobre una estructura marcada inicialmente por el incensario, la cruz alta, los cirios y el Santísimo protegido por un telar; le sucedían los 12 apóstoles y la banda de música de viento y por último el pueblo.

La procesión recorrió el perímetro del barrio de Santa Cruz en donde visitaba las estaciones en donde pasara Jesús en las tres caídas, y al regreso de la procesión a la plazuela se logró reunir un número mayor del que ya había.

Al tiempo que se produjo la escena en la cual la convicción del apóstol quedó entre dicho al asegurarle el maestro que antes del segundo canto del gallo lo negaría tres veces. Enfundado en una túnica blanca, Jesús hablaba mesuradamente y hasta se podría decir que con suavidad para dirigir las últimas enseñanzas a sus seguidores. Mientras tanto el cura de la parroquia de la Santa Cruz explicaba a sus feligreses el significado de la Pascua y la importancia de observar cada uno de los actos que memoraban el sufrimiento de su pueblo, desde la huida de Egipto.

Cuando sentados a la mesa los apóstoles recibían el pan para la cena Jesús habló de traiciones y señaló a Judas como el que lo entregaría a las autoridades. Descubierto en sus intenciones, el apóstol señalado cumplió con lo que el destino le marcaba y diriguiéndose presuroso hasta las autoridades de la iglesia donde lo traicionó a cambio de 30 monedas de oro que recibió como pago.

Fue entonces cando los soldados cumpliendo las órdenes recibidas y sorprendieron a Jesús aquella noche en el Monte de los Olivos, en cuanto Judas identificó con un besos en la mejilla al que iba ser capturado para cumplir con el sacrificio para salvar a la humanidad.

Superada luego la escaramuza en la que Pedro cercenó con su espada la oreja de un soldado que en el acto fue sanado por el propio Jesús se cumplió lo que escrito ya estaba: Jesús fue trasladado hasta el sanedrín donde la iglesia de entonces lo juzgó y condenó.

 

El Viacrucis

 

Jesús de Nazaret tras ser juzgado y condenado por Poncio Pilatos ante la mirada de 600 vecinos del Barrio de Santa Cruz y visitantes de otras colonias de la capital del estado, inició a las 11 de la mañana de ayer el viacrucis.

Desde temprano los vecinos y ciudadanos de la capital se dieron cita en la plazuela del conocido barrio esperando que diera inicio la recreación del viacrucis, cabe mencionar que esta es la octava ocasión que se realiza esta actividad en la que participan 80 jóvenes.

El juzgado fue escoltado por soldados romanos y seguido por sus apóstoles, vírgenes y miles de los feligreses que fueron llegando durante el inicio de la recreación mientras era juzgado en tanto 30 jóvenes vestidos de ciudadanos de aquellos tiempos gritaban que fuera muerto.

Como primera parte de su recorrido de sufrimiento Jesús fue torturado a latigazos simulados, y después emprendieron el recorrido dentro de los perímetros del barrio en donde fueron elegidas las tres estaciones donde se produjeron las tres caídas.

La procesión estaba formada en su mayoría por adultos, aunque no faltaron algunos niños de apenas tres años que acompañaban a sus padres en la caminata, a pesar del calor del medio día.

En cada una de las estaciones seleccionadas el cura de la parroquia de Santa Cruz dirigió un sermón a los asistentes que tenían como propósito la reflexión de los feligreses para que no se olvidaran durante el año sobre el sacrificio de Jesús.

El viacrucis se refiere a las diferentes etapas o momentos vividos por Jesucris-to desde el momento en el que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. Esta expresión se usa también en México comúnmente para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida.

Los feligreses que acompañaban el suplicio de Jesús en este viernes de viacrucis, iban rezando a su paso por las calles del barrio hasta llegar a la parroquia del barrio que se encuentra en la calle Eduardo Neri.

En la parroquia se llevó a cabo el simulacro de la crucifixión, en donde Jesús se dirigió al público asistente a la procesión, que a su paso por las calles del barrio fue aumentado y acompañados por cuetes algunos lloraban al recordar la vivencia de Jesús.

Algunos de los asistentes celebraban el hecho de seguir realizando esta actividad, y pedían que mejorara los tiempos que vive el estado, sumergido en la violencia que no encuentra una solución, y agradecían el sacrificio por la humanidad.

Otros seguían rezando ante la escena de la crucifixión, pidiendo por salud para sus familias y mirando al cielo suplicaban su perdón por sus pecados realizados durante el año, pues señalan que es un tiempo para pedir perdón.

El sacerdote comentó que no sólo en este tiempo se debe de recordar a Jesús por su sacrificio, sino todos los días, a cada momento, y los jóvenes deben de empeñarse en estudiar para progresar en la vida y no caer bajo alguna tentación.

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