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Oposición o colaboración con Zeferino, el dilema que enfrentó al PRI en 2007

Jesús Saavedra / Chilpancingo

Fuera del poder en el estado, el PRI comenzó el año con la disputa por su nueva dirgencia estatal, y terminó el 2007 con un ?nuevo enfrentamiento entre sus grupos internos por el dilema entre ser oposición real, o asumir una postura colaboracionista ?con el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo.?El primer semestre del año, el presidente del Comité Directivo Estatal, Marco Antonio Leyva Mena lo dedicó a pagar los laudos ?laborales estimados en más de 3 millones de pesos, que ganaron ex trabajadores en pleitos laborales y además a preparar lo que ?llamó “la reorganización interna del PRI”.?También en los primeros tres meses del año, el priísmo guerrerense participó en la renovación del Comité Ejecutivo Nacional ?(CEN), donde los ex gobernadores Rubén Figueroa, Ángel Aguirre y René Juárez, apostaron a la ex gobernadora de Tlaxcala, ?Beatriz Paredes Rangel, quien a la postre fue la ganadora de los comicios internos del PRI con una abrumadora mayoría en el ?estado. El ex candidato a gobernador, Héctor Astudillo mantuvo su lealtad al entonces senador priísta, Enrique Jackson.?En 2007 también al PRI le tocó la violencia que se vive en el estado. El 8 de febrero fue asesinado en la sierra de Atoyac el ex ?alcalde priísta de ese municipio de la Costa Grande, Germán Adame Bautista, en un ataque en el que también murió su madre ?Nesto Bautista. Un mes después, el 3 de marzo, en Tlapa fue asesinado el ex director de Gobernación municipal, el priísta, Javier ?Carlos Vargas y su acompañante, Sósimo Hurtado.?Por ambos casos y a lo largo de los meses en que se intensificó violencia, la dirigencia estatal priista exigió la destitución del ?procurador de Justicia, Eduardo Murueta Urrutia y del secretario de Seguridad Pública, Juan Heriberto Salinas Altes, una petición ?que ahora es asunto olvidado para Leyva Mena.?El presidente estatal del tricolor asumió una posición crítica en los primeros meses del año hacia la administración de ?Torreblanca Galindo, pues siempre calificó a su gobierno de no tener “sensibilidad y experiencia administrativa”.?Para mayo, Leyva Mena había cambiado de opiniones. La primera quincena de ese mes, se supo del ofrecimiento formal a la ?dirigencia estatal del PRI de un encuentro con el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, que inmediatamente fue aceptada ?para “proponer un pacto político de gobernabilidad”. El PRI, justificó Leyva Mena el 12 de mayo, debe de ser responsable en sus ?posiciones”, pues dijo que su partido había venido a la “baja” en las preferencias electorales por “actitudes cerradas”.?Ese mismo día priístas vinculados al grupo del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, como el dirigente de la CTM, Antelmo ?Alvarado y el ex alcalde de Acapulco, Manuel Añorve le pidieron a su dirigente que se abstuviera de tener esa reunión y que ?esperara a que el Consejo Político Estatal (CPE) definiera su postura como partido opositor a ese gobierno.?El ex candidato a gobernador Héctor Astudillo Flores le recuerdó el 13 de mayo que esa reunión no era avalada ni tenía el ?consenso de todos los priístas y le pidió que no asumiera una posición “entreguista”.?En tanto, sin mucha contundencia, el ex senador Héctor Vicario, del grupo de Rubén Figueroa, le pidió al dirigente de su partido ?que aplazara el encuentro, pero no lo cuestionó.?No obstante Leyva Mena acudió a la reunión con el gobernador en el Palacio de Gobierno, en donde leyó la propuesta de “pacto ?político de gobernabilidad”, el cual fue escuchado con desgano por Torreblanca Galindo, informaron fuentes.?Al final el único acuerdo fue el de conseguir audiencias con secretarios de despacho del gobierno del estado en temas que le ?planteaban en el “pacto político”, de los cuales sólo se concretaron reuniones con las áreas de Desarrollo Social y de Finanzas.?Al finalizar aquel encuentro el dirigente del PRI lo calificó como “positivo” y dijo que incluso había visto