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Protestan en el informe familiares de los desaparecidos de la Sedesol y damnificados

Protestan en el informe de Aguirre familiares de los tres trabajadores de Sedesol desaparecidos en Coyuca

*Señor Gobernador. Mi esposo Carlos López fue secuestrado en Tepetixtla, es trabajador de Liconsa. Pido su apoyo”, se lee en una pancarta de los manifestantes

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Familiares de los tres trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Social federal (Sedesol), quienes desaparecieron el jueves 24 de abril en la sierra de Coyuca de Benítez, protestaron en la entrada del auditorio Sentimientos de la Nación, donde leyó su tercer informe el gobernador Ángel Aguirre Rivero, a quien le exigieron que los encuentre.
Patricia González, esposa del desaparecido Carlos López Sánchez, gritó de desesperación en medio de la algarabía del gobierno del estado que celebra su tercer informe, mientras su hija de dos años se aferraba a su falda.
En medio de papeles de colores y de seis bandas de música de viento pagadas a 2 mil 500 por hora, Patricia González, quien está embarazada, levantó una cartulina verde en la que se leía “Señor Gobernador Mi esposo Carlos López fue secuestrado en Tepetixtla es trabajador de Liconsa Pido su apoyo”.
En el lugar también se encontraba la mamá de Carlos López Sánchez, quien portaba una cartulina amarilla en la que pedía que encontraran a su hijo.
Ante la acción de las dos mujeres, los danzantes que participaban en el fandango pararon durante unos minutos para leer lo que exigían las manifestantes, que trabajadores del gobierno del estado intentaron callar.
“Le venimos a exigir al señor gobernador que no deje de buscar a los tres trabajadores de Liconsa que desde el día jueves desaparecieron, entre ellos mi esposo”, informó Patricia mientras lloraba y se le cortaba la voz.
El jueves tres empleados de Sedesol que operan la Cruzada Nacional Contra el Hambre desaparecieron en la parte alta de la sierra de Coyuca de Benítez y el viernes las autoridades de los tres niveles de gobierno iniciaron una intensa movilización policiaca para encontrarlos.
“Simplemente queremos que no los dejen de buscar, que los sigan buscando por favor”, pidió la esposa que no podía contener las lágrimas, se le veía desconsolada ante la falta de información del paradero de su esposo.
Comentó que familiares de los tres desaparecidos se unieron a la búsqueda del Ejército, la Marina y el Ministerio Público de Coyuca de Benítez que se trasladaron a la zona en helicópteros, pero hasta este lunes no tenían información del paradero de
Gustavo Abarca Radilla, Héctor López Torres y Carlos López Sánchez, quienes salieron de Atoyac de Álvarez a Coyuca de Benítez en una camioneta Nissan rotulada con los logotipos del programa de Sedesol para entregar víveres y leche Liconsa en las comunidades. Ese mismo día se perdió la comunicación con los empleados.
“Él tenía que regresar el jueves en la noche, pero nunca llegó, su celular manda a buzón, él estaba entregando leche en las comunidades de Aguas Blancas, Tepetixtla, Compuertas y Yerbasantita”, relató.
El trabajador Carlos López es del puerto de Acapulco, trabajaba para la Sedesol desde hace un año y no habían tenido ningún problema en ninguna de sus visitas a la sierra.
La esposa dijo que la desaparición es parte de la inseguridad que hay en el estado, lamentó que los trabajadores no puedan desarrollar su labor diaria ni llegar a las comunidades de la sierra.
Durante la búsqueda de las autoridades encontraron la camioneta en la que se trasladaban los desaparecidos, tenía manchas de sangre y estaba a unos metros de un camino de terracería rumbo a la comunidad de Tepetixtla, a unas tres horas de la cabecera municipal.
Ayer, en el Auditorio Sentimientos de la Nación, en poco tiempo llegaron más familiares de los desaparecidos, quienes se colocaron en la valla por donde pasaría el gobernador Ángel Aguirre Rivero, pero agentes de la Procuraduría del estado los abordaron para decirles que los llevarían a las instalaciones de la fiscalía para que dieran la información con la que cuentan.
Los familiares fueron apartados del lugar, pero cuando se dieron cuenta de que la intención de los trabajadores de la Procuraduría era alejarlos, regresaron a la valla para abordar al gobernador. Media hora después una mujer que no se identificó les prometió que se entrevistarían con el gobernador al final de su informe.

Esperan sin resultado damnificadas por la inundación causada por el Cerrito Rico que Aguirre les informe si serán reubicadas

 
Jefas de familia del fraccionamiento Azteca, protestaron en la valla por donde esperaban al gobernador Ángel Aguire Rivero, a su llegada al auditorio Sentimientos de la Nación, pero éste nunca pasó.
Más de 10 mujeres de escasos recursos, relataron que las autoridades no han cumplido con la reubicación de sus viviendas, y ni siquiera se han ido a parar al fraccionamiento, para informarles sobre los nuevos terrenos.
Una de las afectadas, Beatriz Torralva Juárez, explicó que al menos 10 familias perdieron sus casas por la tormenta de septiembre del año pasado, pero por sus bajos ingresos y la falta de respuesta por parte de las autoridades, decidieron permanecer en el lugar, donde improvisaron sus casas con techos de cartón y madera.
Señaló que ninguna autoridad de los tres órdenes de gobierno les ha informado sobre su situación, a pesar de que permanecen en una zona de alto riesgo, a escasos metros de la presa Cerrito Rico, donde el agua entró porque no había encauzamiento.
Torralva Juárez relató que la lluvia registrada el 18 de este mes, volvió a sembrar pavor entre los vecinos, ya que el agua del río Huacapa registró altos niveles y en algunas casas se filtró mucha agua.
“Nosotros tenemos la preocupación de que no seamos beneficiadas por el gobierno y nos dejen sin casas, porque no nos han dicho nada”, agregó.
Explicó que sólo les van diciendo que hay un terreno para los damnificados, pero no les han detallado para cuándo se estarían cambiando al nuevo lugar, por lo que pidieron al gobernador que se les dé información completa sobre el problema.
Las mujeres permanecieron en la valla, con una cartulina verde donde decía: “Señor gobernador, no se olvide de los damnificados”, hasta que llegó personal de Protección Civil, para invitarlos a realizar en ese momento el recorrido por su fraccionamiento.
Las jefas de familia decidieron esperar a que pasara el gobernador, para que fuera él quien se comprometiera a resolver el problema serio al que se enfrentan sus familias, pero éste nunca pasó, ni salió del lugar.
Las mujeres permanecieron por media hora más en la valla, hasta que decidieron retirarse del lugar con personal de Protección Civil, para que fueran testigos de las condiciones en las que vivían, a ocho meses de que la tormenta tropical Manuel azotara la capital del estado. (Anarsis Pacheco Pólito / Chilpancingo).

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