Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Leoncio Castrejón Salgado

Cumbres climáticas

A través del tiempo, el hombre se ha preocupado por su entorno, principalmente sobre el agotamiento de los recursos naturales, ?renovables y no renovables; de manera empírica al principio, ordenada y sistematizada al transcurrir los años. Ha buscado las ?formas, los métodos y mecanismos que le permitan cuantificar qué es con lo que cuenta para después diagnosticar y evaluar, de ?cómo conjuntar esfuerzos entre los países y sus gobiernos y dar alternativas viables en el uso y conservación de los recursos ?naturales, y llegar a una etapa, que permita a través de acuerdos generales y globales, iniciar la difícil y titánica tarea de la ?conservación de los menguados y sobreexplotados recursos naturales del planeta.?Las intensiones de conjuntar esfuerzos no ha sido nada fácil, ya que adoptar este tipo de medidas no han sido del agrado ni de ?su aprobación de los países desarrollados que son en gran medida, los impulsores de políticas económicas en las que el proceso ?de producción debe marchar siempre por encima del interés ambiental colectivo. ?Sin embargo, esto no ha sido motivo suficiente que sirva de pretexto para desalentar en la lucha ambientalista a nivel mundial, ?todo lo contrario, es cuando se comprende con mayor grado de conciencia, en la imperiosa necesidad de crear las condiciones ?mínimas para impulsar estrategias que rindan frutos en la conciencia colectiva del hombre y comprenda que la tierra es de todos ?y por ende, es responsabilidad de todos cuidar de ella. Ya que es la única casa que tenemos. ?Infinidad de reuniones, Cónclaves, Cumbres, Congresos, Conferencias magistrales, Comisiones internacionales, entre otras ?figuras formales de convocatoria, se han creado, para intentar llegar a acuerdos generales en cómo disminuir significativamente ?los niveles de contaminación ambiental y del cambio climático de la tierra. ?En la reunión convocada ex profeso allá por diciembre de 1997,lugar donde naciera el tratado de Kioto, que para entonces era ?ya, un avance relevante y significativo en cuanto a discutir de manera seria y formal todo sobre los problemas en materia de ?calentamiento global. Diez largos y tortuosos años de intensos y desesperados intentos para homogenizar criterios en lo ?general, tanto social, cultural como económico. Otros, arrastrando la cerrazón política principalmente de países desarrollados. ?Mismos que hasta la fecha se niegan rotundamente, a signar compromisos sobre la aplicación de medidas preventivas y ?correctivas en el ámbito climático.?Hace unos días concluyó en Bali, Indonesia, una de las tantas cumbres internacionales para abordar la problemática de manera ?conjunta. Los resultados no fueron los esperados ni satisfactorios para la comunidad internacional y de diversos grupos ?ambientalistas que han mantenido la bandera de cuidar el planeta. Los motivos y razones para no avanzar en compromisos ?serios, siguen siendo los mismos: los intereses de los países desarrollados, se verían seriamente afectados con medidas ?recomendadas por la inmensa mayoría de países que cada vez más se pronuncian enérgicamente en contra de quienes han sido, ?los causantes directos, de que nuestro planeta se encuentre hoy en condiciones de contaminación tan deplorables.?En nuestro país, el activismo ha sido más en el discurso; los anuncios de pretender hacer algo al respecto, se escuchan más a ?preocupaciones políticas que a comprometerse realmente para hacer algo por el futuro de la tierra. Ojalá y cuando se intente ?hacer algo realmente para corregir lo que de manera irresponsable se esta ignorando o subestimando, no sea demasiado tarde, o ?en el peor de los casos, se nos siga llenando de discursos fantasiosos, que lejos de crear una cultura de protección a nuestro ?planeta, se nos orille como hasta ahora, a ser simples espectadores de asuntos irrelevantes.?Por su parte, las dependencias gubernamentales que debieran informar de manera detallada, precisa, oportuna y puntual, sobre ?las causas de las intensas variaciones climáticas, poco o nada han hecho. De igual manera las instituciones educativas de nivel ?superior, quienes debieran estar a la vanguardia en cuanto a la generación y difusión de información de tan importante y ?delicado asunto, siguen enclaustrados en sus propios problemas domésticos, sin atender las funciones sustantivas. Pero bueno, ?se dice que cuando se desconocen las cosas, es como si éstas no existieran, esto es, si no se nos informa lo elemental, lo básico, ?acerca de los orígenes de tantos fenómenos del cambio climático y cómo contribuir para frenar esta tragedia, seguiremos ?especulando – y solo eso – , sin saber a ciencia cierta, el por qué de las intensas sequías, las repentinas olas de calor, los ?peligros de extinción de especies de la flora y fauna, sobre las alzas en el nivel del mar, entre otras secuelas del calentamiento ?global. Que nos han azotando en los últimos meses de manera jamás visto. [email protected]
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