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Irrumpen soldados en la sede de la Policía Municipal y decomisan mil 800 armas

*A las 4 de la mañana, en el sexto día de paro laboral de los policias, los militares realizaron un inventario, supervisión y revisión de la licencia colectiva. El presidente de la Asociación de Policías, José Alberto Solís Franco, afirma que recibió una llamada de la Presidencia Municipal para retomar el diálogo y lograr acuerdos

Carlos Moreno A.

A las 4 de la mañana de ayer, 40 soldados irrumpieron en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública municipal para revisar el armamento de los policías en paro y se llevaron unas mil 800 armas cortas y largas.
En el sexto día de paro laboral, la llegada de soldados en la madrugada causó desconcierto entre los policías municipales, quienes en un principio indicaron que había sido sitiada la corporación y después supieron que era la revisión de las armas.
A las 9:30 de la noche, afuera de la corporación, el presidente de la Asociación de Policías, José Alberto Solís Franco, les informó a los agentes que recibió una llamada de la Presidencia municipal para retomar el diálogo y lograr acuerdos “para tener negociaciones y tal vez sea el día de mañana (hoy) o pasado (viernes) pero hay que aguantar tengan fe, hay que echarle ganas”.
Por la noche, el gobierno municipal informó, mediante un boletín de prensa, que se restablecía el diálogo entre los policías paristas y el Ayuntamiento por cuarta ocasión, que los inconformes “expresaron su voluntad de retomar la revisión de los puntos plasmados en el primer pliego petitorio presentado al alcalde”, y que “el 80 por ciento de las demandas originales habían quedado resueltas en la primera reunión”.
Pidió que no desmayen los policías, “hay que permanecer, la lucha es de todos, es fuerte, pero creo que las cosas se van aclarando, creo que al presidente municipal le habían dicho unas mentiras que poco a poco con su peso van saliendo las verdades”.
El representante legal de la Asociación de Policías, Noé Albino, informó que ayer se adhirieron otros 60 agentes turísticos a la queja presentada en la Codehum, bajo el número CRAC/093/2014-1.
A las 4 de la mañana llegaron a las instalaciones dos camionetas con ocho efectivos y un camión del Ejército con 15, así como ocho cuatro patrullas, dos de la Policía Federal y otras dos de la Fuerza Estatal, cuatro en cada una.
Los soldados y sus vehículos ingresaron al fondo de la SSP donde se ubica el departamento de armas, mientras que las patrullas quedaron resguardando las dos puertas de acceso.
Según fuentes extraoficiales, los soldados realizaron un inventario, supervisión y revisión de la licencia colectiva que debe tener cada arma, así como el policía a la que ha sido asignada.
Durante la operación se informó que soldados también acudieron a algunos módulos como Mozimba, Ciudad Renacimiento, Zapata y el de la Policía Turística que se encuentra en el parque de La Reina, donde les quitaron las armas a los efectivos que se encontraban ahí pero no salían a patrullajes.
Por la mañana también llegaron unas seis patrullas con policías municipales que entregaron las armas al departamento y ahí a los soldados.
También acudieron algunos policías auxiliares a la revisión de armas pero estos regresaron a sus servicios armados.
A las 2:55 de la tarde, los efectivos del Ejercito, encabezados por el coronel de Infantería, Juvenal Cortez González, concluyeron con el inventario y supervisión de dichas armas, y se informó como cifra preliminar unas mil 800 armas entre cortas y largas que fueron aseguradas y trasladadas a las instalaciones de la Novena Región Militar en Cumbres de Llano Largo.
Las armas fueron sacadas en un camión del Ejército escoltados por dos más de la misma corporación, así como una patrulla de Policía Federal y dos de fuerzas estatales.

Se harán pruebas periciales

Fuentes militares informaron que a dichas armas se les realizarán pruebas periciales y de balística para saber si han estado involucradas en algún crimen donde haya alguna averiguación.
Además se indicó que unas 100 armas se encuentran extraviadas pero con denuncia presentada en el Ministerio Público.
Los policías municipales, entre preventivos, turísticos y viales, permanecieron afuera de la secretaría sin realizar algún movimiento fuera de lo que han hecho en los otros cinco días de paro laboral.
Afuera los inconformes colocaron otras dos lonas en el edificio donde se ubica la Policía Vial, en la que se lee: “Movimiento de la Policía Municipal del puerto de Acapulco en sus demandas laborales; cese del secretario de Seguridad Pública, aumento salarial del 20% y seguro de vida por un millón 200 mil pesos”, y en otra: “Señor presidente de la República ponga atención de a quién designa la seguridad de los acapulqueños”.
Consultado durante el sexto día de paro laboral, Solís Franco señaló que vio positiva la acción de los efectivos del Ejército para que “vengan y verifiquen que el armamento está en su lugar, para que se dejen de decir mentiras, que la policía están armados en esta lucha”.
Sobre de que el alcalde Luis Walton advirtió que se tomarán medidas más “drásticas” y que tendrá que intervenir la federación, el comandante dijo: “él (Walton Aburto) tiene la decisión del diálogo, si él piensa que con eso soluciona el problema”, y reiteró que continúan abiertos al diálogo.
A las 2 de la tarde llegó al plantón el secretario del Trabajo y Conflictos de la sección 56 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), Pedro Salazar Blas, quien les manifestó su solidaridad “por que su lucha es justa”.
Los policías le indicaron que piden el cese del secretario de Seguridad Pública, Alfredo Álvarez Valenzuela, así como el incremento salarial y seguro de vida.
Dijo que “si Enrique Peña Nieto fue quien puso al secretario de la dependencia pero que trate bien al personal, porque cuando hay respeto todos pueden trabajar en coordinación, la sección 56 estamos con ustedes porque es una lucha legal”.
Señalo que cuando se dio el incremento del 4 por ciento a los trabajadores en el diálogo con el alcalde, se aceptó con la condición de que no se despidiera a ningún trabajador del Ayuntamiento; “ustedes que están exigiendo sus derechos y en particular el seguro de vida que es una garantía para que los elementos de seguridad pública puedan salir a las calles, donde día a día exponen sus vidas y deben de contar con un beneficio para sus familiares si son víctimas de agresión de la delincuencia”.
Minutos después el representante legal de la asociación, Noé Albino Salgado, señaló que “se tomarán otras medidas más drásticas si no hay una pronta solución”.
Les informó a los policías que el jefe administrativo, José Miranda Rosendo, ha amenazado con presentar actas administrativas contra quienes apoyen el paro laboral; asimismo dijo que el síndico Napoleón Astudillo Martínez indicó que no pretendían levantar ninguna acta administrativa contra ellos.
Una de las quejas de los agentes es que Álvarez Valenzuela no les permitía que compraran su comida fuera de la corporación, y quien desobedeciera era castigos con las guardias, cuidando las puertas de acceso.
Los policías justifican que afuera de la SSP el costo de la comida es más barato que los 45 pesos que pagan en el comedor.
Afuera de la secretaría, en las calles de un costado y aledañas, se ubican unos ocho negocios entre fijos y semifijos de venta de comida, entre ellos tacos de barbacoa, de guisado, picadas, enchiladas comida corrida, donde el costo va desde 20 pesos hasta 40 pesos y se les incluye un refresco o agua de sabor.
Otra queja son los malos tratos hacia los agentes, quienes señalaron que los insulta: “son unos mugrosos y lacrosos, y eso por parte de un jefe policiaco no está bien”, dijo uno de los inconformes.

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