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Gregorio Urieta

CRÓNICAS DE LA TIERRA CALIENTE
Eva Sámano. De la sierra de San Miguel Totolapan a Los Pinos

San Miguel Totolapan es un municipio con grandes contrastes sociales y económicos, con una historia muy particular, que conserva tradiciones ancestrales, y junto con Arcelia, son los únicos que en algunas de sus comunidades conservan rasgos del idioma original, el náhuatl y el cuitlateco. Es, en Tierra Caliente, el único municipio que conserva la posesión comunal de la tierra a pesar de las embestidas sufridas durante el porfirismo, y el único de Tierra Caliente que tiene bellezas naturales como las zonas arqueológicas, la laguna de Hueyanalco y  Tepantitlán de las Platas.
Totolapan tiene también la particularidad de ser el lugar de nacimiento de Evangelina Sámano Bishop, mejor conocida como Eva Sámano, quien fuera esposa del presidente de la república Adolfo López Mateos y fundadora del Instituto Nacional de Protección a la Infancia.
Según el maestro investigador Bolívar Ochoa Díaz, autor del libro Totolapan. Historia de un pueblo olvidado (2007), Eva Sámano Bishop nació en la comunidad serrana de San Nicolás del Oro, perteneciente al núcleo agrario de la lejana sierra de Coronilla.
San Nicolás del Oro está situado en la sierra de Municipio de San Miguel Totolapan, a mil 700 metros de altitud sobre el nivel del mar. Es una población pequeña, que socialmente padece de los mismos males de las demás rancherías, comunidades y pueblos de la sierra de Totolapan: carencia de escuelas, desempleo y violencia, ocasionada por el trasiego de drogas y la disputa por los corredores que la llevan a los centros de consumo.
Hasta el censo del año 2000, el porcentaje de analfabetismo era de 7.19 por ciento en los hombres y 18.58 por ciento en las mujeres, con un grado de escolaridad de casi cuarto año de primaria en general.
Como en el indicador anterior, los hombres ocupan un porcentaje menor de  analfabetismo que las mujeres y casi alcanzan el quinto año de primaria, mientras que las mujeres apenas llegan al tercer grado.
En un ambiente así, que no ha variado mucho desde entonces, nació Evangelina Sámano Bishop, quien para terminar su educación primaria completa tuvo que hacerlo en la llamada Escuela Oficial de Niñas, de Coyuca de Catalán.
No hay mucha información respecto a esta institución educativa en Coyuca de Catalán, en donde  estudió la entonces pequeña Evangelina Sámano, aunque en la obra Coyuca de Catalán, Guerrero. Monografía (2007) de Andrés Peralta Santamaría, este registra que la Escuela oficial de Niñas fue fundada por las profesoras Cleotilde y Catalina Álvarez (página 76). Se supone que eso sucedió aproximadamente en 1910, habiendo nacido Eva Sámano en 1906.
En la Monografía de Pungarabato (2002) obra de los investigadores y cronistas municipales Víctor Arias Castillo y José de Jesús Espinosa Quiroz, se afirma que en febrero de 1910, en ese lugar y en esa escuela  estuvo como directora la maestra María Soledad Negrete Pérez, personaje distinguido en la docencia, nacida en Pungarabato. La escuela oficial de niñas se llamaba oficialmente “Josefa Ortiz de Domínguez”, según registran Víctor Arias y José Espinosa.
Aunque no se sabe con precisión en qué años estuvo en Coyuca de Catalán la señora Eva Sámano, sí es muy probable que estuviera entre 1908 y 1912 estudiando bajo la tutela de la también llamada Maestra Cholita, lo cual confirma Alejo Montes de Oca en su libro Cuiyucan. Despeñadero de Águilas (1997) aunque igual que los otros autores no precisa la fecha. Al referirse a la maestra Soledad Negrete, Montes de Oca señala que “fue maestra de Eva Sámano” (página 150).
En la página 152 de su monografía de Coyuca de Catalán, Alejo Montes de Oca agrega que Eva Sámano llegó siendo una niña a Coyuca de Catalán con su padre Efrén Sámano, quien era “administrador de la firma Carlos Pérez por varios años, hasta que se fueron a vivir a Toluca”.
En el trabajo citado de Bolívar Ochoa se registra que después sus padres la llevaron a estudiar a Toluca, Estado de México, en donde cursaría estudios para maestra, y sellaría su destino de ser cónyuge del que sería presidente de México de 1958 a 1964, Adolfo López Mateos.
Como esposa del presidente de la república –bajo cuya presidencia se construyó el puente Adolfo López Mateos de Ciudad Altamirano– a Eva Sámano le corresponde el crédito de haber fundado el  Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI) en el año de 1961, que desempeñara y sigue desempeñando tan importante papel para asegurar alimentos para los niños más pobres en las escuelas del país. Eva Sámano era maestra de primaria, y tal vez eso la impulsó a crear una institución tan importante que en la actualidad algunos y algunas usan con fines eminentemente políticos. Con el tiempo, el INPI  devino en lo que ahora es el sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Después del terremoto de julio de 1964, que devastó principalmente los pueblos ribereños del río Balsas, ubicados en la llamada franja de fuego de la Placa de Cocos, la señora Eva Sámano envió a través del INPI miles de toneladas de alimentos para los damnificados y para los niños de las escuelas de la región. Personalmente visitó San Miguel Totolapan para entregar ayuda oficial y supervisar los daños causados por el terremoto a la iglesia y escuelas del lugar.
En esa ocasión fue recibida por la población de la cabecera municipal, encabezada por Marilú Aureoles y María y Beda Hernández, el párroco conocido como El Padre Chamú, Nicolás Zúñiga, Manuel Popoca, Manuel Slim, y Velia Aureoles, según registra  Bolívar Ochoa.
Debido al mismo acontecimiento (temblor de julio de 1964) la señora Eva Sámano también acudió a Coyuca de Catalán a entregar víveres y desayunos escolares para los niños. Hasta ahí llegó a saludarla su vieja maestra Soledad Negrete, quien desafortunadamente no fue reconocida por una Eva Sámano también diezmada por la edad –señala Montes de Oca– y por las preocupaciones que le causaban las infidelidades de su esposo el presidente de la república, Adolfo López Mateos.
Entre los políticos existe el dicho de que político que no ayuda a su pueblo, que ni se pare en él. La señora Evangelina Sámano no era política, pero sí era esposa de un político, nada menos que del presidente de la república. Tal vez, solo tal vez, por eso no haya ni siquiera pensado en el costo económico que implicaba electrificar su pueblo natal, enclavado en lo más escabroso y lejano de la sierra totolapense.
Según Bolívar Ochoa, San Nicolás del Oro fue electrificado sin ningún costo para los habitantes del lugar, pues el costo lo asumió el gobierno federal en su totalidad. “…fue necesario tender un cableado de varios kilómetros para llegar a San Nicolás, en su tiempo la única población de la sierra con energía eléctrica, como una chispa en la oscuridad”, señala Bolívar Ochoa en su obra.  (Página 267).
En la comunidad de San Nicolás del Oro hay una escuela de preescolar que lleva el nombre de Eva Sámano. La maestra Sámano, nombrada en el último año del presidente López Mateos “Madre nacional y Gran protectora de la infancia”, ejerció la docencia hasta los últimos días de su vida, padeciendo una artritis que le impedía desplazarse a su centro de trabajo, la escuela “Héroes de la libertad”, ubicada en Coyoacán, Ciudad de México, en donde como maestra y directora fue ejemplo de trabajo y perseverancia.

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