Convenio justo y total respeto, exigen ejidatarios de Carrizalillo; a 28 días del bloqueo a la mina, ratifican su intención de negociar

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El ejido de Carrizalillo ratificó su intención de negociar con la empresa Gold Corp el precio del arrendamiento de sus tierras, pero informó que no van a aceptar la única oferta que ha sostenido la empresa canadiense incluso antes del cierre de la mina hace cuatro semanas.
En un boletín de prensa sobre el cierre de la mina Los Filos que obligó a la suspensión de la producción de oro desde el 1 de abril, el ejido añadió que el bloqueo se va extender lo necesario, “hasta que la empresa muestre, no sólo disponibilidad de negociar un convenio más justo, sino total respeto a nosotros”.
El presidente del Consejo de Vigilancia, Julio Peña Celso, aclaró que los ejidatarios cerraron la mina conforme a derecho porque se acabó el convenio de arrendamiento con la empresa, y no se ha logrado una propuesta que les dé estabilidad económica, de salud, educación y beneficios sociales.
Explicó que la empresa pide estabilidad mediante un convenio de largo plazo para evitar la negociación anual, pero sus tierras valen más de lo que les pretenden pagar, que son 3.5 onzas del precio del oro por cada hectárea, anualmente.
“Ellos hablan de que están en toda disposición de negociar, pero ya molestó a los ejidatarios  que llegan siempre con lo mismo, no muestran disposición, ya les dimos varias propuestas, aceptamos parte de lo que ellos proponen, y sólo vienen a sentarse y no nos resuelven nada”, se lee.
Menciona que la mina Los Filos, de Carrizalllo, tiene ganancias por 4 mil 500 millones de pesos anuales, y si se niegan a negociar la propuesta del ejido, “que se vayan a la chingada, porque nosotros tenemos dignidad, y pedimos respeto como dueños de las tierras”.
En un informe para la Secretaría de Economía, la empresa canadiense reportó una  utilidad neta en 2013, “después de impuestos”, de 895 millones de pesos y que su inversión global ese mismo año fue de mil 569 millones de pesos.
En el comunicado se refirieron a estos datos que se difundieron en El Sur a través de una fuente del gobierno del estado, para que las autoridades intervengan en la solución del conflicto, pero el ejido señaló que no tienen problemas con la empresa, por el contrario, tienen disponibilidad para renegociar el convenio de arrendamiento.
Indicaron que aceptaron el precio de 3.5 onzas de oro por hectárea, pero también demandan una onza adicional por cada 100 mil de producción, para firmar hasta por diez años de arrendamiento.
De la presunción de uso de químicos radioactivos, aclararon que el ejido nunca ha hecho esos señalamientos, pero sí han señalado la existencia de metales pesados y metaloides, como el arsénico, entre otros, que están tipificados como metales tóxicos.
“De una vez aclaramos que estos metales o metaloides no los ha traído la empresa… (se encuentran en la tierra) pero la empresa los libera durante distintas faces del proceso, de tal manera que se mezclan en el aire, agua, sedimentos y suelo, lo cual hace que entren en contacto con nuestras plantas, nuestros animales y nosotros y de ahí deriva la aparición de daños que antes no existían en nuestro pueblo, mismos que se van agravado cada año”, explican.
Por otra parte señalaron que la empresa sí lleva el cianuro de sodio y otros elementos de alta toxicidad que ponen en riesgo la salud, y por eso demandan acciones preventivas y protocolos de emergencia para contrarrestar sus efectos.
Recordaron a los funcionarios que la minería a cielo abierto está tipificada en la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, como una actividad tóxica.
Del monitoreo ambiental que la Golp Corp señaló que no se realizó porque el ejido no hizo su aportación económica, reconocieron que no se organizaron y no se echó a andar, pero tampoco estaba señalado en alguna cláusula.
Del monitoreo periódico que la empresa dijo realiza de forma regular, cuestionaron que la autoridades estatales den crédito a esos informes, porque la empresa es juez y parte de esa evaluación.
Lamentaron que Gold Corp haya minimizado los efectos secundarios de la minería a cielo abierto, “no quieren ver a nuestros enfermos y no se sensibiliza ante nuestros muertos; cómo decirle que mientras no acaben la obra de agua que prometieron hace nueve meses seguiremos bañándonos con agua que ya sabemos nos hace daño”.
Insistieron en que el tema de abasto de agua en la comunidad sigue sin resolverse, pero la minera dispone de un sistema para bombearla desde el río Balsas-Mezcala y usarla en los patios de lixiviados.
Convocaron a los funcionarios a evitar el debate de cifras en la prensa, “en lugar de resolver las causas y los problemas de los temas que planteamos en su pliego de demandas, porque al final del día, las inversiones en el tema de agua han sido fruto de la exigencia nuestra y no de su disposición a resolver el tema, es decir, si no peleamos y exigimos el tema está claro que ustedes son capaces de dejarnos sin agua.”