a un gobernador “como ?una persona que demostró sensibilidad ante los planteamientos”.?Las declaraciones de Leyva Mena fueron severamente criticadas por Manuel Añorve Baños quien aseveró que al dirigente de su ?partido le habían dado “atolito con el dedo”; Héctor Astudillo lamentó que el dirigente del PRI se hubiera dejado “que le metieran ?gol como el gobernador quiso”; ambos propusieron que el asunto se debatiera en el CPE y hasta la fecha el tema no ha sido ?discutido.??Figueroa-René-Zeferino??El ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer afirmó el 1 de diciembre que la relación de su partido con el gobierno de Zeferino ?Torreblanca Galindo debe de ser “inteligente y apostarle a encontrar soluciones a los problemas del estado y no a generar más ?problemas”.?Figueroa Alcocer sostuvo además que “siempre que sea para el bien de Guerrero, me reuniré con el gobernador en turno”, en ?referencia a su presencia en la reinauguración de la Casa Guerrerense de la ciudad de México, a invitación del propio ?Torreblanca, el viernes 23 de noviembre.?Entrevistado en una sesión de Consejo Político del PRI, Figueroa Alcocer dijo que no se siente sobrerepresentado en el máximo ?órgano de gobierno de su partido, pues “a cada quien le dan lo que le corresponde, en eso estamos trabajando para impulsar a ?nuestros mejores cuadros para los puestos de elección popular”.?Otro de los invitados de Torreblanca en aquel encuentro de la Casa Guerrerense en la ciudad de México, fue también el ex ?gobernador René Juárez Cisneros, quien en una comida con sus ex colaboradores el pasado 13 de diciembre, sin ningún ?empacho aceptó, en referencia a Zeferino Torreblanca: “que quede claro, es mi amigo, ¿eh?; para que no haya duda, es mi ?amigo”.?Sin pregunta de por medio, René Juárez insistió en presumir su amistad con Zeferino Torreblanca, al informar a los asistentes ?que por eso estuvo presente en la boda de la hija del gobernador postulado por el PRD, celebrada el sábado 8 de diciembre en el ?exclusivo desarrollo Tres Vidas de Acapulco. “Con mucho gusto (asistí a la boda), es mi amigo, así que yo no me ando ?escondiendo ¿eh?”.??La reestructuración del PRI y la disputa por las candidaturas??El 1 de diciembre se logró instalar en medio de protestas y cuestionamientos el CPE del PRI, donde los grupos de Héctor Astudillo ?y de Ángel Aguirre, cuestionaron la “legalidad” de algunos consejeros, pues afirmaban que otros fueron “rasurados” del acuerdo ?de unidad que se tenía para conformar una “planilla de unidad”.?Antes en octubre fracasaron las negociaciones entre los grupos para conformar la planilla de unidad y fue hasta la segunda ?semana de noviembre cuando se pusieron de acuerdo para que no hubiera elecciones internas de consejeros políticos priístas.?Durante la instalación del CPE el 1 de diciembre, se dio la ruptura política entre el dirigente del PRI, Leyva Mena arropado por los ?priístas de los grupos de Rubén Figueroa y René Juárez, que avalaron la instalación de ese órgano de gobierno, con severos ?cuestionamientos de Héctor Astudillo, quien le pidió al dirigente de su partido que renunciara y se fuera a Palacio de Gobierno, si ?“tanto quiere ayudar al gobernador”.?Ese sábado Leyva Mena estrenó una camioneta nueva, cuyo costo oscila entre 400 y 500 mil pesos, pero el dirigente estatal del ?PRI aseguró que había sido un “regalo para el trabajo” que le hicieron los alcaldes priístas, ante las versiones de que se trataba de ?un obsequio del gobernador.?En el PRI quedó pendiente una sesión del Consejo Político Estatal para el mes de enero, en donde se espera que haya un informe ?financiero de Leyva Mena al pleno, y donde se espera que el PRI discuta la postura que habrá de asumir ante el gobierno de ?Torreblanca.?La disputa que viene en 2008 será por las candidaturas para las elecciones locales, y hay quienes anticipan una alianza entre ?Aguel Aguirre y Héctor Astudillo, los antizeferinistas del PRI, contra el bloque de Rubén Figueroa, René Juárez y Marco Antonio ?Leyva, más del lado de Torreblanca.

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